Necesidad de cambio en la legislación nacional en materia laboral
“Trabajo es el conjunto de actividades humanas, remuneradas o no, que producen bienes o servicios en una economía, o que satisfacen las necesidades de una comunidad o proveen los medios de sustento necesarios para los individuos” Tesauro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En el último tiempo en el país se ha estado hablando de una posible reforma laboral. Se han presentado diferentes posturas, quienes promueven la desregulación o flexibilización laboral y quienes propenden por la misma carga social para las nuevas formas de empleabilidad, dos aristas que han de ser debatidas. Lo que si, es que aún con el contraste ideológico existe un consenso social sobre la necesidad de repensar la legislación laboral. Lo cierto, es que el mercado laboral está visiblemente afectado a causa de la falta de legislación a través de la cual se regulen cuestiones que revisten gran importancia. No solo eso, si la situación ya era preocupante, se acrecentó de manera considerable como producto de las decisiones gubernamentales suscitadas a raíz de la pandemia de COVID-19 que azota al mundo entero.
La incursión de las nuevas tecnologías trajo consigo un gran impacto a nivel laboral, educativo y cultural. En el caso que nos ocupa, que es el laboral, se generaron todas estas nuevas y atípicas formas de trabajo mediadas por aplicaciones, denominadas por la OIT como “economía de las plataformas”. Lo particular de esta nueva modalidad es que el empleado “es su propio jefe”, como suelen venderse las plataformas para desligarse de alguna forma de ciertas obligaciones en materia laboral de las que están a cargo los empleadores.
En este sentido, es necesario que se regule toda actividad que, a los ojos de la OIT, constituya trabajo. Legislar en materia laboral permite que se otorguen derechos a los trabajadores que se encuentran desamparados, ¿cómo es posible que en pleno siglo XXI todavía estén los trabajadores desprovistos de los derechos laborales mínimos de los que son titulares? ¿En qué cabeza cabe que trabajadores de empresas como Rappi o Glovo, que se juegan la vida día a día en las calles de las principales ciudades del país no cuenten con ART?
Es importante preguntarnos si nos encontramos frente a formas atípicas de trabajo o más bien frente a una precarización laboral. ¿Qué pasa cuando el empleador es una aplicación? En resumidas cuentas el empleado está subordinado, recibe un salario que no respeta en muchos casos ni siquiera el mínimo vital y móvil, aunado al hecho de que no tiene acceso a las prestaciones sociales que enuncia la Ley de Contrato de Trabajo en el país. Si bien, se trata de una forma de trabajo de fácil acceso, que está mitigando de alguna manera la problemática de desempleo en el país para un sector que hoy no tiene otra opción, es importante repensar las condiciones de empleabilidad de los trabajadores.
Para pensar ¿qué pasa con las empresas que corren con toda la carga prestacional de sus empleados? Las cargas sociales son el conjunto de contribuciones en materia de seguridad social que el empleador debe pagar al Estado. La realidad es que en el país, esas cargas sociales, ascienden a aproximadamente 48% del sueldo neto del empleado, lo cual es insostenible para las empresas. Si un empleado gana un salario mínimo de $16.600, a eso debe sumársele $9.500 por costos laborales, esos costos deben ser asumidos por el empleador.
Si una empresa tiene que pagar un precio semejante por concepto de carga social de cada uno de sus empleados ¿cómo pueden competir con la “economía de las plataformas''? La respuesta es, de ninguna manera pueden competir con aplicaciones que no pagan las cargas laborales de sus empleados, que no se hacen responsables de las prestaciones sociales de estos y que siguen en el mercado bajo el concepto de “ser tu propio jefe”. Con esto, no quiero decir que no deberían existir estas nuevas formas laborales, por el contrario, creo que el uso de las nuevas tecnologías es necesario para nuestro desarrollo y avance como sociedad, a lo que voy con esto es a que se genera una competencia desleal entre las empresas.
En este marco, es importante considerar una reforma laboral que, por supuesto, va a necesitar de todo un debate intersectorial. Debate en el cual la nueva regulación sea producto del consenso entre empleadores y trabajadores y no vaya en detrimento de la Ley de Contrato de Trabajo ni menos cabe derechos laborales, simplemente que propenda por la reducción del costo laboral de un empleado, suavice la carga de las empresas y favorezca al empleado.
Marketing Manager at Teclib'
4 añosQue buen artículo Santi!