Mostrarnos reales y vulnerables hace que la audiencia crezca
Pocas personas estamos dispuestas a dejarnos grabar en el día a día: en nuestros momentos de ira, en los dilemas, en todos esos instantes y decisiones que nos hacen humanos… Si pocas son las personas, aún más escasas son las empresas que estarían dispuestas a hacerlo: de todos los shows que hemos creado en Naranja Media, hay uno en especial que nos ha permitido hacer eso… Me refiero a El universo de Truora: Historia de un Startup.
Hoy, a propósito del lanzamiento del segundo episodio de la segunda temporada, quiero compartirles por qué creo que esa apertura —ese permitir documentar nuestras facetas más humanas— ha hecho que este show sea el más exitoso de Naranja Media.
Desde su origen, El universo de Truora se concibió de una forma diferente: la mayoría de nuestros contenidos parten de un “qué”, pero este surgió de un “cómo”. Mientras lo usual es pensar “qué queremos decir”, “qué conversación queremos propiciar” o “qué hacemos actualmente y queremos destacar”, este show partió de un cómo: “queremos documentar con tanta profundidad como pudiéramos a un startup y ver a partir de esto qué conversaciones emergen”… Aún sin saber el qué —el resultado—, sabíamos el cómo: un contenido profundamente documental y realista. Lo único claro era que queríamos hacer ese documental, sin saber muy bien hacía dónde íbamos a llegar, y claramente sin saber muy bien cuáles eran todos los frutos de hacerlo.
Solo ahí, hay dos renuncias a las que empresas normalmente no están dispuestas a acceder:
Definir ese cómo más que un qué, permitió que este podcast creciera ampliamente para compartir mensajes muy diferentes, pero al mismo tiempo muy coherentes. Así, aunque el show es un podcast de negocios, está atrayendo una audiencia mucho más amplia, cada una con motivos diferentes de por qué escuchar este contenido y, al mismo tiempo, cada una muy enganchada.
Si ustedes son fundadores de una startup, o quisieran serlo, el podcast es una clase magistral sobre cómo hacerlo realidad. ¿Por qué? Acá algunos ejemplos de qué conversamos:
Además, les cuento que vienen episodios sobre cómo recompensar a un equipo, más y más sobre cultura y cómo encontrar productos con suficiente mercado. Como ven, este show fácilmente es una clase magistral para aquellos quienes quieren crear empresas.
¿Qué me parece interesante de lo anterior? Todas esas preguntas tienen respuestas implícitas, nunca hay el “Tres consejos para contratar mejor”, pero créanme: el contenido implícito es tan poderoso que les aseguro que cualquier emprendedor quiere hacer algún cambio en su empresa después de escucharlo.
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Ahora: acá es donde viene la magia de este contenido.
Si no son emprendedores, quizás quieren hacer carrera en una empresa, también podrían amar este show. ¿Por qué? Permite:
También ha sido una oportunidad para Truora: contarle a todo su equipo e inversionistas su historia, esa historia que, aunque se viva desde adentro, no siempre se conoce con todas las caras y dilemas que enfrenta. Es también su oportunidad de darle voz al equipo y de mostrarlo al mundo, y esto también es súper valioso como empresa.
Y la magia también está en que todo esto que logra este show, está en un formato tan pero tan entretenido que les aseguro que si lo único que quieren es escuchar una buena historia, también lo van a disfrutar. No saben la cantidad de mayores de 45 años que aunque se sienten “distantes” a este lenguaje y mundo de startups, se enganchan 100% con el contenido.
Todo lo anterior hace que este sea el podcast que más oyentes genuinamente comparten. Es sorprendente y motivo de orgullo ver el impacto que genera en las personas, las reflexiones que despierta alrededor del contenido y las conversaciones que ha detonado.
Entonces, quiero cerrar diciendo en definitiva, cuando las empresas van a crear contenido dejan a un lado la oportunidad enorme de ser transparentes desde sus propios dilemas, retos, fracasos o triunfos con un producto, con su cultura, sus contrataciones, entre otros… Esa oportunidad se pierde, por lo general, por miedo: porque creemos que lo mejor que podemos hacer es siempre mostrar la punta del iceberg, mostrar la cara amable y esa arista en donde parecemos 100% seguros de lo que hacemos (esto aplica en la comunicación externa y también interna de nuestras empresas).
La contraparte es que esa cara tan amable casi siempre pasa desapercibida, se queda en un aplauso o parece una decisión arbitraria a la que poco se le pensó. Mostrar las diferentes aristas podría estar detonando conversaciones múltiples y enriquecidas, y finalmente ¿no es eso lo que queremos?
Como siempre, bienvenidos sus comentarios y ampliemos esta conversación.
Un abrazo,
La Negra.