Mi labor como abogado...
Siendo sincero debo reconocer que cuando tuve que decidir que profesión realizaría para ganarme la vida, el oficio de abogado fue en lo último que pensé, pues lo relacionaba siempre con aquel personaje que vive entre carpetas o expedientes, con saco y corbata, resolviendo problemas para ganarse al vida, sin embargo, por las vueltas que da la vida, termine aprendiendo que los abogados también usamos botas, casco y hasta overol, que andamos por las trochas, en chalupas, en el campo y hasta por los aires para llegar a donde debemos estar.
Son muchas las anécdotas que se viven en la industria petrolera, algunas son felices otras no tanto, pero cada una te deja siempre una experiencia.
Debo reconocer que en ocasiones he sentido el desgaste, pero esta labor resulta tan apasionante que difícilmente podrías pensar en renunciar, aún cuando sepas que existen riesgos, incluso peligros, de los cuales también aprendes a valorar quien eres y lo que haces, no creí que con mi profesión tuviera tal oportunidad y agradezco a Dios que me mostrará este camino, porque se que lo que hago aporta al desarrollo de este país en alguna medida, pues la dinamización de las actividades petroleras o en general de la industria extractiva procura la generación de los recursos necesarios, para que muchas necesidades se suplan, es algo de lo cual uno se puede sentir orgulloso, al contribuir de alguna manera haciendo un buen trabajo.
Luego vendrán más historias...