Maestría. Ser o no ser, ese es el dilema.
Mi nombre es Gianmarco, de profesión Ingeniero, tengo 46 años y por muchos años consideré que el valor del profesional está más orientado en la experiencia que en los títulos universitarios que tenga, será porque tuve algunas ingratas experiencias con personas que venían con los súper títulos y como se dice, “en la cancha” no daban los resultados esperados, considerando siempre que más pesa la acción que la idea de como resolver los temas.
Desde el año pasado consideré reinventarme, los 15 años trabajando en un gran corporativo ya no era suficiente para mi, sabía que hacia un buen trabajo, tenia los reconocimientos de mis líderes, tenían un sueldo seguro, pero sentía que necesitaba un cambio, planifiqué conscientemente mi salida con seis meses de anticipación, me fui preparando para el mercado, me convertí en Leadership Coach, luego encontré un programa Fred Kofman, VP de Google, de LinkedIn, entre otras, muy enfocado en Conscious Business Coach y encontré respuestas a esta reinvención.
Mi proceso de formación empezó enfocado a lograr mi nuevo ADN: “Asumir el riesgo de vivir mi propósito, poniendo mi talento al servicio de los demás”; me enfoque en mi desarrollo en liderazgo, personas y sus relaciones interpersonales, es ahí que llegaron temas trasversales como Agilidad, Management3.0, Mindset Agile, Cultura y Agilidad en Recursos Humanos, lo cual me permitió llevar mi talento como speaker en diferentes grandes empresas del mercado con talleres de Cultura, Liderazgo y Gestión del Tiempo.
El 31 de diciembre le dije adiós a una gran empresa, para abrirme paso a lo que buscaba, evalúe un poco el mercado y logré enfocarme en dictar talleres, pero quería más, extrañaba la relación con las personas, de verdad que si, hasta que me llegó una propuesta que cayó como anillo al dedo, ser parte del cambio cultural, en una mediana empresa de tecnología, desde el área de recursos humanos. Lo evalúe y acepte, quería tener un reto diferente y sobre todo sensible, al no tratarse de “recursos” si no de personas con la que interactuaría.
Es ahí donde cambia mi visión sobre las maestrías, pues, empecé por iniciativa propia a lograr una inducción por todas las áreas de la empresa, pasando por finanzas, contabilidad, tecnología, innovación, marketing y recursos humanos, descubrí que el mundo corporativo me permitió crecer muy enfocado en una función principal, pero me había perdido de muchas cosas en el camino y si bien es cierto siempre pensé ser un especialista, en este nuevo proceso, mi reinvención me exige no dejar de serlo, pero si conocer otras disciplinas que me generen mayor valor, no sólo como profesional, si no también como persona (muy enfocado en habilidades T)
En mi proceso de desaprender para aprender de nuevo, encontré una buena opción, toda vez que la plana de profesores actual me lideró en diplomados que cursé en otra universidad. Hoy dando una sesión de coaching, me encontré con una persona con el mismo dilema, ser especialista o generalista, la realidad me dice que debemos ser especialistas generalistas, de nuevo, habilidades T, entonces lo que busco de una maestría es continuar con mi desarrollo en lo que a personas se refiere, buscando mejorar mis habilidades de liderazgo, retándolas quizás con otro enfoque, conocer y aprender herramientas y técnicas que me ayuden a generar planes de negocios sustentables en un plan de inversión, que sean innovadores, viables y escalables, teniendo una visión holística de negocios que me lleven a buscar alianzas estratégicas con otras empresas, para lo cual es ideal desarrollar habilidades de negociación, enfocándome siempre de manera responsable en la salud financiera de la empresa.
Muchas de estas habilidades cross, como primer valor que veo, no tengo la menor duda que me ayudarán en una empresa o en un emprendimiento y serán indispensables para poder tomar decisiones adecuadas,- indistintamente que mi foco siga siendo personas y cultura -, además el segundo gran valor, que considero tambien muy importante, es que cumpliré el requisito para poder lograr otro de mis grandes sueños, ser profesor universitario, muy alineado con el objetivo de vida que tenemos algunas personas: trascender.
Una cosa mas, si realmente te sientes listo para llevar una maestría, listo en el sentido estar lo suficiente maduro para asumir el reto, aprovecharlo, sacarle el jugo a los profesores, exponer tu experiencia y aprender de los demás, entonces GO!
Aún tengo la mitad de mi vida para poder seguir enfrentando retos que me lleven a estar mejor preparado, que me ayuden, con humildad, a liderar conversaciones que tenga ahora con líderes de empresas con las que interactúo y porque no, ir más allá, llegando a dirigir una empresa formada en valores que aporte en el gran cambio que necesita el mundo.
Completamente motivado, ahora reanudo mi camino de aprendiz y lo empiezo de forma responsable para generar valor en las personas y en los negocios.