Migración: ¿Problema o Solución?

Para comenzar este día domingo, lo haremos con un fenómeno intensificado post pandemia Covid-19 y parece (por las cifras oficiales de distintos institutos) el más grande en la “historia humana reciente”, apropiado de nuestra inherente actualidad, ya que es un tema que no escapa del habla habitual, cotidiana y ordinaria de nuestros conciudadanos como del mismo habla de las noticias y medios a escala mundial. Por ello debemos iniciar por los primeros planteamientos, veamos entonces la migración forzada.

La migración forzada es un  movimiento de población en el que predomina un elemento de coacción es decir de fuerza mayor o violencia inducido por un conflicto.

Existen diferentes modalidades: individual, familiar, colectiva y masiva. Dentro de las causas profundas, existen la violencia generalizada, los conflictos sociales –religiosos e interétnicos-, los políticos, la discriminación e intolerancia social, los megaproyectos de infraestructura, la disputa de tierra  o geopolíticos, los desastres ambientales, se encuentran como las principales, aunque bien, con el avance de los tiempos actuales, se han ido incorporando más, por decir, los derivados de profunda entraña suscitándose por índole económica o guerra.

Hasta este punto, la consecuencia de este desplazamiento es la afectación significativa de la vida de las personas o poblaciones que la padecen, ya que en primer término incrementa la condición de pobreza urbana y segregación socioespacial de las grandes y medianas ciudades, sobre todo puntualizar que quienes más llegan a sufrir en equivalencia de esta perspectiva, son los niños y niñas, debido al deterioro integral de su desarrollo, además de amenazar su derecho de ser protegidos contra toda forma de abandono, maltrato, explotación, secuestro, reclutamiento de bandas delictivas y en particular, discriminación (pensando en la inmediatez del pleno contexto).

Todo ello llega, hasta el punto nuclear de la educación, ya que primero se desintegra la familia, madres o jefes de hogar, que en ausencia del afecto y comunicación paterna, dejan una sombra de desarraigo social, cultural, psicosocial, geográfico, que meramente obstruyen el desarrollo de su personalidad.

Tan solo los datos presentados por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, muestran un incremento en comparación con periodos anteriores, durante el primer semestre de 2022 se contabilizaron 15 eventos de desplazamiento y 1,439 personas desplazadas. Ya para el cierre de 2023, se contabilizaron 686 mil 732 eventos de personas en situación migratoria irregular.

La pregunta hasta aquí del lector es -: ¿cuántos más siguen con cada nuevo día entrando y entrando sin parar y sin dilatar?

No cabe duda que el promedio por día de ese desplazamiento aumente y aumenta, constituyendo una señal de alarma, ya que parecen no bastar los Campos de Refugio ante esta contabilidad, para poder concentrar a la mayoría de esta población en situación vulnerable.

Hasta este nivel de conciencia de la realidad y adentrados en materia competente, la pregunta ante toda esta evidencia es-: ¿constituye un Problema o una Solución?

Todo parece indicar que se trata de una obviedad, no obstante, existe perspectiva circa en el largo plazo, de algunos que en la proposición que conlleva un beneficio dentro de la  guarda-relación de un trabajo colaborativo, puede ocasionar con ello, una mira de esperanza si mantenemos una mente flexible para explorar oportunidades futuras.

Les invito a consultar pues el Plan Estratégico de la OIM (Organización Internacional para las Migraciones), con el fin de poder ampliar nuestra curiosidad en búsqueda de una respuesta y futuro para opinar dentro de las acciones conducentes,  en la medida de nuestros saberes. Aquí la liga: https://www.iom.int/es/plan-estrategico-de-la-oim-2024-2028