Deja de postergar el éxito.
INTELINOVA SC
Servicios Integrales Especializados en Gobernanza, Administración, Procesos, Desarrollo Humano, TICS, Actividades Empresariales y Política.
Por Lizbet González
Llenarte de tareas pendientes y dejarlas para los últimos minutos o simplemente no hacerlas, es a lo que llamamos procrastinar, lo cual se ha convertido en un verdadero enemigo de la productividad de las empresas.
El hábito de posponer las cosas se convierte en un grave problema de manera personal y laboral que puede llegar a desencadenar diversos problemas:
- Acumulación de trabajo
- Pérdida de clientes
- Mala gestión del tiempo
- Estrés y cansancio
- Ambiente de trabajo negativo
- Baja en la productividad
Por ello, para evitar seguir postergando las tareas Intelinova te brinda los siguientes consejos que te ayudaran para mejorar tu calidad en el trabajo, así como crear una buena estrategia para que puedas evitar que el hábito se vuelva costumbre.
Haz uso de tu agenda: llevar anotaciones de tus pendientes, saber cuáles son más importantes que otras, además de dejar siempre espacios en blanco entre una tarea y otra, para así evitar tener que ir aplazando todo e ir con prisa.
Trabaja en metas pequeñas: la mejor manera de realizar la tarea pendiente puede ser fragmentar la tarea en acciones pequeñas durante el día, de manera que puedas ir avanzando poco a poco.
Evita distractores: las reuniones excesivas y largas, las llamadas, el uso excesivo de las redes sociales, para que así tu mente este enfocada en tus obligaciones.
Tomate pequeños descansos durante el día: tomar un descanso y calmarte para recomenzar tus tareas es clave, así como sumarle con el control de tu nutrición y hacer ejercicio.
En Intelinova sabemos que es difícil escapar de las garras de la procrastinación pues, para la mayoría de las personas evitarla requiere mucha atención y esfuerzo constante, sin embargo, al llevar acabo los puntos anteriores será de gran ayuda para lograrlo. Lo más importante es partir del conocimiento de nuestro ciclo personal de energía, organizar nuestro día a día, dejando para los momentos más enérgicos las tareas más arduas y para los momentos más bajos de energía las tareas más sencillas o rutinarias.