Nuestra crisis desde nuestros valores y costumbres.
Estos días serán inolvidables, no solo por todo lo negro que nos ha teñido con la agresividad por parte de unos (civiles) y otros (las fuerzas de orden), la sangre que se ha derramado, justificada y enjuiciadas por los diferentes actores de nuestra nación, desde la cúpula hasta nosotros mismos, los seres humanos de este país.
Cuantos sentimientos encontrados y otros con cargo de conciencia, o indiferencia total y la tristeza de los más sensibles, hasta el miedo presente, una montaña rusa de emociones que aún estará en funcionamiento por un largo tiempo y en la retina de todas las personas.
La división de colores políticos sin razón con ideologías que solo han manipulado y cegado una sociedad, para construirla dividida con resentimientos transversales, y solo para velar por sus intereses individuales, es incomprensible, solo refleja la maldad en el corazón de las personas.
Las distancia con que se vanagloria el uno por ciento de ciudadanos orgullosos de sí mismos con educación y valores, ¿cuáles nos preguntamos?, sí sus hechos demuestran hasta qué punto pueden llegar sus jugadas tiranas e individualista sus grandes robos, estafas, engaños, arrogancia, etc. y el noventa y nueve restante avergonzados de tanta mediocridad escondida por años, que siempre fue de conocimiento público, pero el chileno que se destacó por años por no reclamar sus derecho y solo aprendió acatar, callar y seguir a quienes jalaban de sus hilos.
Nos quedamos con el discurso conformista de normalizar todo lo malo cómo una costumbre país, porque sí opinabas diferente era mal visto o discrepabas con el otro se perdía de la objetividad y afloraba esa efervescencia visceral por alguien que jamás te representó y a nadie, colores de fantasía, ¡ya ven!, perdieron tiempo y se lastimaron por aquellos que gozaban de sus privilegios.
Nuestro país y su doble estándar, su chaqueteo, el país de los vivos, porque sí no lo eres te rajan, un ejemplo que viene de las esferas políticas una cátedra de años, que los chilenos aprendimos muy bien con sus grandes ejemplos que hoy lo aplicamos. Mostrando hasta donde podemos llegar sin límites (cómo tampoco ellos los tuvieron).
Se olvidaron de mostrar y enseñar que podemos ser mejores personas, porque simplemente ellos no lo son, todo lo contrario, mantuvieron el telón abierto con descaro para ver cómo se beneficiaban del robo, la deslealtad con su pueblo, el descaro, el egoísmo, el abuso, la miseria, humillación, cierta tiranía, etc. y ahora que se han replicado algunas de sus enseñanzas, se quejan...
Y sí fueron los mejores maestros durante sus treinta años, y creyeron que “estaban pasando desapercibidos. ¡Ja!".
Lo mas curioso es que hemos sido ejemplo para otros países. Qué un país al igual que una familia los trapos sucios los esconde muy bien, (pero que siempre salen a la luz) y solo mostró la mejor imagen de Chile, pero de origen perverso.
Ojalá no solo quede para el mundo y en nosotros el recuerdo de los episodios malos, sino que también queden grabadas esas manifestaciones novedosas, empáticas, amistosas y curiosas con el fin de decir ¡Basta!.
La sociedad no quiere seguir siendo atropellada por una manga de sinvergüenzas, reitero gobernantes, dirigentes, empresarios, políticos, municipios, etc. todos ellos sin excluir a nadie que se haya beneficiado por años y también los que son parte indirectamente.
¿Tendremos un cambio real?, podremos ser una sociedad transparente, más justa y compasiva, y un país desarrollado con estas bases, para disminuir el daño que nos hemos hecho por años desde el individual hasta los de mayor escala, que solo desató la furia y lo peor de todos ninguno excluido, pero también demostró creatividad y solidaridad, pero aún falta que los peces gordos no solo digan cuantos les preocupa la situación del país que se les ha escapado de las manos.
Tienen el deber de OCUPARSE y ENMENDAR su malicia, porque los costos colaterales han sido muy altos y esto no da para más tiempo.
Asistente Ejecutiva. Administradora de Edificios y Condominios. Administración de Empresas, Mención Marketing.
5 añosCompartan