Mi experiencia con casos de violencia basada en genero.
La violencia intrafamiliar es un problema grave en nuestra sociedad que afecta a muchos hogares en todo el mundo. A menudo, las víctimas de esta violencia son mujeres que sufren abuso físico, psicológico, económico y sexual por parte de sus parejas o familiares cercanos.
En mi experiencia como profesional de la salud mental, he atendido a muchas mujeres que han sido víctimas de este tipo de violencia. Uno de los factores más comunes que detienen a las mujeres a separarse es la falta de independencia económica.
Muchas de ellas dependen económicamente de sus parejas y no tienen los recursos para dejar la situación de abuso. Además, muchas mujeres también enfrentan presión social para no separarse y el miedo a la crítica familiar y la desaprobación.
Otro factor común que he observado en estos casos es la forma en que los abusadores denigran a sus parejas, haciéndolas sentir inútiles y sin valor. Muchos hombres también controlan a sus parejas de manera coercitiva, incluso hasta el punto de controlar sus finanzas y lo que pueden o no hacer con su dinero. Esto crea un ambiente tóxico de miedo y control que es difícil de superar. Es importante recordar que la violencia intrafamiliar es un delito en El Salvador, y existen leyes que protegen a las víctimas. LEY ESPECIAL INTEGRAL PARA UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA PARA LAS MUJERES establece medidas preventivas y de protección para las víctimas, así como sanciones para los agresores..
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En El Salvador, la situación es alarmante, según el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer, en lo que va de 2022 se registraron 305 feminicidios y 1,285 casos de violencia sexual, lo que demuestra la urgencia de abordar este problema de manera efectiva y urgente.
Es fundamental promover el desarrollo de habilidades económicas y laborales para las personas víctimas de violencia intrafamiliar, ya que esto les brinda la posibilidad de alcanzar su independencia financiera y, por ende, reducir su vulnerabilidad ante situaciones de violencia.
Además, se debe trabajar en la prevención de la violencia, promoviendo una cultura de respeto y equidad de género desde edades tempranas y creando redes de apoyo para las personas que sufren violencia en el hogar.