Nils van der Poel: “Nuestro deporte apesta”
Posteado por Adrián Villegas
–He intentado dejar este deporte al menos en tres ocasiones –dice Nils van der Poel (25), bicho raro en el mundo del patinaje de velocidad–. Pero aquí sigo.
Nils van der Poel corre ultra maratones (los corre a pie, que no patinando) y hace cuatro años se alistó en el ejército sueco durante doce meses. En una ocasión, se lanzó en paracaídas para acudir a un homenaje en su honor. En otra, pedaleó 2.000 kilómetros entre Riksgränsen y Smygehuk y, cuando se le congelaron las manos, se las orinó para calentarlas.
Nils van der Poel es un bicho raro porque se pasa la mayor parte del año alejado de las pistas de hielo, corriendo, pedaleando o saltando del paracaídas.
–El patinaje, cuanto más alejado de mi vida, mejor –dice.
Y así es.
En primavera y verano se dedica a correr como los ultrafondistas: largas distancias a ritmo aeróbico. Pero al llegar el otoño ya no le queda otra: entonces le toca calzarse los patines y salir al hielo.
Así, pasa a la alta intensidad.
–Desde octubre, he hecho un 10.000 a ritmo de competición cinco veces a la semana –dice.
Lo hace entrenándose a solas, dándole vueltas al circuito oval de 250 metros del Trollhättan, ciudad de 60.000 habitantes al suroeste de Suecia. En ese ejercicio espartano, nadie a su alrededor, nadie delante y nadie detrás (ni siquiera su entrenador, con quien se comunica a través del móvil), Van der Poel se esmera en eso que él llama skate flat.
(intenta recorrer cada vuelta al oval a la misma velocidad, como el metrónomo o el autómata)
Dice que esa estrategia es la más eficiente. Y que, si insiste e insiste e insiste en ella, el karma cobra forma en la competición y le facilita las cosas.
No lo pongamos en duda: en estos días en Pekín, Nils van der Poel se ha hecho con el oro y el récord del mundo tanto en el 5.000 como en el 10.000 (este último título lo recogía el viernes).
He intentado dejar este deporte en tres ocasiones; vamos a ver si ahora, al volver de Pekín, lo consigo”
Nils van der Poel
Patinador de velocidad
Nils van der Poel se la tiene jurada a los holandeses, los reyes del patinaje de velocidad –su escuela es amplia y bien dotada: en los Países Bajos, es una disciplina de primer orden–, y por eso en una ocasión había escondido un pescado muerto en una de las habitaciones de la delegación oranje y ahora, desde el pedestal de sus títulos y sus plusmarcas, dice que ellos mismos, los poderosos holandeses, son unos tramposos.
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–Para mí, lo que ellos hacen es como doparse. Tratar de influir en el resultado manipulando las condiciones de la competición es trampa.
Nils van der Poel ha dicho todo eso en dos ocasiones, después de cada uno de sus títulos.
Dice que la Federación Holandesa presionó a los técnicos del National Speed Skating Oval de Pekín para que modificaran las características del hielo de la pista, endureciéndolo tanto como le gusta a los holandeses.
–Yo lo prefiero más blando y pastoso –dice Van der Poel–. Y así es como había notado el hielo en los primeros entrenamientos. Sin embargo, días más tarde vi cómo los holandeses hablaban con los técnicos y poco después cambiaba la calidad del hielo. Y eso, influir en una competición, es hacer trampas. El olimpismo habla de saltar más alto, ser más fuerte e ir más deprisa. Esto que hacen ellos es corrupción. Ellos alteran a su favor el campo de juego usando herramientas poco éticas e inmorales.
No conviene entender su denuncia como un lamento, pues el sueco ha superado a los poderosos holandeses incluso en ese hielo duro y áspero.
Lo que pasa es que le duele.
–Tengo un altavoz, la oportunidad de denunciar las cosas tal y como las veo. Y debo aprovecharlo. Esto es un escándalo, una abominación. Y por eso mismo, digo que este deporte apesta.
Vi a los holandeses hablando con los técnicos en Pekín y en los días sucesivos el hielo del oval se endureció”
Nils van der Poel
Patinador de velocidad
(“su denuncia es impropia de un campeón olímpico; hace veinte años que medimos la temperatura del hielo mientras nos entrenamos”, le ha contestado Maurits Hendriks, antes seleccionador español de hockey hierba y hoy director técnico de la Holandesa de Hielo)
Todos estos dimes y diretes, Nils van der Poel los lleva mal.
Por ese motivo, dice que piensa en colgar los patines tan pronto como regrese a Suecia.
Aunque no todos le creen: sería su tercera intentona.
La segunda se había producido meses antes de que tomara un avión a Pekín, triste porque el cáncer se había llevado a su madre; la primera, en su época en el batallón de los Rangers suecos.
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14/02/2022 06:52