Mensaje a un joven abogado

Querido Eugenio:

Te escribo desde 2022, cuando estás a pocos días de registrar tu candidatura a Decano del ICAM, junto a un equipo enormemente brillante de compañeros. Piensas, como el actual Decano, un Maestro que ahora no tienes, pero que encontrarás en el futuro, que esta posición es la cumbre en la carrera de un abogado. 

Estás en 1997 y acabas de licenciarte en ICADE. Como tu yo del futuro, quiero contarte algunas cosas que te pasarán y darte consejos que sé que apreciarás:

• Mantén tu vocación de servicio. La Abogacía es una profesión de compromiso y de servicio. La construcción de una sociedad más justa a través del derecho admite una infinidad de prismas: desde quienes entregan su vida a los estrados, a quienes la dedican a la empresa, quienes se integran en un despacho grande, quienes ejercen el turno de oficio, quienes emprenden con su propia firma, quienes se adentran en la investigación o incluso en la función pública, existen mil sendas en esta maravillosa profesión a la que Voltaire se refería como la más hermosa del mundo. Tú vas a elegir tu camino vinculado al turno de oficio y en la defensa de intereses generales de los ciudadanos.
• No dejes de estudiar, un abogado nunca abandona los libros ni el estudio. Un buen caso no suele ser el fruto de una tarde gloriosa, sino de días, tardes y noches de esfuerzo. Abogar es enamorarse de la luna y hacerla compañera de noches de soledad, silencio e investigación. 
• Une fuerzas. Tu amor por la Abogacía te va a llevar a defenderla en numerosas ocasiones. En 2012 te vas a encerrar en el ICAM junto con otros compañeros en defensa del turno de oficio.

• Ante la falta de apoyo de quien tenía que defendernos,  presentarás en el Registro del ICAM más de 1.000 bajas simultáneas de letrados del Turno de Oficio como protesta por las condiciones que teníamos. El servicio colapsará y la Comunidad de Madrid se va a sentar a negociar mejoras…
• Dentro de pocos años, vas a ser un joven vicepresidente de ALTODO, la asociación que defiende y representa a los Abogados del Turno de Oficio.

• También vas a promover las protestas contra las Tasas Judiciales y organizarás la acción coordinada del Consejo General de la Abogacía (CGAE), el Consejo de Consumidores y Usuarios (CCU) y los Sindicatos contra las misma

• Abogar es soñar y creer que otro mundo es posible, que otra solución jurídica puede obtenerse a pesar de precedentes desfavorables. Presentarás contra las tasas judiciales el recurso en defensa de los intereses generales y difusos de los usuarios de la Administración de Justicia. El Gobierno se sentará a negociar y finalmente las tasas a los consumidores van a ser suprimidas. 

• Instala un proyector en tu despacho. No solo te servirá para las reuniones: podrás entretener a tus hijos con películas mientras tienes que trabajar con la toga a mano. La conciliación no es un derecho que todavía hayamos conseguido los profesionales de la Abogacía, pero es algo que estoy decidido a cambiar.

• Vas a tener guardias complejas en momentos complejos. Entre otras, en la unidad antiterrorista.

• Vamos a sufrir una pandemia y serán tiempos difíciles para todos. Los fines de semana los pasarás completos llamando a los compañeros mayores de 75 años que están confinados y sufren soledad en la que necesitan hablar. Y a veces hasta medicinas o comida.

• Manteniendo el respeto al más poderoso de los contrarios, debes perder el miedo a enfrentarte a ellos. Conseguirás ganar las primeras demandas de preferentes y formar a más de 4.000 abogados, para la defensa de los afectados, por Colegios de toda España. 
• Impartirás cientos de conferencias en España y el resto del mundo y comenzarás a escribir y a publicar libros: más de 35 obras, algunas de ellas en las editoriales más prestigiosas del ámbito jurídico.

• Que no te sea ajeno el sufrimiento de tu entorno, aunque sea lejano geográficamente.  Vamos a vivir una guerra en Europa. Irás al rescate de los juristas ucranianos en momentos muy complicados y montarás el primer corredor jurídico humanitario de Europa. 

• Rodéate de los mejores. Solo los mediocres tienen miedo de tener cerca a compañeros brillantes.

• No olvides cada año a quienes perdieron la vida como letrados… nuestros compañeros de Atocha. Repetirás y leerás sus nombres cada aniversario para que nunca queden en el olvido.

• Las circunstancias te llevarán a presentarte a Decano. Afróntalo con el afán de servir, y no de servirte. Y disfruta el camino que será apasionante y divertido.