Manejo y cuidado de nuestra mente en tiempos de crisis.
Como profesionales en un mundo laboral altamente competitivo nos enfrentamos a situaciones de presión y estrés tales como: Indicadores de gestión que no cumplimos, jefes con los que no logramos empatía, compañeros abusivos, la misma pérdida de empleo o una crisis familiar que afecta nuestro rendimiento hasta el punto de afectar nuestro estado mental y nuestro cuerpo.
Hoy llega otra razón y es el brote de la enfermedad COVID-19, la cual ha resultado extremadamente estresante para algunas personas ya sea laboralmente activas o no. El temor y la ansiedad con respecto a una enfermedad puede ser agobiante y generar emociones fuertes tanto en adultos como en niños, sin importar la preparación o el nivel educativo.
El punto común a todos estos detonadores de estrés es la sensación de pérdida total del control, ya que lo primero que se fractura es la sensación de futuro, es decir lo que todo ser humano maneja inconscientemente como su fuente de motivación, el qué voy a hacer en el futuro, a dónde quiero llegar y cómo lo quiero lograr.
Debemos tener en cuenta que el manejo del pensamiento es la manera como apreciamos lo que nos está pasando. El flujo que sigue normalmente nuestra mente es: pensamiento, emoción y acción; es donde se generan todas esas reacciones de miedo, depresión, perdida del sueño, perdida del apetito y reacciones agresivas ante situaciones que en un ambiente normal no las generarían.
Al hablar con amigos y conocidos, he detectado que muchos estamos atravesando por situaciones de este tipo pero que en muchos el orgullo y el qué dirán no nos permiten reconocerlo o en situaciones muy críticas nos frenan en pedir ayuda. Pero quiero dar un parte de tranquilidad diciéndoles que todos hemos experimentado en algún momento de nuestra vida este sentimiento y no por ello somos menos o tenemos algún problema mental.
En la construcción de este escrito, decidí hablar con mi gran amiga, psicóloga familiar y coach personal, María Elena López, para obtener la perspectiva profesional sobre el manejo de estas situaciones, encontrando mensajes maravillosos y no muy difíciles de implementar sin importar cual sea el origen de este estado de crisis.
“Debemos asumir en la justa medida cada situación y eso no significa evadir la realidad, es simplemente aceptarla”. Entendí que La aceptación, es básicamente el no pelear con la realidad que estoy viviendo, entendiendo que es una situación extraordinaria que debo aceptar, ya que entre más acepto menos sufro, el aceptar es inversamente proporcional a sufrir ya que logro comprender que lo que estoy viviendo es una situación diferente que debo reconocer y ajustarme a ella, pero lo que si debemos recordar es que por negro que se vea, esto que estoy viviendo también pasará.
Los efectos que producen estas crisis los podemos reconocer en situaciones como estar sin aliento, sin capacidad para conectarme con actividades que hago cotidianamente, con una asignación o con una conversación. Muchas veces se experimenta un estado de agotamiento incalculable como quien hace mucho ejercicio sin calentamiento previo y esto obedece a que el cerebro en situaciones de estrés y tensión, libera unas sustancias conocidas como la adrenalina y el cortisol que son sustancias que te sirven para equilibrarte pero que al sentirse por largos periodos son dañinas ya que al situarse en los músculos generan esa sensación continua de cansancio.
Otros síntomas que también se experimentan son un deseo de dormir permanente o por el contrario un insomnio permanente y lo que en mi opinión es lo más grave, la falta de posibilidad de disfrutar es decir pasar las horas con una extraña sensación de no querer estar aquí y ahora. Todas estas sensaciones nos llevan a un escenario de tristeza que algunos experimentamos con un deseo de llanto o por el contrario un nivel de irascibilidad profundo.
Teniendo en cuenta que mi formación me lleva siempre que identifico un problema a querer plantear una solución a él, le pregunté cual seria su recetario para este tipo de situaciones, me contestó: “Yo lo llamo el Kit de primeros Auxilios emocionales” los cuales me explicó detalladamente.
1- Comprender mi situación y aceptarla, pero aún más importante es reconocer los efectos que se generan en mí.
2- Hacer ejercicio aeróbico diario como mínimo por 20 minutos ya que al ejercitarnos liberamos otras hormonas en algunos casos llamadas las hormonas de la felicidad, la serotonina, endorfinas, oxitocinas.
3- Proteger el sueño, ya que la falta de sueño puede resultar en algo más grave
4- Comer bien, de forma regular y lo que nos guste
5- Hacer algo gratificante al día, un crucigrama, armar un rompecabezas, pintar, leer o jugar algo.
6- Manejo del pensamiento positivo que, aunque suene muy fácil tal vez es la acción más difícil de lograr. Aquí es crucial entender que lo que no puedo controlar lo debo desechar, es decir no angustiarme.
María Elena también recalcó: “Necesitamos aprender a tranquilizarnos a nosotros mismos, saber encontrar la calma dentro de la tormenta. Hacerlo nos da confianza en nosotros mismos y la certeza de poder sostener las dificultades de la vida. También nos saca de una relación de dependencia si recurres a los demás cada vez que tienes un problema”. No es que no necesitemos de otras personas para calmarnos, al contrario, mi contacto con las personas que quiero ya sea un amigo o un familiar, es el primer paso y el más efectivo para calmar nuestro sistema nervioso, pero necesitamos también saber cómo tranquilizarnos a nosotros mismos.
Hoy mi aprendizaje es que lo más importante en tiempos de crisis es poder identificar, aceptar y convertir la causante de mi estrés en mi mayor motivante para lograr estar bien conmigo misma, en esta y en otras situaciones. Lo importante es no distraernos, narcotizarnos o quejarnos echándole la culpa a los demás de lo que nos pasa, sino tomar nuestros recursos internos y hacer el cambio.
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4 añosPatty super oportuno por lo menos para mi, es difícil reconocer y aceptar estas situaciones. Gracias por compartir
Digital and Media Manager | Estrategia Onmicanal | Ecosistema Online & Offline | Marketing | MARCOM | Marketing Manager
4 añosTodos lo vivimos y no nos atrevemos a decirlo en muchos casos. Se nos ha enseñado que en nuestro entorno laboral debemos ser casi que de piedra y nunca darle cabida a la vulnerabilidad. Y llega algo más grande que no distingue entre personal o laboral y nos afecta como un todo y nos recuerda que en lo sencillo de la vida está la respuesta. Gracias porque este escrito llega en el momento indicado para mi, y me recuerda que son esas pequeñas acciones que planteas, las que no deben faltar para lograr sobrellevar esta situación. Gracias Patty.