¿Mujer emprendedora de alto impacto? Sí.

El dato figura en casi todas las estadísticas sobre emprendimientos, 13 de cada 100 mujeres adultas en Latinoamérica desarrollan alguna actividad emprendedora, desde un proyecto en paralelo a un trabajo en relación de dependencia hasta una empresas en vías de consolidación. Dicho en otras palabras: como en muchos otros ámbitos de la vida, las mujeres que lideran emprendimientos de alto impacto son, por ahora, una minoría.

Las dificultades vinculadas a la cuestión de género desaparecen a medida que el negocio crece y, aunque muchas de las emprendedoras admiten que tuvieron mayores dificultades que sus pares hombres en sus inicios, la mayoría con la que converso diariamente asegura que pretende seguir haciendo crecer su negocio e incluso "hacer lo necesario" para que esto ocurra. Obviamente, no todo el mundo tiene mentalidad de emprendedor, ni a todo el mundo le interesa serlo, pero a tí mujer si te debe interesar que toda la gente con la que trabajes sientan que son parte de tú proyecto. Primer tip que se me viene a la mente.

La principal motivación -que percibo- de las mujeres que logran desarrollar emprendimientos de alto impacto es desempeñarse en algo que las apasiona, junto con el desafío personal y la vocación de generar un negocio rentable.

Otro punto con el que me doy es el peso de la familia y amigos en las empresas de las mujeres, mientras que los hombres buscan más apoyo en mentores e instituciones, ¿qué curioso, no?

El eje de los desafíos para ellas pasa por otro lado. A saber: el balance vida-trabajo (tema que ya no es excluyentemente femenino), los conflictos devenidos de su claro perfil multitasking que muchas veces les impide delegar y la falta de habilidades comerciales.

En mí opinión, quieren estar en el diseño de todo y dejar su impronta muy marcada, pero también tienen que mirar las tendencias, fijarse para dónde va el negocio y entender lo que su mercado pide. Y es verdad que en algunas situaciones los hombres reaccionan con más naturalidad, tal vez nos cuesta menos tomar decisiones pero claramente las mujeres tienen la capacidad de asumir varios roles a la vez, de lidiar con los equipos y hasta sus cuestiones personales.

Creo que lo bueno es podernos unir y que las diferencias se potencien.

Hasta nuestro próximo encuentro.

¡Gracias!

Sergio

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