Mezclando agua y aceite en la empresa
Un mundo sin helados es un mundo en caos. ¿Quién no ha disfrutado de un cremoso helado de vainilla, tan suave como una nube, con una generosa capa de caliente fudge de chocolate que se derrite lentamente, creando una combinación celestial en cada bocado, llevándote al nirvana en un éxtasis solamente equiparable con el Éxtasis de Santa Teresa? Es como si la pupila de la creación misma se topara instantáneamente con tus pupilas.
Creo que nadie se ha salvado de caer en la dulce tentación de un helado. Pero, dejémonos de poesía y adentrémonos en la parte seria, en la ciencia. ¿Qué es un helado? Un helado es una emulsión que combina una fase líquida (leche, azúcar) con una fase grasa (leche, crema, aceites). Su textura cremosa se logra gracias a la formación de pequeños cristales de hielo y a la dispersión de la grasa en la mezcla. Además, el aire incorporado durante el batido y la acción de estabilizantes y emulsionantes contribuyen a su consistencia. Es decir, el helado es una prueba fehaciente de que el intento infructuoso de mezclar agua con aceite es solo eso, un intento fatuo y desgastante, pero que juntos pueden hacer una emulsión tan increíblemente adictiva y placentera como el helado. En nuestra cotidianidad existen muchas otras emulsiones o mezclas homogéneas de dos o más líquidos que naturalmente no se combinan: la mayonesa, la leche, la margarina, protectores solares, la vitamina A y D, y un largo etcétera
¿Hacia dónde voy con todo esto? A lo largo de la historia de la humanidad se han etiquetado y clasificado a las generaciones estableciendo una escala temporal de 20 a 25 años y son bautizadas con palabras características basadas en patrones de comportamiento de los individuos. Aunque en la actualidad no se mide por años sino por patrones culturales, y corporativamente existe una simbiosis entre varias generaciones con sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, pero que muy bien dirigidas y canalizadas pueden incluso llegar a ser complementarias y llevar a las empresas a la cúspide.
Hagamos una breve comparación entre las generaciones que actualmente conviven en las organizaciones:
¿Por qué para las empresas es importante conocer esto? Porque comprender las características de cada generación permite mejorar la comunicación al conocer las diferentes formas de comunicarse y trabajar de cada generación. De esa manera se puede evitar malentendidos y propiciar una comunicación más efectiva. También se puede aprovechar para crear equipos más eficientes, más innovadores y más productivos combinando las fortalezas de cada generación. Sabiendo cuáles son las generaciones que coexisten en la empresa nos permite también retener el talento al adaptar las políticas y prácticas de la empresa a las necesidades de las diferentes generaciones, al mismo tiempo que se estimula la innovación porque la diversidad generacional puede impulsar la creatividad y la generación de nuevas ideas.
¿Cómo se complementan las generaciones? La experiencia de los Baby Boomers puede guiar a los Millennials y la Generación Z en sus carreras, mientras que la creatividad y la adaptabilidad de las generaciones más jóvenes pueden revitalizar a las organizaciones. Por otra parte, la resistencia al cambio de los Baby Boomers puede ser compensada por la adaptabilidad de las generaciones más jóvenes, y la ansiedad de la Generación Z puede ser mitigada por la experiencia y la estabilidad de los Baby Boomers. Es importante reconocer que cada generación aporta una perspectiva única y valiosa y para los líderes empresariales es clave comprender las fortalezas y debilidades de cada grupo.
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Un ejemplo claro sobre la convivencia de las generaciones lo vemos en dos películas que me gustan bastante: Pasante de moda con Robert de Niro y Anne Hathaway y Aprendices fuera de línea con Vince Vaughn y Owen Wilson . Pasante de moda cuenta la historia de un hombre de 70 años de edad que decide reincorporarse al mundo laboral como pasante en una empresa de moda. Al principio, su jefa, una joven y exitosa empresaria que dirige la compañía, es reacia, pero pronto se da cuenta de que su experiencia y sabiduría son valiosos activos. A través de sus interacciones, ambos aprenden mucho el uno del otro y descubren que las diferencias generacionales pueden enriquecer el ambiente laboral. La película muestra la diversidad y muestra cómo personas de distintas edades pueden trabajar juntas y crecer mutuamente.
Por su parte, Aprendices fuera de línea es una comedia que sigue a dos amigos de mediana edad, Billy y Nick, quienes, tras perder sus empleos, se aventuran a realizar una pasantía en Google. Rodeados de jóvenes talentosos y expertos en tecnología, enfrentan el desafío de adaptarse a un mundo digital completamente nuevo. A través de divertidas situaciones, la película destaca la importancia del aprendizaje continuo, el trabajo en equipo y la capacidad de adaptarse al cambio, demostrando que la experiencia y la juventud pueden complementarse y enriquecer cualquier ambiente laboral.
Para alcanzar una simbiosis generacional exitosa, es esencial reconocer y valorar las diversas perspectivas de cada generación. Esto implica fomentar espacios de diálogo abierto donde se puedan compartir experiencias y conocimientos, así como promover proyectos colaborativos que permitan a jóvenes y mayores aprender mutuamente. Celebrar la diversidad generacional es fundamental para construir una sociedad más rica y cohesionada.
Este artículo no se trata de etiquetas sino de entender los diferentes grupos dentro de una organización y saber de qué manera encausarlos para alcanzar los objetivos, porque todos, jóvenes y no tan jóvenes, estamos en el mismo barco y remar hacia la misma dirección es mandatorio para las empresas actuales. Entender que las diferentes generaciones no somos enemigos sino que al contrario, somos grandes aliados.
Tarea interesante tienen los líderes empresariales hoy día.
Recordemos que "el sol que brilla ahora es el mismo que brillaba cuando nació tu padre y el mismo que brillará cuando fallezca el último de tus nietos". George S. Clason, El hombre más rico de Babilonia.
P.D.: soy de la generación que jugaba al papagayo y a las metras, a los carros de madera y gustábamos de bañarnos bajo la lluvia... y de pronto el mundo se hizo digital y tuvimos que adaptarnos.