¡Nos va a dar un síncope!

En un mundo que avanza a un ritmo vertiginoso, el sector del automóvil no es ajeno a los cambios. Este año estamos viviendo un crecimiento constante en las ventas de vehículos en España. Según el informe de la ANFAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones), en el mes de agosto, la venta de vehículos creció lentamente un 7.8%, alcanzando las 55.957 unidades. En el conjunto del año, el mercado nacional ya suma un total de 642.580 unidades, un impresionante aumento del 20.5% con respecto al año anterior.

El Dacia Sandero sigue más el modelo más vendido en lo que llevamos de año y se ha convertido en el vehículo “preferido” de los españoles, debido a su equilibrio entre calidad y precio. Además, el éxito del Fiat 500 en agosto (segundo modelo más vendido en el octavo mes) demuestra que las estrategias comerciales efectivas pueden marcar la diferencia en un mercado altamente competitivo.

En cuanto al mercado del vehículo electrificado, la venta de éstos asciende hasta el 60.3% en el mes de agosto. En los ochos primeros meses la suma alcanza los 78.579 vehículos electrificados, sin embargo, aunque supone un incremento del 51,7% respecto a 2022, todavía las ventas mensuales se sitúan en volúmenes muy bajos para alcanzar los objetivos mínimos de mercado para este 2023 y cumplir con las exigencias de reducción de emisiones.

El Tesla Model 3 sigue marcando la tendencia entre los vehículos eléctricos puros, mientras que el Volvo XC40 ha sido el modelo híbrido enchufable más vendido en el mes de agosto y el Toyota Corolla fue el modelo híbrido no enchufable más vendido.

Por su parte, el mercado de vehículos de ocasión también acumula una subida del 2% y supera ya el millón de unidades.

Pero las buenas noticias no terminan ahí. El Gobierno ha cumplido con su palabra y la segunda edición del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado salió en su totalidad. Cerca de 1.500 millones de euros se han puesto encima de la mesa para apoyar la producción de baterías para la cadena industrial de vehículos eléctricos y conectados, divido en dos líneas: la primera, dotada de 837 millones de euros, para la fabricación de celdas de baterías y para potenciar proyectos del procesado del litio y del cobalto; la segunda línea, con casi 560 millones de euros y pensado para potenciar nuevos modelos de vehículos eléctricos y de prototipos de batería y de pila de combustible, así como en dar una segunda vida a éstos.

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha recibido 186 solicitudes que movilizarán 8.500 millones de euros. Por el momento, la multinacional china Envision ha resultado beneficiada con 300 millones de euros en ayudas, mientras que el fabricante de coches Seat recibirá 47 millones de euros para su fábrica de Martorell en Barcelona.

Además, Industria ha concedido 21,5 millones de euros a seis nuevos proyectos que corresponden a las empresas Gestamp Palau (7,5 millones de euros), Gestamp Levante (5 millones de euros), Global Laser Araba (4 millones de euros), Renault (3,4 millones de euros) y Beeclycle Reuse & Recycling (1,6 millones de euros).

Cambiando de tema, en París, Luca de Meo, el CEO de Renault, rompe el silencio durante la presentación del nuevo Scenic -un vehículo a tener en cuenta-. El mandamás de la firma del rombo se mostró tajante señalando que, ante la «invasión» de las marcas chinas y la presión expuesta por Tesla, no es el momento de bajar los precios. Parece que el sr. De Meo, sí se leyó mi anterior columna e hizo caso a mis plegarias. Reducir el valor de los vehículos en un momento de plena incertidumbre sería un golpe para la industria.

La postura firme del CEO refleja la importancia de mantener la estabilidad en la industria automotriz en un momento de cambios y desafíos sin precedentes. La competencia global y la innovación constante exigen que las decisiones se tomen con prudencia.

Más asuntos. El sector del automóvil se citó en el IAA Mobility a principios de mes. Un evento, celebrado en la ciudad de Munich, donde las principales marcas mostraron sus modelos más novedosos y algún que otro Concept Car. Desde luego, este evento es un escaparate de innovación, pero es importante no perder de vista la necesidad de explorar todas las alternativas, incluidos los combustibles sintéticos, para abordar la movilidad sostenible La buena noticia es que nuestro país seguirá produciendo eléctricos a finales de década, lo que augura un futuro próspero para la industria nacional.

Durante la jornada de inauguración de la feria, el CEO de Volkswagen, en una entrevista para un medio de comunicación, comentó que el fabricante español, Seat, dejaría de producir coches. Obviamente ante la ofensiva, el sr. Schäfer tuvo que volver salir de nuevo afirmando que “Seat está más fuerte que nunca” y que “la marca planea actualizar el Ibiza, el Arona y el León para ofrecer coches altamente eficientes”. A más de uno habría que taparle la boca con esparadrapo de vez en cuando, antes de que a alguien le dé un síncope con comentarios sin ton ni son.

Los rumores sobre el futuro de Seat han causado revuelo, pero es alentador escuchar la firmeza de la marca en su compromiso de fortalecerse y ofrecer vehículos altamente eficientes. Los comentarios precipitados pueden generar confusión en un momento crucial para la industria.

Temas aparte. España entera se involucra con La Semana Europea de la Movilidad. Un hito que cobra cada vez más relevancia a nivel nacional y que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la forma en la que nos desplazamos. En estos últimos años se ha enfocado mucho en buscar soluciones a la movilidad compartida y al transporte público, dejando de lado el uso del vehículo privado que, por cierto, también juega un papel importante en este asunto. Está bien concienciar a la ciudadanía de utilizar medios de transporte más eficientes, pero no comparto la idea del famoso ‘Día sin coche’.

Parece que, una vez más, tengo que recordar que el sector del automóvil es un motor clave en la economía de nuestro país y este tipo de acciones, cada vez más frecuentes, podrían poner en riesgo la industria, perjudicándola económicamente y, lo que es peor, afectando negativamente al empleo.

Además, algunos críticos, entre los que yo me incluyo, sostenemos que un ‘Día sin coche’ es una medida simbólica que no tiene un impacto significativo en la reducción de la contaminación del aire o en la congestión del tráfico.

Por ello, propongo a través de esta columna algunas alternativas como es la búsqueda soluciones para la renovación del parque rodante español. Hay que agradecer a los grandes activistas que siguen apostando porlas ferias de automóvil, durante estas jornadas, para dar visibilidad a los presentes y futuros modelos, con el fin de que la multitud de ciudadanos vean en el vehículo electrificado una manera también sostenible de moverse. Y, por su puesto, una forma de juntar a todo el sector para proponer ideas y compartir opiniones entre los expertos, como fue la feria del Ecomov en Valencia o el VEM en Madrid.

No quiero cerrar sin antes hacer una radiografía de lo que está por venir. Nos quedan tres meses cruciales antes de poner punto final a este año. Los datos del sector son positivos y auguran un futuro emocionante y prometedor para la industria.

Sin embargo, seguimos a la cola de Europa en cuanto al desarrollo de la electromovilidad. A pesar del creciente interés en los vehículos eléctricos, el país aún enfrenta una infraestructura de carga insuficiente y dispersa.

Por eso, espero ansioso la llegada del gran evento del año, ahora en octubre, el ‘Global Mobility Call’. Una cita significativa, donde se pondrá en valor la importancia de poner en marcha toda la maquinaria necesaria para que podamos avanzar en esta materia.

España no puede perder la oportunidad de liderar la revolución en la movilidad eléctrica y sostenible, y creo, con total sinceridad, que tenemos las herramientas para poder recuperar el terreno perdido, siempre que no venga alguien y lo eche todo a perder.