Millones de niños mueren cada año por enfermedades vinculadas a la falta de agua potable

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática, más de 3 millones de peruanos y peruanas no tienen acceso al agua potable. Esta situación impacta particularmente en los niños en situación de pobreza, quienes se ven afectados por enfermedades diarreicas y sufren retraso en su crecimiento.

En el Día Mundial del Agua, compartimos cinco investigaciones promovidas por el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES) sobre las experiencias en distintas localidades de Puno, Cajamarca, Arequipa, Cajamarca y Amazonas para fomentar una buena gestión de este recurso.

El agua como derecho y responsabilidad

La salud y la sobrevivencia de la población dependen de que tenga suficiente acceso al agua potable. En el documento de diagnóstico Construyendo ciudadanía. El derecho humano al agua, los investigadores Nora Cardenas , Pedro Makovski, Enrique Rodríguez, Lita Vargas, Rosana Vargas y Marisol Cordero abordan la dinámica de las organizaciones institucionales y sociales en torno al uso de agua de riego y de consumo humano. “En el siglo XXI, el acceso universal al agua es tecnológicamente posible, pero exige medidas afirmativas para proteger tanto el suministro de este elemento como su administración y distribución” señalan los autores.

Es importante notar también que la ciudadanía percibe que el Estado no actúa frente a vulneraciones como la contaminación externa del agua, pero a la par hay una falta de reconocimiento de la contaminación generada por la misma población. Esta problemática es tratada por Alexandra Carlier, PhD , Karina del Río y Mauricio Cernar, de la Autoridad Nacional del Agua, en el Estudio cualitativo y orientaciones estratégicas: hacia el diagnóstico sobre el estado situacional de la cultura del agua.

“Nosotros, acá en el colegio, una vez al año para el día internacional del agua, hacemos limpieza alrededor de todo. Y ese día salimos con carteles a veces jardín, primaria, salen gritando: No contaminen el agua. Tal vez ese día lo hacen pero al día siguiente la basura amanece todo igual”, declararon en un grupo focal realizado en Cajamarca.

“Nunca nadie viene a ver el agua a nuestra comunidad. Está bien que sí también ensuciamos el río con pilas, bolsas, pero nadie viene y nos dice qué hace ni a las empresas ni a nadie. No hay Estado”, dijeron en un taller en Amazonas.

Desde la academia, también se han presentado propuestas concretas al problema de la contaminación del agua. En 2013, el investigador Hugo Apaza Aquino resultó ganador del tercer puesto del Premio Nacional Ambiental, del Ministerio del Ambiente, por su estudio Tratamiento ecológico, alternativa sustentable para purificar aguas contaminadas destinadas al riego de cultivos en Arequipa.

El resultado de la investigación es un sistema de tratamiento para purificar las aguas destinadas al riego de cultivos agrícolas en el río Chili. En el análisis inicial de las aguas de este río, se registró la presencia de desechos fecales, aluminio, hierro, fósforo, pesticidas y fertilizantes químicos. El sistema de tratamiento creado por Apaza utilizando extracto de nopal y un filtro, permitió reducir los niveles de contaminación con una inversión económica.

El valor del agua

¿Cuánto están dispuestos a invertir los ciudadanos en la conservación del agua? Esa fue la pregunta que se hicieron Max A. Carbajal e IVAN LUCICH LARRAURI , del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNMSM. A través de encuestas realizadas a usuarios de la ciudad de Cusco, los investigadores buscaron determinar cuál es la valoración económica que le daban a la conservación de la laguna Piuray, una importante fuente de agua en la zona.

El estudio Valor de la conservación de la fuente de agua y de los atributos del servicio de abastecimiento de agua de SEDACUSCO reveló que los ciudadanos están dispuestos a pagar más en su recibo de agua por la conservación de la laguna. Además, también se mostraron dispuestos a pagar por la búsqueda de otras fuentes de agua y por campañas de ahorro de agua.

Años atrás, en 2006, el investigador Juan Tudela, de la Universidad Nacional del Altiplano (Puno), realizó un sondeo similar para conocer qué valor económico le daban los ciudadanos a la construcción y puesta en marcha del sistema de tratamiento de aguas servidas.

El 57% de las personas encuestadas estuvo dispuesta a pagar de forma mensual por ese fin, pues percibían que el proyecto los beneficiaba. Como concluye el estudio Estimación de la disponibilidad a pagar de los habitantes de la ciudad de Puno por el tratamiento de aguas servidas, la alerta por la contaminación de la bahía interior del Lago Titicaca fue considerado por los encuestados como un problema ambiental que requiere pronta solución. Lamentablemente, casi una década después, el problema se mantiene.