LOS VALORES DEL DEPORTISTA EN LA CONSTRUCCIÓN DE SU MARCA PERSONAL
La imagen que proyectan los deportistas en el mundo, los convierten de forma indirecta en los mejores embajadores de la marca de su país, aportando sus valores tanto profesionales como personales, siendo dignos representantes en cualquier evento deportivo o social.
En el mundo empresarial surgen estudios como por ejemplo PROLIDER, realizado por la consultoría de Justo VILLAFAÑE, sobre la reputación de los personajes públicos más influyentes y reputados a nivel nacional e internacional.
Siguiendo esta línea, en el mundo del deporte, cada vez se tienen más en cuenta el valor tangible e intangible que los deportistas aportan a sus clubes, federaciones o marcas patrocinadoras.
Para concretar dicho valor del deportista, se ha desarrollado no tan sólo estudios econométricos como MVEF de la Escuela de negocios ESIC, sino también diferentes listados, como por ejemplo el realizado por la empresa TNS, sobre la valoración de los deportistas españoles más admirados.
La figura del deportista cobra mayor importancia por el volumen de negocio que directa o indirectamente crea alrededor de su figura. Su valor aumenta dependiendo del deporte que practica y de la repercusión del mismo en los medios de comunicación y la sociedad. La globalización del deporte y la figura del deportista es una de la causas por las que los deportistas generan una alto volumen de negocio.
Es importante por parte del gestor de Marca Personal Deportiva distinguir y tratar los diferentes valores que un deportista posee, teniendo en cuenta los distintos motivos que se buscan a la hora de obtener un valor global de medición.
Para la construcción de una Marca Personal Deportiva no se debe sólo transmitir el éxito deportivo, buscando un resultado económico, sino también otros valores del deportista. Valores que pueden ser identificados dentro del perfil del deportista por parte del gestor para luego ser transmitidos y calculados.
Se puede desgranar dichos valores en 5:
· Valor económico: El valor económico no se corresponde únicamente a la tasación que el deportista obtiene por su rendimiento deportivo o explotación de su imagen, sino también al valor que aporta a los distintos actores que directa e indirectamente asocian su marca a la del jugador, y por tanto, quieren obtener un retorno tangible e intangible mayor al invertido.
· Valor mediático: El valor mediático de los deportistas es complicado de medir, ya que no únicamente se une su exposición en los medios o su éxito deportivo, sino también otra serie de variables que giran en torno a los intangibles que cada deportista profesional o personalmente posee.
· Valor social: El deporte promueve una serie de valores que quiere mediante la práctica del mismo como por parte de sus deportistas transmitir a la sociedad. Valores que las federaciones nacionales, clubes e instituciones públicas y privadas promueven antes, durante y después de cualquier evento de carácter deportivo.
· Valor académico: El valor académico está enfocado al desarrollo personal del deportista, siendo un complemento perfecto para su desarrollo profesional durante toda la carrera y posterior jubilación deportiva.
· Valor personal y profesional: Los deportistas son por tanto iconos sociales, ejemplos para la sociedad debido a su repercusión social y mediática. Deben ser conscientes de la importancia de sus comportamientos tanto dentro como fuera del terreno de juego, aunque sean on line, ya que afectan positiva como negativamente a su propia marca.
El deportista profesional necesita de un gestor que les ayude a construir de forma conjunta, una marca personal positiva, sabiendo gestionar estos cinco valores, para obtener beneficios de las relaciones que el deportista tiene con sus públicos, en especial sus seguidores.
Los tres primeros valores pueden tener una relación intrínseca y presentan una fórmula donde el éxito deportivo conlleva a apariciones mediáticas y, por tanto, a generar un valor económico.
Los otros tres tipos de valor son independientes del éxito deportivo o el interés mediático, es decir, son valores que pueden ser aprovechados por los deportistas para conectar con los diferentes públicos.
Se trata de valores, los anteriormente mencionados, que actualmente tienen poco peso en los modelos de gestión actual, pero que son una pieza imprescindible en la propuesta de nuevas líneas de gestión. Existen nuevas fórmulas que abren la puerta a cualquier tipo de deportista para que aporte los distintos valores que posee, con el objetivo de crear un valor añadido y, por tanto, a conectar con medios y seguidores, patrocinadores… lo que resta importancia al éxito deportivo.
El deportista que invierta en construir su marca personal y en mostrar los distintos valores que conforman su marca, debe de ser consciente de la necesidad de ser coherente entre lo que dice en sus propios medios de comunicación y su comportamiento dentro y fuera del terreno de juego.
El objetivo que se busca a corto, medio y, sobre todo, largo plazo es crear una marca con un alto valor añadido para los diferentes públicos que rodean al deportista, que le ayude a transmitir sus valores personales y profesionales, de forma coherente, que cimienten su marca personal, con valores perdurables en el tiempo y que puedan ser aprovechados incluso después de su vida deportiva.