Nos toca reforzar Europa y la democracia

Los y las estadounidenses con derecho a voto han decidido hacer presidente a Donald J. Trump. En una de las democracias liberales más antiguas del mundo, su ciudadanía ha hecho esa elección.

Mirando desde Europa, son muchas las personas que se están preguntando: ¿cómo es posible esto?

Desde nuestra perspectiva, nos hacemos preguntas para buscar respuestas a aquello que nos cuesta entender. Habrá que responder a estas preguntas con calma, sinceridad y sabiduría.

Eso llevará tiempo. Pero hoy hay otra pregunta que debemos plantearnos antes: ¿en qué nos va a afectar a vascos y vascas esta decisión de la sociedad estadounidense?

Comparto mi primera reflexión en cuatro puntos:

1) El nuevo escenario mundial está aquí

En los últimos años estábamos advirtiendo que el orden liberal mundial estaba cambiando. El segundo mandato de Trump puede suponer un nuevo salto en la transformación de este nuevo orden.

En este escenario global se reforzará la consolidación de bloques y, en consecuencia, se debilitará el multilateralismo.

Se prevé que Estados Unidos se encierre en sí mismo y adopte medidas que podrían tener repercusiones notables en las relaciones internacionales, el comercio y la economía.

Habrá que ver cómo influye en Europa y en las fructíferas relaciones entre las dos partes del Atlántico. En cualquier caso, el mundo que nos viene puede ser aún más incierto e injusto.

2) Necesitamos una Europa más sólida

Europa está reconfigurando su futuro. Hoy es más imprescindible que nunca fortalecer y consolidar Europa, reforzar el proyecto europeo que tanto ha contribuido a consolidar la paz y el bienestar. Ante este nuevo mundo global, es el momento de más Europa.

Eso requiere, desde la unión, reforzar los valores europeos y hacer apuestas estratégicas para lograr mayor soberanía, ser más Unión Europea. Debemos reforzar la capacidad estratégica en industria, tecnología, investigación y desarrollo, energía, alimentación, seguridad y relaciones internacionales. Lo que está en juego es el modelo que hemos construido en las últimas décadas.

Esto lo tenemos que hacer siendo fieles a lo que somos,  a nuestros valores y nuestra misión, reforzando la paz, los derechos humanos, la libertad, el proyecto compartido, la pluralidad, el principio de subsidiariedad y la consolidación de la democracia.

3) Mejorar la democracia para reforzarla

Las fuerzas antidemocráticas de hoy están atacando desde dentro a la democracia. Están bien organizadas, suficientemente financiadas y apoyadas desde fuera para contrarrestar el proyecto europeo.

No podemos aceptarlo. Debemos estar alerta y ser firmes con las tendencias autoritarias, injustas y simplistas que se plantean como solución.

No podemos permitirnos la más mínima tentación en el camino hacia el totalitarismo. Debemos responder a los ataques a la democracia con más democracia. En Europa debemos ser capaces de mantener el bienestar de la ciudadanía, mejorar el sistema democrático y reforzar la cultura democrática.

El futuro que queremos será sólo en democracia, con democracia y gracias a la democracia.

4) Una Euskadi democrática en Europa

La apuesta de Euskadi por Europa y por la democracia debe ser más clara que nunca. Como queremos ser dueños de nuestro futuro, también debemos ser protagonistas en la nueva Europa y en la defensa de su democracia.

Somos un pueblo pequeño pero no somos una periferia sin fuerza.

Asumiendo nuestra responsabilidad y siguiendo el camino que tomaron nuestros antecesores, con humildad pero con paso firme, debemos avanzar. Creemos en la Europa de los pueblos y Euskadi debe ser un agente activo en la reconstrucción europea.

Europa está formada por otros Países que comparten nuestros valores. Despertémonos. Preguntémonos qué queremos ser mañana y tomemos el timón de nuestro futuro con firmeza. En este nuevo mundo global, nos toca reforzar Europa y la democracia.