Me amo sí, pero también te amo
Sandra Cabrera
Coach Ejecutivo y Agile Coach. Consultora Empresas B. Me apasiona ayudar a los lideres de las empresas a expandir sus capacidades. Una de mis fortalezas es la Gestión y la Planificación Estratégica.
Este artículo es un llamado a recordar el primer amor. Ese que nos trajo hasta acá en nuestro emprendimiento.
Amo mi proyecto, amo el propósito de este proyecto, amo las soluciones que les va a dar a las personas! Amo haber sido yo, la que lo llevo a la luz. Amo que solucione este X problema. Amo impactar al mundo y dejar un granito de arena positivo en la sociedad.
Como no voy a amar mi emprendimiento, si sufri horas de desvelo para darle forma, me perdí muchas salidas para trabajar en él. Le puse sudor, amor y más sudor, hasta que por fin! Hoy, puedo verlo surgir!
Todos los emprendedores tenemos ese amor por dentro que nos hace explotar el corazón! Nuestros emprendimientos son como nuestros hijos, pero...
Siempre hay un pero en estas cuestiones del amor. Nos suele suceder que nos desviamos del objetivo que le dio nacimiento a nuestro proyecto.
Es que es tan lindo! La adrenalina del inicio, las expectativas, elegir todo lo necesario para que nuestro producto o servicio refleje todo lo que soñamos como marca. Es tan lindo! Recibir a nuestros primeros clientes, impactar sus vidas, verlos irse con una sonrisa en la cara!
Un suspiro sale de mi, al recordar ese primer amor en mi proyecto. Pero...
El amor llega con obligaciones, desvelos, cuentas por pagar, cuentas por cobrar, logistica, planificación, atención, redes sociales, publicidad, marketing, proveedores, uf y tantas cosas más! Tanto que ya ni nos acordamos porque nacimos! nos desviamos de lo importante, nuestro amado cliente.
El que nos va a ayudar a expandir los horizontes de nuestros sueños, que nos va a empoderar y va a validar nuestro producto o servicio. El que le va a dar sentido y agradecimiento a aquello que hacemos.
En definitiva, ese otro al que amamos tanto, que creamos un producto para mejorarle la vida.
¿Parece obvio no? Cómo me voy a olvidar del cliente! Bueno, es fácil y te cuento cómo.
Si nos enfocamos en los resultados y pasamos por encima de las necesidades de nuestro cliente.
Recomendado por LinkedIn
Si nos enfocamos en nuestro producto por encima de nuestros clientes.
Si nos enfocamos en las ventas y estas se vuelven más importantes que nuestro cliente.
Si no prestamos atención a la etapa de post venta y sólo nos focalizamos en la compra.
Cuando nos olvidamos del servicio de atención al cliente sin considerar atenderlos de una forma amorosa y cordial cuando nos envían un mensaje y nos enfocamos en que quede linda la foto de Instagram o que el reel salga perfecto para que puedan ser atraídos más clientes.
Si automatizamos toda el área de servicio al cliente y nos alejamos del calor y calidez de la atención personalizada.
Y mil detalles más que nos hacen perder! Es que es muy fácil desviarse del norte de lo importante que nos hizo nacer, del propósito y el fin de aquello que hacemos.
Los felices beneficiarios de nuestras soluciones. Nuestros clientes. Quedan en segundo plano por tantas obligaciones diarias que tenemos como emprendedores.
¿Sabías que es de 5 a 10 veces más costoso conseguir un nuevo cliente que fidelizar a uno existente?
Cuidemos todos los procesos para poder ofrecer una experiencia completa a nuestros amados clientes. Que se sientan bien desde que llegan hasta que se van, compren o no. En marketing sabemos una cosa: Hay clientes que te pueden visitar hasta 7 veces antes de comprarte algo e incluso si tu producto o servicio es de ticket alto, pueden llegar a pasar meses!
Mantener el norte es nuestro mayor desafío. Deleguemos si es necesario, pero no descuidemos lo más importante a nuestro cliente, socio y amigo.
Gracias amado cliente! Si yo como empresa existo, es por ti.