Me olvidaré de ti

Con esta contundente frase se despidió Jan Jacob Stam del último taller en su rol de organizador. Y la verdad me pareció una manera muy vulnerable de cerrar su etapa profesional, recordándonos que todo es temporal, que nada es permanente y que las relaciones humanas son efímeras.

Tendemos a pensar que nuestra vida es permanente, que la pantalla donde estas ahora leyendo este artículo seguirá ahí, que el coche que usamos arrancará siempre, que la casa en la que vivimos no se deteriora día tras día. Pero el tiempo pasa y si pudiésemos acelerarlo con un dial por semanas, por meses, por años, por décadas, por siglos ese objeto dejará de estar ahí, será sustituido o desechado por completo.

"La arquitectura es siempre una modificación temporal del espacio, de la ciudad, del paisaje. Creemos que es permanente." Jean Nouvel

De igual modo ocurre con las relaciones personales, tu pareja, tus amigos, tu familia sólo te acompañará durante un tiempo vital limitado y lo olvidamos constantemente.

Además no todos recordamos de igual modo, no todos percibimos y valoramos a los demás de una forma uniforme. La memoria, las relaciones, los compromisos, los valores son muy subjetivas y liquidas. Por ello nuestras expectativas nos avocan a la frustración.

Hace poco descubrí que mi manera de visualizar imágenes en mi mente y de recordar hechos autobiográficos son diferentes a la mayoría de las personas. Realmente fue en 2007, mientras estaba aislado recibiendo quimioterapia para vencer la Leucemia, cuando me dí cuenta de que mi manera de relacionarme era diferente.

Ese darme cuenta fue la razón por la que en 2012 me anime a comenzar un camino de transformación en torno al desarrollo personal. En ese momento, ese "deficit" me vino muy bien para sostener con mayor facilidad un aislamiento social completo en un momento vital muy intenso. Pero hace muy poco me tope con las etiquetas que ahora me sirven para identificarme con otras personas tan diferentes como lo soy yo en esas areas.

"La 'aphantasia' es la condición por la que una persona no es capaz de crear imágenes mentales y visualizarlas, tan solo puede percibirlas por los sentidos. Afecta a algo menos del 3% de la población y muchos de los que la padecen tardan varios años en darse cuenta."

"Las personas con síndrome de deficiencia severa de memoria autobiográfica (o SDAM por sus siglas en inglés) pueden aprender y retener información nueva, pero esa información carece de la riqueza de la experiencia de la vida real."

Para los más curiosos os dejo este vídeo donde podéis profundizar en estos temas, pero lo más importante para mi es que no lo vivo desde la carencia. Lo vivo como algo que me ha permitido desarrollarme de forma diferente y por lo tanto me permite aportar al mundo una mirada complementaria y poco común.

Ahora mismo me imagino que tendréis muchas preguntas y las respuestas son más comunes de lo que imagináis. Por ejemplo, cada vez que comparto con alguien que soy bisiesto (nací el 29 de febrero de 1976), automáticamenta la pregunta que emerge es:

"¿Cuándo celebras tu cumpleaños?"... pues como tú, el día que mejor me encaja durante la semana para poder quedar con mis amigos o familiares.

Lo mismo ocurre con las preguntas que imagino que os han emergido al leer las definiciones de Aphantasia:

"¿Y cómo puedes no visualizar una imagen al cerrar los ojos? ¿Entonces no serás capaz de imaginar o crear cosas?"... pues es cierto que no "veo" imágenes en mi mente, pero soy muy creativo, es más mi primera experiencia profesional fue como arquitecto y he diseñado edificios, algunos de los cuales se han construido en el mundo real.

En cuanto al SDAM:

"¿Entonces no recuerdas los hechos más importantes de tu vida?"... si los recuerdo, pero no como tú, tengo un recuerdo más abstracto, más literal, menos emocional... y lo note hace tiempo, porque al compartir momentos extremadamente duros de mi vida, mi relato, desde donde yo lo puedo compartir... no generan el impacto emocional que otra persona sería capaz de transmitir. No los revivo desde la emoción, aunque si los viví con emoción en ese instante.

Hoy me apetecía mostrarme como soy, vulnerable, y reforzar el mensaje de que yo también me olvidaré de vosotros, como vosotros os olvidareis de mí.

Cuando alcancemos la era de la Eudaimonia habremos integrado que el olvido es parte de la relación con el otro, que no es mi obligación recordarte, ni nadie me debe esa obligación. Que estamos de manera temporal construyendo infraestructuras temporales para desarrollar relaciones temporales que nos permitan desarrollarnos como sociedad hasta que llegue nuestro fin. Y esta bien que así sea.