Manuscrito de Una Novela Que Podría Llegar A Ser

Esta novela consiste de tres historias: la balada de Taita Jaguar, la balada de las Cuatro Amigas Caraqueñas y la balada de Los Tres Reyes Magos.

Taita Jugar un día cobra conciencia en el plano astral. Es la cristalización de millones de almas de guerreros de la selva amazónica. No recuerda bien su origen. Llega a entender que es su misión cazar los fantasmas que plagan América para así sanar las emociones negativas de los humanos y curar la selva amazónica, que está en peligro de deforestación. 

Le acompaña Taita Conejo, anterior adversario de Taita Jaguar. Su compasión y humor vendrán bien para hacerle contrapeso a la ferocidad de Taita Jaguar. Taita Jaguar es a la vez sabio y poderoso. Sin embargo, puede dejarse llevar por la rabia a veces, por lo que termina haciendo cosas que no le habría gustado hacer.

Mientras tanto, en Caracas, una ciudad de Colombeya, hay un grupo de cuatro amigas conociéndose en la Universidad Central de Venezuela. Colombeya es el nombre de la organización multilateral que agrupa a todos los países con territorio en la selva amazónica como uno solo. Es una especie de Mercosur o Comunidad Andina.

Colombeya está conformado por: Ecuador, Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, Brasil, Guyana, Surinam, Guyana Francesa y Argentina.

Las cuatro amigas de Caracas son Ascensión, Soledad, Estrellita (Stella) y Luna. Cada una representa los astros más importantes al momento de dibujar una carta astral. Ascensión (La posición de la tierra, el Ascendente), Soledad (Sol), Estrellita (El resto de las estrellas), Luna (La Luna). Cada una viene de carreras distintas y se conocen en el auditorio de humanidades, cursando la optativa “apreciación musical”.

A las cuatro les gusta la música y deciden formar una agrupación musical. Se les presentan varios desafíos propios de su edad: noviazgos, dolores menstruales, embarazos o prevención de embarazos, consumo de drogas, alcohol, fiestas, aprobar las materias, graduarse, decidir si seguir con la música o con la carrera que estudiaron, etc.

Nella Rodríguez es estudiante de 2do año diversificado de un colegio de Altagracia de Orituco. Quiere estudiar Derecho, Arquitectura, Economía, Negocios, Estudios Internacionales o Política. Se muda a Caracas, donde es aceptada en la Universidad Central de Venezuela. Desde ahí, inicia su vida independiente, viviendo en una residencia.

Vive del dinero que le envían sus padres, aunque eventualmente necesita comenzar a trabajar. Logra recaudar algún dinero mediante la venta de trajes de baño de una marca de una amiga. En la universidad, conoce a un novio, a quien ama profundamente.

En su segundo año de carrera, la universidad comienza a tener complicaciones. Se convocan varios paros para aumentar los salarios de los profesores. Estos interrumpen el progreso académico de Nella. Además, la situación económica del país va empeorando, por lo que se hace más difícil seguir estudiando y trabajando. El novio de Nella decide irse del país y la deja.

Nella entra en una profunda depresión. Regresa a casa de sus padres, ya que vivir en Caracas se había hecho insostenible. En su casa materna, se deprime aún más. En su delirante estado depresivo, tiene una visión en la que conoce a Taita Jaguar. Este le ayuda a superar su enfermedad derrotando a los fantasmas que están chupando su energía.

“¿No ves? ¿Para qué los has dejado entrar? Los fantasmas de la pereza, la depresión, la codicia y la enemistad. Están aquí porque les das de comer.”

Nella descubre que sobre el país se ha echado un oscuro hechizo. Desde su hogar y curando su depresión, está derrotando una parte de ese hechizo poderoso.

“Cuando sea lo suficientemente fuerte, iré tras los espectros grandes” dice Taita Jaguar “Ahora, Nella, necesito que tu cuides de ti para mantener a salvo a tu gente.”

Taita Jaguar se le acerca a Nella en un sueño.

“Nella, no puedes seguir así. Tu gente te necesita.”

“¿Qué gente? Esto es un todos contra todos. Nadie se quiere.”

“Empieza por quererte a ti misma. Eso es todo lo que se puede razonablemente esperar de un ser humano.”

“¿Qué?”

“Queriéndote a ti misma, por retruque, redundará en amar a los demás. No tienes que salir a salvar el mundo. Desde los confines de tu propia mente puedes comenzar a cambiar.”

Varios fantasmas están apegados a Nella. Desde las protestas, se movieron muchos espíritus, cadáveres y ritos oscuros. En las protestas masivas a las que asistía la gente, se le colocó un hechizo de chupar energías a todos los asistentes. Varias estructuras y edificios han sido colocados estratégicamente para bloquear la energía.

“¿Qué tengo que ver yo con todo eso?” Pregunta Nella

“Al liberarte tú de tu ego, das la oportunidad a otros para liberarse. Es algo así como que abres el espacio para que otros puedan florecer, similar a la manera en que yo lo estoy haciendo contigo.”

“Pero tu no eres humano.”

“Soy producto de la cristalización de todas las almas guerreras de esta tierra. No tengo cuerpo físico, pero sí cuerpo sutil. Alguna vez fui humano, en cierto sentido. Aunque carezco de cuerpo material, somos parecidos a ti en otras maneras. Tengo emociones, y tengo presencia en este mundo, aunque no sea de la manera ordinaria en que estás acostumbrada a entenderla. Tú también tienes un cuerpo sutil.”

“¿Qué debo hacer para quitarme estos fantasmas de encima?”

“Lo primero es dejar de alimentarlos. Comen tus emociones negativas. Estas emociones no tienen nada de malo, per se, es su exagerada producción en detrimento de la salud y las emociones positivas que causa estragos. Debes saber que no estás enteramente en control de ti. Estos fantasmas promueven pensamientos que generan estas emociones, el exceso el cual se comen. Ellos no pueden alimentarse de amor y gratitud… cuanto más amor y gratitud generes, más libre serás.”

“¡Me llena de rabia saber que estoy siendo manipulada!”, exclama Nella.

“Al llenarte de rabia, generas más alimento para los fantasmas. Suena contrario a lo que estás acostumbrada. Crees que vivir es de una manera. Estás condicionada a seguir ciertos patrones de comportamiento. En ese sentido, tienes la “programación” de una venezolana de tu generación.”

Nella Rodriguez vive en Caracas. Toma el metro y las camionetas. Tiene una bicicleta con la que se pasea. No es su forma de transporte principal, aunque le sirve para ir a clases, ocasionalmente. Vive en una residencia de Bellomonte. Todavía no sabe qué es lo que estudia en la Universidad Central de Venezuela, si acaso es Medicina, Arquitectura, Derecho, Economía, Sociología, Ciencias Políticas o Estudios Internacionales.

Viene de Altagracia de Orituco. Para pagar sus gastos, recibe una mensualidad de sus padres así como vende prendas de ropa de un emprendimiento de unos amigos. Es mucho trabajo, entre eso y estudiar. Afortunadamente, la universidad está subsidiada, al igual que el agua, la electricidad, la gasolina y casi todo lo que consume debido al control cambiario. Ahora no se da cuenta de lo afortunada que es.

Afortunada es quizás una manera ambigua de decirlo. ¿Es afortunado quien vive usando muletas, sin saber que está usando muletas, y que se encuentra fundamentalmente lisiado? Al quitarle repentinamente las muletas, caerá estrepitosamente. En ese caso, ¿Es una bendición salir de la ignorancia, o es una maldición ahora estar sufriendo?

Casi no tiene oportunidad de recuperarse. Tal era su dependencia a las muletas, que no puede hacer el más mínimo movimiento sin ellas. Su dilema ahora es doble, pues ahora debe enfrentarse al espectro del pesimismo, la rabia, la culpa y la depresión. Podrá permanecer en el suelo por meses, años ¡Sin darse cuenta de que lo que vivía antes era un estado subóptimo! Ha vivido tanto tiempo con muletas que cree que la normalidad es tenerlas, y en su concepto de realidad, lo es. No tiene otro punto de comparación.

Pronto, y de manera repentina, las muletas de Nella se esfumarán debajo de ella. No entenderá lo que sucede. Buscará culpables. Los encontrará. No solucionará nada así.  

Nella Rodríguez se encuentra en la Escuela de Estudios Internacionales. Asiste a una convocatoria de una delegación de Modelos de Naciones Unidas. ¿Quién más está aquí? Una agrupación variada de estudiantes de todas las escuelas de la universidad. Todos están deseosos de ser los próximos escogidos para viajar a una prestigiosa universidad extranjera.

“No debería estar aquí” piensa Nella “Ya tengo bastante qué hacer con las materias que estoy cursando y el trabajo”

Sin embargo, la curiosidad la está matando. Nunca ha viajado fuera del país, y conseguir una visa mediante la competencia de debate le permitiría conocer a Los Estados Unidos. ¿Cómo será la vida allá? En las películas se ve tan bueno.

La multitud de estudiantes se va acumulando en el pasillo. Esperan a que los organizadores les indiquen qué hacer. Hablan. Comparten.

“¡Nella! Qué sorpresa verte por aquí.” dice una voz dulce y redonda como una oblea

Nella torna la mirada hacia la voz para ver la cara risueña de Soledad, con sus rizos dorados.

“¡Sol!” Nella exclama estática de conseguir a su amiga “¿Qué haces tú aquí?”

“Soy parte del comité organizador. Soy consejera académica de la delegación”

“Yo vine a presentar los exámenes”

Sol sonríe una medialuna plena de dientes perlados “Me alegro mucho. Espero que te vaya bien. ¿Te imaginas que quedes? Estaríamos viajando juntos”

“Sería fantástico, Sol” Dice Nella y se toman de manos momentáneamente.

“Te dejo, debo ir a organizar unos detalles antes de abrir las puertas del salón” dice Sol, y se escurre detrás de una puerta del pasillo.