[Mejores Líderes]: Un primer tiempo con tropiezos, pero de vuelta al ruedo

Llegó y se fue julio (y los memes de Julio Iglesias) y muchos nos preguntamos en este momento “¿A dónde se fue el año?” Ya se volvió un lugar común decir cómo está pasando el tiempo de rápido. Para muchos de nosotros, esta época es también para darnos cuenta de lo poco o mucho que hemos avanzado en los propósitos que nos trazamos a comienzos de año.

En lo personal, uno de los propósitos que no salió muy bien librado de esa evaluación de mitad de año fue el de publicar de forma periódica en este espacio. Mi intención era escribir con cierta regularidad porque reflexionar y compartir mis reflexiones sobre liderazgo y sus alegrías y dificultades es algo que me gusta y el feedback que he recibido ha sido en general positivo.

Pero llegaron los primeros meses con una cantidad importante de retos laborales y mis prioridades (consciente e inconscientemente) cambiaron. Y la meta de escribir con regularidad se fue al traste. Todas las semanas lo iba aplazando y aplazando. Había momentos en los que decía hoy sí es, pero después me acordaba de algo que tenía pendiente de trabajo y lo dejaba para después.

Cuando miro hacia atrás las explicaciones de por qué no lo he logrado están; especialmente porque han afectado otras metas importantes como la de la lectura. Como recordarán, mi meta para este año es 140 libros leídos. En abril les conté que iba con un retraso de 6 libros, y con corte al 31 de julio el retraso aumentó a 11.  Al evaluar el avance me pregunté: ¿momento de pánico? Y la respuesta es no. Es momento nuevamente de revisar cuales son (genuinamente) mis prioridades y si estoy actuando acorde con estas. Si no es así, hay que volver a barajar y establecer nuevos hábitos y patrones.

La segunda mitad del año está iniciando (realmente ya lleva un buen rato) y no es momento para resignarnos a decir que ya no se logró lo que se esperaba y dejarnos llevar por la inercia del primer semestre. Todo avance cuenta. Puede que no alcance los 140 libros, pero hasta el 31 de diciembre haré todo lo posible por lograr esa meta. Puede ser que no haya cumplido con mi meta de publicar de forma regular estos artículos, pero no me voy a preocupar por lo que no hice y más bien en este segundo semestre la pregunta cambiará a: ¿qué tengo que hacer para lograrlo?; y haré un plan y lo implementaré lo mejor que pueda. 

Mi invitación es que tomemos este momento como un nuevo punto de partida; que nos pongamos nuevamente metas y veamos el segundo semestre como el segundo tiempo del partido que estamos jugando en este 2024 contra todos esos obstáculos que no nos permiten lograr lo que anhelamos.

Puede ser que el primer tiempo no haya terminado bien, y nos sintamos cansados, desmotivados y sin ánimos para darlo nuevamente todo. Pero para eso son también los descansos. Para tomar un respiro, analizar lo que hicimos bien y lo que no hicimos bien, motivarnos y convencernos nuevamente de que la lucha vale la pena. Así no logremos todo lo que queríamos, quedaremos satisfechos con el esfuerzo y la actitud que demostramos.

Recuerden que todos los días son oportunidades para crear una nueva narrativa. Puede que hasta este momento las cosas no hayan salido tal como esperábamos. Pero nunca es tarde para empezar de nuevo.

Necesitamos mejores líderes. Seamos mejores líderes.

Cuídense mucho y sigan conectados…