Mujeres en el Seguro

En AXA estamos convencidas de que ayudar a las mujeres a gestionar los riesgos a los que nos enfrentamos servirá para crear un mundo mejor, más sano y más seguro. Las mujeres somos un agente de cambio social y progreso económico, pero nuestra capacidad de acción se ve lastrada porque estamos desproporcionadamente afectadas por determinados riesgos.

Es evidente que las mujeres están desempeñando un papel cada vez más importante en la sociedad. Sin embargo, a menudo se les pasa por alto cuando se trata de seguros. Por este motivo AXA desarrolló hace casi seis años su iniciativa Mujeres en el Seguro, un enfoque integral destinado a brindarles un acceso igualitario al seguro. Esto significa: 1) Apoyar su actividad emprendedora, permitiéndoles asumir riesgos para hacer crecer sus negocios. 2) Ofrecer soluciones de atención médica que tengan en cuenta las necesidades específicas de las mujeres y sus familias. Y 3) practicar lo que predicamos, promoviendo la diversidad de género dentro de la AXA misma.

Acaba de ver la luz una nueva edición de este estudio, donde hacemos un estado de situación y repasamos qué está haciendo AXA en todo el mundo.

En el Grupo AXA estamos pensando en soluciones aseguradoras diseñadas específicamente para las mujeres, y nos estamos asociando con otras organizaciones para identificar y reducir barreras para su progreso. Además, AXA financia investigaciones académicas sobre los riesgos sociales, económicos y ambientales que les afectan especialmente a ellas, para ayudar y guiar a los responsables públicos en su formulación de políticas y estrategias.

Mujeres en el Seguro no tiene un enfoque único para todos los casos. En los países en desarrollo, donde la mayoría de las personas no tienen ningún tipo de protección, AXA busca ofrecer una gama completa de servicios, desde seguros para el hogar hasta seguros de salud, para ayudar a las mujeres a protegerse a ellas mismas y a sus familias. En mercados más desarrollados, nos enfocamos en la independencia financiera. Muchas mujeres ya tienen lo básico, como seguros de automóviles y hogares, por ejemplo. Pero a veces carecen de seguro de vida o de salud, o un acceso efectivo a planes de ahorro a largo plazo. A menudo, las mujeres ponen por delante a otros miembros de su familia antes que a ellas mismas, con lo que protegerlas a ellas significa proteger también a sus seres queridos.

El informe que acaba de publicarse aborda la situación de las mujeres en varios aspectos, pero a mí me gustaría detenerme aquí en el que afecta a su salud. La salud de ellas se enfrenta a riesgos específicos. Sin ir más lejos, durante la pandemia de Covid19, fueron mayoría las que estuvieron en primera línea debido a la feminización de algunos sectores de alto riesgo como la atención médica, la educación o la hostelería; lo que generó importantes tensiones tanto en el hogar como en el lugar de trabajo. Y pese a todo, en promedio, tienen un menor acceso a los servicios de salud. Sin una atención médica adecuada, las mujeres pueden perder ingresos o ser incapaces de proseguir sus carreras como desearían.

Las mujeres también son más propensas a sufrir problemas de salud mental, lo que puede ser resultado de las adicionales responsabilidades de cuidado y la continua discriminación (según la encuesta mundial de Salud Mental de AXA de 2023, un tercio de las mujeres decía haber sido objeto de comentarios inapropiados; y un 40% sentía que sus habilidades han sido cuestionadas simplemente por su género).

Finalmente, me parece especialmente interesante la perspectiva de género que apunta Mujeres en el Seguro. Nosotras somos más vulnerables a los efectos del cambio climático. Esto se debe a que, en general, las mujeres no tienen acceso a los mismos recursos. El porcentaje de mujeres que viven en situación de pobreza es mayor que el de hombres. Especialmente en los países en desarrollo, las mujeres dependen más de los recursos naturales. Según la ONU, las mujeres son responsables de la mayor parte de la producción mundial de alimentos, pero poseen menos del 10% de la tierra. Dar a las mujeres un mayor poder de influencia en las respuestas al cambio climático ayudará a la conservación, a reducir la pobreza y a construir una mayor resiliencia a largo plazo.