«Niños influencers», las marionetas del contenido

«Niños influencers», las marionetas del contenido

Como si se tratase de una mercancía, vivimos en un mundo que normalizó la sobreexposición de los niños con el fin de «monetizar» su gracia y «cubrir la responsabilidad». Sin embargo, los infantes no asumen que son «observados».

La evolución de la comunicación trae nuevas dinámicas familiares donde las pantallas son parte de su día a día compartiendo con desconocidos su vida a través de fotografías y detalles. También, es una forma de mostrar «soy una madre genial» o «soy un padre genial».

Un álbum privado familiar se convirtió en «contenido» para redes sociales que llega a miles de personas y genera «ganancias» a través de las marcas. Increíblemente, esta «industria» puede tener millones de dólares.

En este momento, donde la privacidad, la seguridad y el bienestar a largo plazo de los menores se pone en juego, atraído por la búsqueda de constantes números de redes sociales. El documental DW, cuenta claramente:

«Internet está plagado de fotos y videos de niños publicados por sus padres. Los influencers comparten detalles de la vida de sus hijos con sus seguidores en Facebook, Instagram, TikTok, YouTube, etc.; con consecuencias fatales. Muchos ganan buen dinero con las imágenes de sus hijos. El contenido infantil es de los más populares y solicitados, por lo que el algoritmo promociona estas publicaciones.

Las consecuencias son a menudo devastadoras. «Si piensas que compartir la vida de tu hijo en las redes sociales es inofensivo, soy la prueba de que estás equivocado”, dice Cam, que ahora tiene 24 años.

Ella conoce muy bien las consecuencias negativas de las fotos de su infancia que su madre publicó: personas desconocidas la abordaban en la calle, los hombres le preguntaban por detalles íntimos. Hoy, Cam está haciendo campaña para que se regule el «sharenting” y para que se genere información sobre sus peligros. Los defensores de los derechos del niño llegan incluso a clasificar el «sharenting» como trabajo infantil, porque —según la acusación— - los padres explotan a sus hijos para ganar dinero.

«Niños influencers»

Detrás de los curiosos contenidos de maternidad e infancia, están los niños que no tienen la oportunidad de saber ni opinar, ¿qué están haciendo con ellos? Con ayuda de la inteligencia artificial, explicamos este fenómeno:

Desde una perspectiva psicológica, los niños expuestos a las redes desde pequeños no solo enfrentan el desafío de manejar una «huella digital» creada por otros, sino que esta puede tener implicaciones emocionales y sociales más profundas.

Como señala un reciente estudio de la Universidad Oberta de Cataluña, la sobreexposición en internet puede afectar la identidad y la autoestima de los menores. Las publicaciones que se hacen en su nombre pueden condicionar la forma en que se ven a sí mismos o son percibidos por sus pares.

El riesgo más alarmante, sin embargo, es la vulnerabilidad que enfrentan los menores frente a redes de explotación infantil. Lo que muchos padres consideran imágenes inocentes, como una foto en la piscina o un video de una actividad familiar, puede ser reutilizado de manera inapropiada.

Casos documentados revelan cómo pedófilos se han apropiado de contenido de redes sociales para sus fines, alertando sobre los peligros de un «secuestro digital». Es esencial que los padres comprendan que una vez compartido, el control sobre ese material se diluye, y aunque se tomen medidas de seguridad, no siempre es suficiente para proteger a los niños.

Plataformas como TikTok e Instagram, populares entre padres jóvenes, han sido blanco de críticas por no controlar adecuadamente la reutilización de imágenes. En paralelo, la creciente aparición de contenido autogenerado por niños, como en YouTube, está exponiendo a los menores a niveles de exposición mediática que resultan complejos de gestionar. La inocencia de los padres al compartir imágenes puede tener consecuencias irreversibles si no se adoptan medidas preventivas.

¿Qué se puede hacer entonces para reducir estos riesgos?

Las recomendaciones son claras: limitar la cantidad de información que se comparte, no divulgar detalles sensibles como ubicaciones, y ajustar las configuraciones de privacidad para que solo contactos cercanos puedan ver el contenido.

A medida que los niños crecen, es fundamental pedir su consentimiento antes de compartir imágenes o información sobre ellos, promoviendo una relación respetuosa con su propia imagen digital.

Para terminar, el debate sobre el «sharenting» también se está trasladando a los marcos legales. En algunos países europeos, se están estudiando normativas para proteger los derechos digitales de los menores y garantizar que los padres no sobrepasen ciertos límites cuando se trata de la exposición de sus hijos. No obstante, hasta que estas leyes sean universales, la responsabilidad recae en los propios progenitores.

Ver documental completo

Braylin Paredes Lebron

Digital Media Manager| Marketing | Redes Sociales | Comunicación Digital | Creación de Contenido | Relaciones Públicas

2 meses

Estoy de acuerdo

Clébia Caires

Analista de Licitações l Compras Públicas l Contratos

2 meses

Excellent reflection, Mabel Vásquez!

Mehmet Tahir Ağrak

👑+24 K l Accounting l Finance Specialist l Sociologist 👑

2 meses

Great share Mabel Vásquez

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