Megaestructura en la Luna: ¿Qué hay de verdad?.

Esta semana se ha hecho viral las declaraciones del equipo de científicos encabezados por Peter B. James, de la Universidad de Texas, los cuales han descubierto una anomalía que altera significativamente el campo gravitatorio de la Luna. Al cotejar esos datos con los mapas creados por la sonda LRO de la NASA (Lunar Reconnaissance Orbiter), James y su equipo descubrieron que la anomalía se ubicaba en la Cuenca Aitken y que únicamente podría explicarse por la presencia de una enorme placa de material muy denso bajo el cráter Aitken, y no estamos hablando de cualquier cosa ya que este cráter tiene alrededor de 2500 kilómetros de diámetro, lo que supone una parte importante de la superficie del satélite. 

Lo que ha llamado realmente la atención de la comunidad científica y ha vuelto loco a los fanáticos de la conspiración es el hecho de que tal capa de material denso se encuentra a unos 300 kilómetros de la superficie y no en el centro de la Luna como cabría esperar en el proceso de formación de un cuerpo formado por distintos elementos donde, a medida que se enfría y solidifica, el material mas denso se filtraría hasta el núcleo. Decenas de youtubers se han lanzado a especular sobre la existencia de bases secretas, naves espaciales o ciudades lunares, pero desmontar estas teorías es en realidad bastante sencillo.

Hoy día está prácticamente demostrado que la Luna surgió de un enorme impacto de un planetoide contra la tierra primitiva hace unos 4500 millones de años, dando lugar de hecho, a un nuevo planeta que es lo que hoy conocemos como La Tierra. De esto existen varios indicios, algunos de ellos es que gracias a los receptores laser que instalaron las misiones Apollo en la Luna sabemos con certeza que la Luna se aleja unos 13 centímetros al año. De aquí se deduce, que en el momento de su formación, la Luna estuvo mucho más cerca del planeta. También gracias a las misiones Apollo sabemos que la composición de las rocas lunares es de hecho muy similar a la de la corteza terrestre y el estudio de estas muestras recientemente ha encontrado un fraccionamiento isotópico del cloro que solo ocurre a temperaturas ultra-altas, de los que solo se dan en eventos del tipo de colisiones planetarias. Idénticas mediciones en las concentraciones de distintos isotopos de oxigeno o hierro llevan a pensar casi sin ninguna duda que la luna tuvo un origen terrestre y que por tanto hubo una Tierra antes de la Tierra (Tierra-2?).

Pero entonces, si la formación de la luna fue gradual así como su enfriamiento porque no acabó migrando todo ese hierro y metales pesados hasta el núcleo?. Bueno, la mejor explicación es que, posteriormente a su formación, la Luna impactó con un segundo cuerpo más pequeño formado principalmente por metales pesados. Esta hipótesis no es del todo rara, en nuestro sistema solar abundan los pequeños cuerpos formados por metales y este tipo de cuerpos son los predominantes cuando hablamos de asteroides con origen fuera del sistema solar (las estrellas más viejas tienen una mayor metalicidad). y sabemos que estos cuerpos impactan continuamente en la luna. Sin ir más lejos durante el último eclipse lunar se pudo captar en vídeo el impacto en la luna de uno de estos cuerpos (y esto solo en los 30 minutos en los que todos estábamos mirando). Pero hay otra razón de peso, y de mucho peso, y es que este material se encuentra efectivamente debajo de un cráter! (blanco y viene en botella).

Aparte de esto, y dejándonos llevar por la emoción de pensar en ciudades y naves espaciales, está el asunto de que esta masa se encuentra a 300 kilómetros bajo la superficie y llevar hasta allí un disco de 2000 kilómetros es algo que ni con toda la tecnología del universo se podría hacer sin romper la luna en mil pedazos (estamos hablando de una extensión aproximadamente igual a la distancia que separa Madrid de Berlín). A esto, habría que sumar algunos aspectos prácticos como que, las presiones a esa profundidad harían pedazos cualquier tipo de estructura (pensemos que en circunstancias similares en la Tierra se produce el proceso por el cuál el carbón se convierte en diamante) por no hablar de las enormes temperaturas (cierto es que la Luna carece de atmósfera y que su masa es mucho menor a la terrestre). A favor de esta teoría está el que el cráter se encuentre en el polo sur lunar, un buen lugar para observar sin ser observados.

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