Metodologías flexibles

Las metodologías de trabajo, similares a los patrones de programación, son problemas resueltos de antemano, caminos para dirimir situaciones que ya tienen solución.

Nos proponen ciclos de actividades para encauzar tareas cuyos resultados serían mucho más aleatorios de otra manera. Situaciones que quizás, podríamos resolver por nuestra cuenta, si es que nos gusta reinventar cosas como la rueda, o la cuchara. 

Como habrán visto, en el título de la nota hablo de flexibles y no de ágiles, dado que las primeras son un grupo que al igual que otras técnicas deben ser flexibilizadas, adaptadas, modificadas para acomodarse a cada necesidad. 

A partir de la incorporación de un sistema de estrategias se despliegan en nuestra mesa un sinfin de opciones que ofrecen mejoras a cambio de esfuerzo. Cambiar las formas en que hacemos las cosas, aprendiendo y enseñando a cada persona alcanzada por la metodología, la forma de interactuar con variables tales como: Tiempos, esfuerzo, complejidad.

Ciclos, iteraciones

Una iteración es un ciclo en el cual sucederán cosas que nos aportarán en cada bloque temporal, hitos cumplidos, acercándonos en cada vuelta de la rueda a la meta final.

Más importante aún es que en cada una de esas vueltas sabremos mas y mas, teniendo mayor precisión en lo que estimemos. 

Tiempos

El tiempo es una variable de ajuste. No hay forma de hacerlo sencillo y hay que aprender a perder el miedo a jugársela con el tiempo. 

Las metodologías ágiles, en este caso, nos regalan una forma de hacer que la gente le deje de temer al riesgo y que lo tome a sabiendas de que tiene un margen de error, que la primera estimación contempla un error de hasta un 400% que se irá puliendo en cada iteración. 

Puntos por complejidad

Una de las técnicas es la de asignarle puntos a las tareas que se le dan a cada recurso, estos puntos van de acuerdo a la dificultad de la tarea, así tenemos una unidad de medida que se adapta a cada participante del proyecto, ya que los puntos no valen lo mismo para un junior que para un senior.

Los puntos son una amalgama entre qué tan difícil es y qué tanto tiempo le llevará a la persona que lo tenga que ejecutar. 

Jugadores activos

Una de las partes más divertidas es hacer participar al cliente, ya sea externo o interno, de la creación del producto. Esto tiene múltiples ventajas. 

Reducimos el riesgo, al estar el cliente como parte del desarrollo, participa y puede dar su opinión antes de perder tiempo, en la creación o la modificación de un producto. De otra manera habría que esperar al final del proyecto para mostrarle al cliente y que éste nos dé su opinión. 

Se han perdido fortunas y cantidades enormes de tiempo por un error tan grave como el de no incluir al cliente en los ciclos de desarrollo.

Scrum

Es una reunión corta en la que cada integrante expone brevemente, qué está haciendo, cuánto va a tardar y si requiere ayuda. Estas reuniones deberían ser cortas y concisas, llevadas adelante a intervalos regulares, que pueden ir de lo diario a lo semanal. 

La idea original era hacerlas con todos parados y junto a la máquina de café con el fin de que no se extendieran más de lo necesario. 

Sprint

Es la forma de hacer efectivos esos ciclos de los que hablamos, son interludios, bloques de tiempo definidos en los que cada miembro del proyecto se dedicará a concluir con una tarea en la que se comprometió en el sprint anterior.

Y a la vez se le da oportunidad al cliente de opinar sobre lo realizado, esto brinda enfoque a la tarea y asegura que en caso de no cumplir con las expectativas se pueda corregir el rumbo a fin de no perder tiempo en un camino errado.

Flexibilidad en la metodología

Comprender que no todo es al pie de la letra es quizás lo más importante dentro de la utilización de las metodologías ágiles. No siempre es necesario usar todas las técnicas de la metodología, sino que, en la opinión de quien les escribe, como con los patrones de diseño de Gamma, tenemos que usar y adaptar de acuerdo a lo que vayamos a necesitar, según nuestra estructura, según el proyecto, según el cliente. 

Pero por sobre todo tenemos que entender que son herramientas que funcionarán sólo si las aplicamos de la manera correcta para la situación en la que nos encontramos.

Este es el camino para ajustar los tiempos y el esfuerzo de nuestros equipos y conjugarlos con las necesidades y las expectativas del cliente para llegar a buen puerto utilizando la estructura que ya tenemos pero de una manera más óptima. 

Autor: F. Mesaglio

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