¿Medicina y ChatGPT es posible?
El famoso ChatGPT se encuentra desarrollando su nueva versión, denominada GPT-4, que funciona un 40% mejor que su versión anterior (GPT-3.5), con respuestas fácticas basadas en evaluaciones internas de OpenAI. Esto significa que GPT-4 podrá manejar instrucciones más matizadas y confiables, con resultados creativos y teniendo mejor rendimiento en puntos de referencia y exámenes simulados diseñados para humanos. Un ejemplo de esto es como ha rendido ante el Programa de Autoevaluación de conocimientos Médicos, un 75% de éxito ante 53% logrado por humanos.
Dentro de los posibles usos en el campo de la medicina, destaca su implementación en tareas administrativas como asistencia en consultas médicas automáticas. Al contar con tecnología capaz de aceptar y procesar más de un tipo de “prompts” o entradas, GPT-4 puede brindar contexto a imágenes enviadas analizándolas y clasificándolas. Esto es ideal a la hora de transcribir recetas médicas hechas a mano, o incluso para ayudar a pasar registros médicos de papel a formato digital.
Como mencionamos anteriormente, al ser más confiable en proporcionar respuestas fácticas, los pacientes pueden recibir una descripción general de las condiciones médicas, aunque no sea tan experto en los detalles, sirve como un manual para educar al paciente. Obviamente esto no es una alternativa a una visita médica y el paciente siempre debería asistir a un profesional ante dudas respecto a la salud.
Usado por médicos, esta herramienta le da una mano para resumir historiales médicos de un paciente, brindando descripciones generales en las vías de tratamiento disponibles. Por otro lado, la IA tiene la capacidad de resumir notas clínicas para integrarlas en registros médicos digitales. Esto ahorra grandes cantidades de tiempo para que el profesional pueda dedicarse a sus pacientes y ofrecer un toque humano en las consultas realizadas.
Como si fuera poco, GPT-4 sirve como herramienta educativa para doctores y profesionales de la salud, pudiendo mantenerlos actualizados de investigaciones médicas y científicas resumiendo extensos artículos académicos y resaltando puntos claves para agilizar el estudio. Hay que tener en cuenta, cómo toda tecnología emergente, que aún necesita ser pulida en ciertos aspectos, sobre todo en las referencias que ChatGPT ha usado al describir artículos académicos.
Queda esperar unos meses para ver realmente su aplicabilidad real, pero si lo que promete puede cumplirse, mejorando lo que ya hoy en día se logra, las posibilidades de mejorar rendimiento, capacitación y resultados podrían ser históricas.
Es curioso como chatGPT utiliza patrones para dar un resultado basado en la información que va descubriendo cada caso. Me hace recordar mucho a cuando te diagnostican sin hacer pruebas médicas… simplemente correlacionando síntomas. Totalmente posible y mejorable