Mantener la cultura en tiempos de crecimiento

Mantener la cultura en tiempos de crecimiento

Directoras y directores de Recursos Humanos, ¿cuántas veces repetís las palabras ‘cultura empresarial’ en una jornada regular de trabajo? Si tu respuesta ha sido ‘he perdido la cuenta’, entonces entiendes por qué en los últimos años se ha convertido en una de las principales inquietudes de nuestro departamento, sobre todo si estás pasando por un periodo de crecimiento donde las incorporaciones entran de dos en dos. O de diez en diez, como ha sido en nuestro caso. 

Para aquellas personas que no estén familiarizadas con el concepto, se podría resumir como el conjunto de valores, ideales y objetivos que comparten todas las personas que forman parte de una empresa. Cada una tiene los suyos y son, precisamente, los que marcan la diferencia entre las diversas compañías del sector. 

Debemos ser conscientes de su naturaleza intangible, da igual si la cultura de nuestra empresa está escrita en cada bio, en la web o descripciones de diferentes plataformas. La cultura empresarial se construye gracias al día a día, a las costumbres, al modo en que se enfrentan diferentes situaciones y las relaciones creadas entre las personas que trabajan en ella. No es permanente, pero debe ser permeable y estar siempre abierta al cambio y la innovación.

Como ya he comentado anteriormente, en Sesame hacemos las cosas diferentes. Y eso queda claro desde el primer contacto con cualquier persona. El mío, por ejemplo, es algo que nunca olvidaré cuando aterricé en lo que aún se podía considerar como una pequeña y acogedora empresa. Me quedaré con este último término, porque tiene gran relevancia en nuestra historia.  

Quizás la parte que marca mejor la diferencia de nuestra cultura es que incluso tras casi triplicar la plantilla, las paredes de Sesame siguen siendo tan acogedoras como el primer día, y la razón de que esto siga sucediendo es la forma en que todas las personas -tanto las antiguas, como las más recientes incorporaciones- compartimos los mismos valores que sustentan nuestra cultura basada en el compañerismo, las ganas de crecer y la pasión por innovar. 

En época de crecimiento tener una idea bien definida del tipo de persona que queremos en nuestros equipos, es tan imprescindible como tener claros cuales son los valores e ideales que componen nuestra cultura. Sin lo segundo, será difícil diseñar el “candidato tipo” que se ajuste al modo en que trabajamos, no buscamos estrellas, buscamos personas súper profesionales que quieran ser compañeras, que arrimen el hombro y no teman a los retos. 

Para una empresa como Sesame que apuesta por el futuro, la innovación y las personas, contar con talentos que dejen las individualidades en la puerta y sepan luchar como equipo, que persigan mejorar cada día y crecer continuamente, y cuyas mentes no encuentren límites, sienta como tener un buen candado para la bici, sabes que puedes dormir en calma porque no te llevarás una desagradable sorpresa por la mañana. No encuentro mejor satisfacción que la de saber que no solo hemos conseguido mantener nuestra cultura, sino que además la hemos enriquecido con cada nueva incorporación.

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