¿Maradona o Messi? Talento, pasión y trabajo

Esta edición de INfluencia dedicada al deporte coincide con el festejo de los 10 años de Les Argentins. Juntando 10 con deportes y Argentina, es inevitable hacerse la pregunta sobre cuál es el mejor Nº10 argentino: ¿Diego Armando Maradona o Lionel Messi? Y ¿qué peso tienen en el deporte y la creatividad el talento, la pasión y el trabajo a la hora de ser un número uno?

-“Oh. ¿Argentina? ¡Maradona!” Así se iniciaba toda conversación cuando uno viajaba al exterior.

Empezaba sobre fútbol, y seguía con la mafia, la droga y los escándalos. Pero hace unos años eso cambió por: -“Oh. ¿Argentina? ¡Messi Messi!” Mientras surgía la pregunta del millón: “¿Messi o Maradona?, ¿Maradona o Messi?, ¿Quién es mejor?”

La pregunta excede al fútbol. Habla del talento argentino. Del que nace en un país, del que se exporta y llega a ser para el mundo entero. Habla de cómo actúa ese talento fuera de lo estrictamente profesional. Y de lo que es una de las claves del éxito tanto en el deporte como en cualquier profesión: la relación entre talento, pasión y trabajo.

En el deporte y en la comunicación a la gente talentosa se la podría dividir entre los que nacieron tocados por los dioses y los que a pesar de su gran talento trabajan muy duro para lograr lo que quieren. La mayoría de nosotros diría que quienes pertenecen a los tocados por los dioses ponen más pasión que trabajo y que esa pasión no puede ser controlada. En consecuencia se les debe perdonar ciertas transgresiones. Del otro lado, están los que tienen que trabajar duro para sobrepasar dificultades y así desarrollar su talento al máximo.

No se ocupan de comunicar apasionadamente sus talentos sino que dejan que su talento hable por sí mismo.

El tema de cómo vemos a Maradona o Messi poco tiene que ver con el talento, la pasión o el trabajo que pone cada uno en lo que hace. Es, sin embargo, un tema pura y exclusivamente de comunicación e imagen.

Las grandes hazañas que lograba Maradona en el fútbol competían por espacio en los medios con los escándalos que generaba en su vida privada. Fue uno de los primeros Rock Stars del deporte, una figura que trascendió lo estrictamente deportivo para llegar a ser una mega figura que aparecía en las revistas o en los diarios haciendo declaraciones sobre política y religión.

El Maradona del fútbol nos unía a Diego, pero el Diego de su vida privada nos alejaba de Maradona.

En cambio a Messi, a pesar de su enorme talento, en Argentina se le recrimina que no tiene pasión… que es un pecho frio. Si uno lo vio jugar alguna vez se da cuenta que su tiempo en la cancha es pura pasión: no simula fouls, no da por perdida ninguna pelota y dentro o fuera de la cancha no pelea públicamente con quienes lo critican, no se queja de los árbitros, de los comentaristas o de la FIFA. Sólo juega.

El tiempo dirá quién queda como el número 1 en la historia. O si aparecerá un tercero… Pero para nosotros, Les Argentins, una agencia que reúne el talento, la pasión y el trabajo de muchos, la lección es clara: al talento hay que trabajarlo. No alcanza con tenerlo, hay que ejercitarlo duro para mantenerlo y mejorarlo. Al trabajo hay que ponerle pasión. Sin pasión, sin amar lo que hacemos, sin tener ganas de hacerlo mejor, no se llega. Y a la pasión hay que gritarla. No alcanza con hacer lo mejor, hay que dejar claro porqué uno lo hace. Si no la gente puede pensar que el resultado es pura suerte. Un capricho de los dioses.

Consulta el artículo original en la revista INfluencia.