Me quedo sin batería
Agotados. Así se sienten ocho de cada diez trabajadores del mundo. Una abrumadora mayoría de empleados (81%) están exhaustos tras dos años de pandemia, teletrabajo e incertidumbre laboral. Los datos surgen de una encuesta que elabora una prestigiosa firma de recursos humanos en la que se pone de manifiesto el deterioro de las fuerzas de los asalariados respecto al año anterior. De hecho, en Europa, cerca de la mitad, afirman sin rubor alguno, que no están satisfechos con su empleo.
Si hacemos un cálculo rápido, un adulto pasa por lo menos un cuarto de su vida activa trabajando. Al mismo tiempo, los científicos de la salud nos llevan avisando con estudios longitudinales que ese descontento deriva en estrés laboral con gravísimas consecuencias para la salud. Está claro que estos razonamientos han pesado en los más de 50 millones de empleados en los Estados Unidos que desde hace un año presentan su renuncia para buscar un mejor trabajo. En España, y son datos de un directivo de Linkedin, el 60% de los empleados busca cambiar de empresa.
Pero por favor, no quiero que ahora te precipites y pidas la cuenta a tu superior. Estamos en España y nuestro mercado laboral no es tan dinámico como el americano. Al mismo tiempo, tienes que saber que, aunque te sientas como si la batería esté casi agotadaia , igual no tiene del todo la culpa tu empleador. Esa sensación de cansancio, falta de fuerzas y fatiga al afrontar cada día de trabajo, en el mes de mayo, se llama astenia primaveral. Y se pasa sin necesidad de decirle al jefe que no le soportas ni un minuto más.
Este año la astenia ha encontrado un aliado para inocularse en la fuerza laboral: el agotamiento pandémico. Son dos años muy largos de crisis que para colmo la guerra de Ucrania los ha alargado con mayor incertidumbre si cabe. Cientos de miles de españoles van cada día a trabajar pensando que pueden ser despedidos, otros tantos que no saben si la semana siguiente el ERTE se acabará. Por no hablar de los teletrabajadores que, tras tanto tiempo sin ver a colegas de oficina, están perdiendo la conexión emocional con sus compañías. Jóvenes precarios que ven pasar reformas laborales, pero siguen sin un horizonte de promoción por el maldito virus. Familias que asisten atónitas a que los colegios sigan con horarios que exigen malabares a los padres para conciliar trabajo e hijos.
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La primavera pasará y también el virus y la guerra, pero tu no puedes quedarte sin pilas. Hay que recargar las baterías para afrontar nuevas crisis y nuevas astenias que seguramente vendrán. Cuando las pilas se gastan hay que cambiarlas, si la batería flaquea urge buscar un enchufe. A ti te toca saber qué es lo que te hace que tú energía suba y se acerque al 100% y así evitar que el cansancio te confunda y acabes tomando decisiones equivocadas. Mientras lo piensas, las vacaciones de verano ya no están muy lejos, por suerte.
Iñaki Ortega es doctor en economía
NOTA: Si la astenia no te lo impide, me encantaría que asistas esta semana a la presentación de mi nuevo libro:
PMO - Program & Project Management
2 añosSi ahora las personas (y las empresas) están agotadas, a ver qué ocurre el año que viene después de subir tipos y dejar de comprar bonos (¿veremos la prima de riesgo real de España?)... "agárrense los machos" que lo peor aun no ha llegado.
Director de departamento de Ingeniería y Proyectos/ Mentor/ Generador de Contenido sobre ciencia y cultura..
2 añosLiteral, de principio a fin Iñaki Ortega Cachón. Gracias por escribirlo.
Director General de Fundación FDI | Socio fundador y Co- CEO de Sinopsis Vuvuzela. Presidente de FMDDF.
2 añosAgotados los trabajadores, pero también los empresarios. Creo que la reflexión, desde un punto de vista geo-político global y focalizada en España, no se debe centrar sólo en el trabajador para ser justos. Los responsables de las entidades tampoco pasan sus mejores días con dos años de escenarios cambiantes.