Mi primera nota en el diario La Nación
Amigos y colegas: el lunes 6 de julio -día de mi cumpleaños- el diario La Nación publicó en su sección "Comunidad de Negocios", perteneciente a Economía, una producción mía destinada a comprender el liderazgo que encarnan las mujeres emprendedoras.
Lamentablemente no está online, pero les comparto un texto borrador del original. ¡Espero que les guste!
Los mitos se van cayendo al paso que ellas irrumpen en el mercado laboral. Hace 20 años era poco probable encontrar una mujer al frente de una compañía, liderando un emprendimiento o bien innovando en la manera de concebir un negocio. El protagonismo femenino responde a la caída de ciertos estereotipos –y arquetipos-, a los avances en el acceso a la educación y también a las pioneras que superaron barreras mentales y estructurales, conjugando el éxito laboral con el bienestar familiar.
El encuentro de Mujeres Líderes celebrado el 23 de junio en la redacción de LA NACIÓN sirvió para condensar una serie de cualidades y aptitudes que justifican su empuje en el mundo de los negocios, de la política o de la sociedad civil. El identikit arroja una serie de diferenciales con respecto al varón, aunque las protagonistas acuerdan que no hay “una cuestión de género” ni un revanchismo. Más bien, hablan de complementariedad para “ablandar” los ambientes de trabajo y lograr mejores resultados.
- Networking
Las mujeres pisan cada vez más fuerte porque entre ellas mismas se promocionan. En espacios como el de Mujeres Líderes, pero también en otros foros y ámbitos de reunión – como Voces Vitales-, se promueve la capacitación de jóvenes profesionales y su promoción en organizaciones que allanan el camino para no repetir los mismos obstáculos que tuvieron quienes están desde hace décadas en el mercado. A través del networking, también las mujeres analizan las estructuras de sus organizaciones y plantean cómo desarrollarse sin perder de vista el cuidado de la familia y la vida social.
Andy Maetow, del Hotel Emperador, ofició de anfitriona en varios de estos encuentros y conoce por dentro la dinámica. “Los grupos de mujeres y varias ONG intentamos promover el empoderamiento de las mujeres, y se notan los avances. Cuando empezamos a hacer pequeñas acciones había muy pocos puestos gerenciales ocupados por mujeres. De ese tiempo al día de hoy, el crecimiento es enorme en todos los rubros”, sostiene la directora de Marketing y Relaciones Institucionales del lujoso hotel.
- Co-working
“Consenso”, “escucha”, “reunir” y “trabajar en equipo” serán palabras que seguramente surjan de un grupo focal[1] destinado a definir cómo es trabajar con mujeres. Sin resentimientos ni disputas provenientes del ego masculino, las mujeres son valoradas por su capacidad de calmar las aguas en medio de las tempestades o de anticiparse a las situaciones de conflicto, pudiendo evitar posibles crisis.
“Creo que una virtud de nosotras es que podemos ponernos en el lugar del otro. Somos flexibles y eso nos permite crear grandes equipos de trabajo, y eso es fundamental para que el trabajo se viva en todas las áreas, sea mejor y lo disfrutemos más”, considera Yanina Núñez, directora general de Copa Airlines en el país. A ella se suma Verónica Cheja, de la consultora Urban, para quien “las mujeres pueden amalgamar los perfiles, tener contentos a todos y llevar una compañía a un mejor lugar”.
- Empatía
Dícese de la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro. Desde una óptica más pragmática, May Groppo, consultora de innovación en The Walt Disney Company, lo entiende así: “Tenemos diferencias, respecto a los hombres, cuando tenemos que sentarnos a entender a nuestra audiencia o nuestro cliente. Hay mucho de escuchar y de saber comprender; sobre todo no avasallar o no subir la voz. Yo trabajo con gente joven y las chicas se organizan muy bien, son más ordenadas”.
La capacidad de cambiar el prisma no solo incide en la relación con el otro. También puede transformar un negocio. Inés Bertón, fundadora de Tealosophy y responsable de las marca Chamana, entre otras, cree que hay que dar más lugar a la intuición. “Yo no me guío mucho por los currículums –asegura-. Un día llegué a un campo y vi a una chica manejando de una manera espectacular un tractor y me dije: ella tiene que ser mi gerente de operaciones. Hoy sigue trabajando conmigo y es excelente”. También le pasó lo mismo cuando se alió con Gillermo Casarotti, a pesar de la resistencia de su público interno.
- Multitasking
La mujer se revela con mayor facilidad para oficios multitareas. Al igual que mamá cocina, lava y plancha, también responde en la oficina atendiendo proveedores o llegando a tiempo con los informes. Concilian de buen modo el tiempo laboral y el familiar, sin crear “islas”, y además fomentan en sus compañeros varones un rol más comprometido en la casa y la crianza de los hijos. “Nunca desconectamos: cuando estamos en casa pensamos en el trabajo, y cuando estamos en el trabajo también tenemos un oído puesto en el hogar”, asegura Alexia Keglevich. La CEO global de Assist-Card sabe de lo que habla: pasó los 90 abriendo mercados por Asia, mientras las mamás le llevaban y traías a sus hijas de la escuela.
Desde una mirada más académica, Alicia Caballero, decana de la Faculta de Economía de la Universidad Católica Argentina (UCA), asegura que están “con la antena sobrevolando todo”, y por eso les es más fácil realizar muchas tareas en menor tiempo. “Estamos bien preparadas para grandes responsabilidades”, asegura esta mujer venida del mundo de las finanzas.
- Sin rencores
Las empresarias y líderes de opinión consultadas aseguran que no hay revanchismo y un “vamos por todo” contra los hombres. Dudan en reclamar una plena igualdad con el hombre, pero acuerdan al hablar de una “complementariedad para generar mejores resultados”. Gabriela Goldszer se maneja en el ámbito inmobiliario y desde allí define: “Creo que aportamos una mirada complementaria; eso genera un resultado más completo y una recompensa mejor para el cliente”. Silvia Torres Carbonell, directora del Entrepreneurship Center del IAE Busines School, también opina lo mismo: “La mujer complementa muy bien al hombre, los ayuda a equilibrar los entornos de trabajo y aporta mucho al desarrollo integral de cada persona”.
Para ellas, el logro profesional también pesa menos. Se contentan con estar en una posición y un trabajo que les guste y, al mismo tiempo, les permita equilibrar el manejo de la familia. Aunque Carola Fratini es la gerenta general de QBE Seguros, reconoce que su carrera podría haber sido otra: “Cuando me ofrecieron este puesto tuve muchísimo miedo, pero también pensé ‘¿a lo sumo, qué puede pasar? Me echarán y entonces me iré a ser ama de casa’”, dice con un poco de humor esta licenciada en Actuario, una carrera poco común entre las mujeres.
- El éxito es personal
En general, ellas relativizan la “cuestión de género”. Sostienen que las cualidades y aptitudes de una mujer exitosa son inherentes a esa persona y no al sexo. Se muestran menos prejuiciosas que los varones –más proclives a los clichés-. Jackie Maubré, directora de Cohen SA y pionera en el mundo financiero, cree en una buena formación como principal herramienta de empoderamiento de la mujer. “El trabajo está en el valor que vos das a un grupo. El conocimiento y el análisis que cada uno pueda otorgar permiten que las mujeres se abran camino y compitan de igual a igual con el varón. Para exponer una razón o realizar una ecuación financiera no hay diferencia de sexos, aunque es verdad que la mujer aporta otra dinámica al grupo”, sostiene la número uno de la sociedad de bolsa que opera desde 1975.
- Un lado sensible
También Maubré, que se especializó en la administración de portfolios de inversión, destaca un intangible femenino: “En las discusiones de mercado, donde nadie tiene la verdad absoluta y a veces las conversaciones suben de tono, podemos aportar el temple, la calma, ensamblar distintas visiones o apaciguar los ánimos”. Para Mariel Fornoni, socia directora de Management & Fit, ese costado “le da sensibilidad al hombre, que si la tiene, muchas veces no la pone en el trabajo”.
Pero también hay quienes piensan que juega en contra: cuando se ausentan de casa aparece la fiebre “culpógena”; cuando hay que tomar decisiones difíciles, a veces tiembla el pulso. Andrea Frigerio, que además de artista conduce su propia firma de perfumes, Roses are roses, reconoce que “el camino de la emprendedora es muy difícil”, sobre todo al principio. “Es como una montaña con una pendiente de casi 90 grados cuando comenzás. Pero luego se va allanando. En la Argentina todo es muy difícil, porque hay muchas trabas, problemas y variables que cambian permanentemente”, asegura la actriz.
- Falta mucho por andar
Según Accenture, la inserción laboral de las mujeres aún sabe a poco. En la Argentina, solo el 5 por ciento de los puestos de liderazgo están en manos de mujeres. No obstante, más de la mitad de sus consultados aseguran que las compañías están preparando a más mujeres para roles de alta dirección. María Bettina Llapur, de Gas Natural Fenosa, cree que el público masculino tiene que descubrir aún más el talento femenino. “Creo que las empresas no han explotando las potencias femeninas del todo, y eso es algo que lo pierda la sociedad. Creo que la pregunta es cuánto pueden hacer las organizaciones para que las mujeres crezcan”.
En términos laborales, el famoso “techo de cristal” se hizo añicos frente a la diversidad de campos donde la mujer se insertó, y la fijación de pautas claras para remunerar los puestos jerárquicos también ayuda. No obstante, aún resta camino por recorrer en los andariveles más bajos de las grandes firmas y en las pymes, sobre todo en lo que respecta a las facilidades con los hijos o en licencias por días femeninos o embarazo. El trabajo no regulado también impone uno de los principales obstáculos.
- Subestimadas
Aún persiste en la atmosfera de las organizaciones que las mujeres no son aptas para ciertos trabajos o para cargar con la misma agilidad el peso que llevan sus compañeros varones. La Organización Internacional de Trabajo (OIT) destacó en un reciente estudio que solo el 13 por ciento de las juntas directivas de empresas son presididas por mujeres a nivel global; a esta realidad se suma que, en un 65 por ciento de los casos, las mesas directivas están compuestas mayoritariamente por varones: menos del 30 por ciento del directorio viste asiduamente zapatos con tacones. Según la OIT, hacen falta 3 mujeres por cada decena de directivos para que sus opiniones sean tenidas en cuenta.
Por si fuera poco, ellas parecen encerrarse en “gerencias blandas”, como las de RSE, Comunicación o Recursos Humanos. Siguiendo al organismo, los obstáculos vienen por el lado de las funciones sociales de ambos sexos y su reflejo en las estructuras del lugar de trabajo. De acuerdo con los expertos, las mujeres tienen más responsabilidades familiares que los hombres y la sociedad atribuye roles diferentes a hombres y a mujeres. Pero esa proporción va cambiando de a poco con los recién ingresados de la Generación Y.
- Hay que demostrarlo
Para crecer en sus ambientes, las mujeres dependen del valor agregado que aporten a sus organizaciones. Sienten la presión de tener que destacar para ser reconocidas para escalar en la misma empresa o migrar a otra. Así lo entiende Nadine Pavlovsky, ex Citi, ahora encargada de Marketing, Programación y Productos de DirecTV: “Las mujeres tenemos muchos platos en el aire y ninguno se nos puede caer”.
Alejandra Ferraro, líder de RRHH para Accenture en Latinoamérica, lo resume diciendo que “hay que saber que el límite está en cada una. No hay que buscar hacer todo perfecto, sino saber balancear o saber definir dónde hay que estar en cada momento, y tener contención personal. Creo que la discusión pasa por no ponernos barreras, y también es importante no irse de un proyecto antes de que llegue el momento”.
- Contra los paradigmas
Las consagradas hablan de “animarse a más y romper paradigmas”. Andrea Frigerio dice que “por autolimitación una no se anima a saltar al ámbito de los negocios”; “Hay que superar las estructuras mentales, y esto solo se logra con mujeres atrevidas”, aporta Yanina Núñez. Y Fabricia Degiovanni, manager general de Microsoft Argentina, también se acopla: “Coincido y creo que tenemos que evaluar el modelo con el que nos enfrentamos. Las mujeres debemos animarnos, y los hombres no tienen que tener tantos prejuicios”. Para Mabel Fernández, de Syngenta, insiste en este aspecto porque “la mujer está encontrando su lugar, y desde la diversidad genera un ámbito donde se construyen ideas superadoras”.
- Momentos intensos
La principal barrera para el desarrollo de la mujer… es la mujer. Las entrevistadas coinciden en que hay un contexto más favorable para que ellas se desarrollen en el ámbito empresarial o conduzcan emprendimientos. Pero la clave pasa por superar las barreras y creer que pueden. Las que son madres sienten que relegan tiempo con sus hijos o sus maridos, que se pierden algunas situaciones de la vida cotidiana. “Yo soy mamá y mi familia es mi prioridad. Sin ellos nada tiene sentido. Lo importante es la calidad del tiempo que dedicamos a la familia. Tal vez la cantidad sea poca, pero lo que importa es la calidad. Creo que si están contenta con tu vida, hacés cambios y sos feliz, estás en el camino correcto”, contó una de las asistentes al espacio de Mujeres Líderes.
- Alguien tiene que ceder…
Más conciliatorias a la hora de negociar. Más tiradas a compartir que a competir. Así se reconocen y distinguen del hombre, que a la hora de la toma y daca suele ir al todo por el todo. Ellas destacan por su visión de largo plazo, su mente fría para calcular el retorno y su foco puesto en lo propio más que en lo que se lleva el resto. También son más insistentes para obtener lo que persiguen.
“El hombre quiere todo el pedazo de la torta y es difícil de cambiar eso. Las mujeres estamos menos apegadas. Si vemos que es beneficioso, y si somos tenaces y podemos conseguirlo en dos o tres cuotas, tal vez vamos para adelante”, cuenta Degiovanni. Carola Frattini piensa de modo similar: “A veces parece que somos más sencillas, o que dejamos algo en la mesa, pero si no es algo que quería, no me importa. Somos tenaces y buscamos más”.
- Más difíciles para liderar
Son más conflictivas para conducir equipos. Ellas lo reconocen y sus compañeros varones se lo hacen saber. Manejan la presión de un modo menos efectivo, trasladan preocupaciones a sus equipos o ponen varas tan altas como las que ellas se fijaron para llegar a donde están, tal vez por temor a no cumplir con todo lo que se propone. De todos modos, eso no parece un obstáculo mayor si se tienen en cuenta que los estudios de opinión revelan que la mayoría de los trabajadores espera que el liderazgo femenino aumente considerablemente para 2020.
Otros estudios, por lo pronto, prefieren hablar de un liderazgo integrado para un mayor éxito. Silvia Torres Carbonell avala esta teoría: “Acá no se trata de ser feminista; creo al revés, en mujeres que son líderes por sus valores y por el hecho de ser mujeres, con componentes muy interesantes y que aportan mucho al mundo de la política, la ciencia, la empresa o el deporte”.
- El marido, pieza clave del engranaje
Muchas emprendedoras y trabajadoras consideran el apoyo y al aliento de su pareja como fundamental para el desarrollo profesional. “Mi equipo es mi marido”, sentencia María Cher, una emprendedora full life para quien el trabajo nunca se desliga de la casa. “Mi marido es una parte fundamental, lo tengo que confesar. Él me alienta y me apoya, y cuando estoy por soltar la toalla me ayuda a seguir adelante”, cuenta otra consultada. Sally Buberman, que dirige Wormhole junto a su pareja y, para ella, no es ningún obstáculo de una causa de discusión. “Nos divertimos trabajando juntos y eso nos da mucha satisfacción”, cuenta la cofundadora de la plataforma educativa virtual.
- Mujeres que marcaron sus vidas
Madres y abuelas son las principales inspiradoras de las referentes que hoy comandan empresas. Las mujeres más cercanas en su infancia y en su adolescencia las ayudaron a forjar el carácter y a superar las dificultades. Destacan de ellas la pasión, la persistencia, la laboriosidad y el carácter con el que afrontan la vida. Y ahora son ellas las que transmiten eso a sus hijas o nietas: las milennials tienen otro registro, otro mundo conocido donde no entran en consideración las diferencias entre hombres y mujeres.
- Intuición, un plus
La intuición femenina es otro diferencial de las mujeres. Creer para ver. La recurrencia a ese “sexto sentido” para guiarse en el mundo de los negocios, tal vez en parte ligado a la empatía, les permite improvisar o innovar en el modo de encarar una situación. “Creo que escuchamos mucho. La escucha y lo emotivo interfieren en ocasiones, pero también ayudan y distinguen, y resaltan en forma positiva para mejorar los grupos de trabajo”, opina Andy Maetow.
“Si sos mujer y diferente, das valor agregado al grupo. En mi trabajo, la clave ha sido comprender y generar algo diferente sobre lo que estamos opinando. Una mujer despierta una dinámica diferente en una reunión con hombres, porque inspira respeto, es conciliadora y puede siempre traer una respuesta diferente”, evalúa Jacky Maubré.
- Las más jóvenes cosechan lo sembrado
De nuevo, las jóvenes generaciones, menos ligadas a un libreto o sujetas al statuo quo, viven las diferencias, la diversidad y la integración. Dolores Arese, gerente de Marketing de FSA Group, cuenta su experiencia: “Siempre he tenido oportunidades; trabajé codo a codo con mi CEO, reporté a otros países… en fin, no veo que haya prejuicios. Creo que puedo seguir creciendo y llegar a esos lugares de liderazgo, porque me han ofrecido ir a otros países a abrir espacios y no ha importado el ser hombre o mujer”. Denis Berger, de Claro, acuerda con que “las nuevas generaciones ven tantas barreras”.
Pero no todo es tan fácil. La generación de jóvenes profesionales que se están incorporando a las compañías tienen, muchas veces, jefes directos que se formaron en otro contexto. Y algunas consultadas, que prefirieron reserva, se sienten subestimadas donde prevalecen los entornos machistas o estructuras muy verticalistas. Mujeres líderes en posiciones de liderazgo también dependen de las idiosincrasias de las compañías.
- Hacia sectores unisex
Desde el comienzo de la inserción laboral femenina en la Argentina, fechada en los inicios de 1960, las mujeres se han ido insertando en sectores de la actividad que con el tiempo devinieron “femeninos”, en contraposición con otros que permanecieron dominados por los hombres. Es el caso del ámbito de la salud, la enseñanza y los servicios domésticos. Pero las actividades “masculinas” han ido cediendo terreno, particularmente en la administración pública y en el grueso conglomerado de los servicios.
Mientras hace 30 años las mujeres parecían más proclives hacia las carreras humanísticas, hoy ellas han elevado su porcentaje de participación e incluso superan en algunas facultades de administración y negocios a los hombres. Y también crecen los espacios para la formación gerencial, en muchos casos gracias al mentoreo. “Aunque hay lugares a donde las mujeres les cuesta entrar, se puede. Pasa por la confianza en sí misma. Yo, personalmente, nunca sentí que el ser mujer fuera una desventaja, sino todo lo contrario. Cuando entramos a un ambiente lo transformamos para mejor”, define Torres Carbonell, académica del IAE Business School.
- Otro modo de innovar
Hoy en día las mujeres buscan brindar modelos más que opiniones y justificar sus afirmaciones en su capital profesional, es decir, el conjunto de conocimientos diferenciados que poseen y que las destaca del resto. Antes de comenzar a crear algo nuevo, son más predispuestas a escuchar y relacionarse con el público objetivo o el cliente. Se organizan mejor bien y son más ordenadas. Mariel Fornoni es un buen ejemplo y su progreso en la consultoría política valida esta perspectiva: “Yo vine con un perfil más técnico que a opinar, tal vez porque quería mostrar una formación más objetiva en un mundo donde la cuestión era otra”. También ofrece un perfil similar Marina Dal Poggetto, para quien una referente se consolida y abre caminos cuando “le gusta mucho lo que hace, trata de entender lo que pasa y tiene en cuenta los impactos de corto y largo plazo”.
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8 añosMUY BUEN TRABAJO EZEQUIEL! NO PUEDO ABRIR LOS ARCHIVOS EN ARNET Y TENGO DIFICULADES. USO SIEMPRE GMAIL. POR ESO TARDE TANTO EN LEER TU TRABAJO. PERO HOY LO UBIQUE Y ME PARECIO SUPER BUENO. ABRAZOS. MARTA NOCE
Salesforces Admin NPSP
9 añosFelicitaciones!!!
Emprendedor | Founder at Planika Agency | Marketing Specialist
9 añosFelicitaciones!!! Es muy muy buena, vamos por más.
Fundadora y Directora, ICONOS Press Company
9 añosFelicitaciones!!!!!!!!!!!!!!
Redactora SEO-Content specialist - Creative copywriter - Ux writer
9 añosExcelente! Ezequiel Chabay y felicidades por tu cumpleaños ademas de colegas compartimos el mismo dia de cumple