Medidas contra la Covid: no son lo que limitan sino lo que COMUNICAN
Estamos despreciando la importancia de la COMUNICACIÓN en la gestión de la crisis de la Covid-19 en España. Funcionar con micromedidas en microterritorios que varían cada semana solo genera confusión y agonía. Se elimina el que es, a mi criterio, el poder más importante de la medida: no lo que limita sino lo que comunica. Veamos un ejemplo. Cuando se nos confinó en nuestras casas, el mensaje de fondo estaba claro: "La situación es muy grave". Sin embargo ahora, con muchas variables de la epidemia superando a las de marzo y abril, la sensación generalizada es de que "estamos casi haciendo vida normal, la cosa no estará tan mal". Y andar discutiendo (miedosamente) si en determinada provincia adelantamos o retrasamos una horita el toque de queda, lleva a pensar a muchos ciudadanos: "Si los bares están abiertos es porque no serán tan peligrosos... Qué más da una horita más o menos. Lo que quieren es jodernos... ¡A ver cómo hacemos para saltárnoslo!". De esta forma, medidas pensadas para protegernos en realidad nos desprotegen.
Hemos olvidado también la importancia de la DIDÁCTICA. Durante el confinamiento, cuando las decisiones y la información estaban centralizados, se nos transmitió con eficiencia la importancia de usar mascarillas, lavarnos las manos y mantener la distancia de seguridad. El mensaje caló en la mayor parte de la población. Pero ahí nos quedamos. La desescalada y la descentralización de la gestión, la etapa delicada de verdad, no han venido acompañadas de una comunicación eficaz de lo que ahora necesitamos saber: cómo ventilar, cómo charlar con amigos, cómo compartir mesa, cómo actuar en el trabajo, en un ascensor, por qué es mejor quedar con 4 personas que con 8... ¡o cómo dar alternativas de ocio y esparcimiento seguro a los jóvenes! (cada vez más de ellos quemarán contenedores y destrozarán escaparates como válvula de escape)
Entonces, ¿qué pediría? Lo que intuyo que están haciendo otros países europeos. El gobierno centraliza la gestión, "se come el marrón" de tomar decisiones contundentes y con algo de anticipación (mejor una vez colorao que ciento amarillo) y se esfuerza por trabajar a fondo los mensajes clave y los recursos económicos para ayudar a la gente. La oposición, los territorios y los ciudadanos admiten que es una situación muy difícil de gestionar, totalmente nueva, y apoyan en lo que pueden.
No sé si somos más o menos cívicos que nuestros vecinos comunitarios, pero sí creo que nuestros dirigentes pueden hacer mucho más por construir el civismo que nos pueda faltar. Con comunicación, didáctica y EJEMPLO.
Coordinadora de proyectos en Despiertoos
3 años¡Muy buen artículo! 👏
Gerente ventas / Gerente Operaciones / Director Logística (Nivel país, Latinoamérica o Américas)
4 añosTotalmente de acuerdo, ademas de que el contenido de la comunicacion debe ser sustancial, es igualmente importante como se comunica