Mi historia

Hola, soy Kathleen Rubin, tengo 55 años, y mi pasión y propósito es practicar el arte de vivir, que significa despertar la consciencia, resetear actitudes y comportamientos desarrollando un mindset y hábitos que generen bienestar para vivir una vida plena basada en el desapego, la trascendencia y auto-realización. En esencia, mi propósito es florecer y ayudar a otros en su florecimiento. 

Dado que mi expertise se basa solo en mi experiencia de vida, deseo compartir desde ahí, desde mis quiebres, aciertos y desaciertos, lo transitado y lo aprendido “cuando la vida te pasa”, cuando las expectativas quedan insatisfechas y los planes se derrumban. Ese camino del héroe o heroína que te trae de vuelta al mismo lugar pero en una versión mejorada después de un largo camino donde transitas por el lado oscuro, te enfrentas a dragones y logras salir vivo, más humano, más luminoso, más cerca de tu mejor versión.

Nací y crecí en una familia estable donde se mezclaron dos culturas, americana y peruana. Conocí desde temprano la disciplina, la importancia de priorizar el cumplimiento de responsabilidades, honrar la palabra, y obviamente, la obtención de resultados sobresalientes producto de esfuerzo y dedicación. Luego de terminar mis estudios con honores, forjé una carrera de 20 años en el sector financiero internacional de donde aprendí, aporté y escalé sin prisa pero sin pausa desde los 26 años en posiciones de liderazgo.. Mi vida y mi carrera prometedora transcurrió sin sobresaltos y en claro ascenso conforme a mis planes hasta que la vida pasó. 

Mi salida definitiva del sector financiero, fue motivada por un lado, por el fallecimiento intempestivo de quien fue mi jefe, mentor y amigo que murió de un infarto en su oficina siendo Gerente General, y por otro, la decisión de la organización donde pasé 15 de esos 20 años, a partir del ingreso del nuevo líder, de “dejar ir”  a un grupo de profesionales dentro de los cuales estábamos algunos de los que habíamos sido “formados” desde muy jóvenes por nuestro alto potencial. Cuando fui a despedirme del Presidente y dueño, uno de mis “groomers”, no me recibió. Estos eventos fueron golpes que me dejaron confundida y lastimada durante años. Si todo iba de maravilla, ¿qué pasó? La vida no había terminado aún conmigo, en un lapso de 2 años ocurrieron más quiebres como la imposibilidad de ser madre producto de una negligencia médica, un divorcio, la muerte de un ser amado en quien volqué todo mi amor maternal, cambié de ciudad y dejé hábitos tóxicos. ¿Quién era yo? Si ya no era gerente, no era esposa, no era madre. Tenía tiempo para averiguarlo. A pesar de recibir ofertas de trabajo atractivas, mi intuición me decía que mi camino era por otro lado.

La vida ocurre para despertarnos, algunos despiertan y otros prefieren permanecer dormidos. Yo desperté. Pasé los siguientes 14 años de mi vida en un viaje interno que continúa. Dándome permiso por primera vez de sentir de verdad, mirar hacia adentro y tener conversaciones profundas conmigo, esas que duelen tanto que mejor ni mirar ahí. Identifiqué lo que no me gustaba de mí y lo que sí. Lo que me funcionaba y lo que no. Lo que quería cambiar y lo que quería potenciar. Me fui a vivir al norte del Perú, frente al mar, aprendí a surfear a los 42 años, limpié mi cuerpo, y mi mente sumergiéndome en naturaleza, libros, estudié a mis maestros, me formé como business y life coach, la meditación se volvió una disciplina diaria. Todo lo que comparto primero lo pruebo en mí para saber cómo es la experiencia.  Hoy me siento mejor de lo que podría haber imaginado, existe una claridad y coherencia gracias a un modelo de salud que se ha vuelto mi mantra.

Hoy tengo algo que ofrecer a los demás y es ese conocimiento y sabiduría producto de mi propio camino. Soy Administradora de Empresas graduada de St. Mary’s University, Texas, MBA de la Universidad de Piura, Master Coach de Negocios Conscientes del Conscious Business Center de Fred Kofman. Nivel PCC (Professional Certified Coach) de la International Coaching Federation (ICF) con más de 2,200 horas de coaching a altos mandos en organizaciones multinacionales y nacionales. Mi tiempo lo dedico a acompañarlos a dibujar sus sueños, trazar el camino para lograrlo y ayudarles a ver la coherencia entre lo que desean y hacen. 

Mis habilidades técnicas aprendidas en el mundo corporativo como la planificación estratégica, la ejecución, gestión de productos, el “stream lining” de procesos, por mencionar algunos, se complementan con mi conocimiento y el “saber hacer” del verdadero liderazgo que es inspiracional. Cómo lograr que una visión sea verdaderamente noble que contenga el espíritu del fundador, cómo transmitirla para evocar el compromiso de los colaboradores en la consecución de dicha visión, y cómo alinear constantemente a las personas con esa visión, cómo tener conversaciones difíciles y cómo navegar los conflictos con habilidades que permitan la coordinación y la colaboración. Para liderar un equipo primero es necesario liderarte a ti mismo. Aunque no tengas un equipo, el autoliderazgo es fundamental para vivir una vida feliz, una vida virtuosa, una buena vida.