NUEVAS MASCULINIDADES...
“Nuevas masculinidades”… Londres, 16/11/2023
Corre más que un rumor que los hombres marcados con cuerpo de hombre se encuentran un poco desorientados frente a las mujeres que logran su autonomía, estudian, trabajan, crían a sus hijos e hijas solas o en grupo, migran solas, disfrutan de la vida sin consulta previa, viven.
Las mujeres se han ampliado sus horizontes mucho más de sólo fundar una familia cómo hacer sólo aquello que se espere de ellas, entre otras cuestiones.
Esto es fácilmente observable, sin embargo, la persistencia de actitudes autoritarias masculinas que descalifiquen la autonomía o la entorpezcan, ya hace rato fueras de lugar junto a la persistencia de un lugar de mando, está. Cómo ?
Algo así como un mareo, confusión, dolor, también estancamiento en viejos roles asignados que no les deja encontrarse en la interacción sin viejos modelos les paralizan. Van y vienen sin un perfil nuevo a sus acciones reeditando perfiles oxidados.
Es así, con esto resultan rechazados al tomar un rol dominante, maltratar a veces, hacer oídos sordos, controlar en exceso, no escuchar, deslegitimar si es un discurso o hecho por mujeres, etc. Entre otras tantas cuestiones como seguir sentados a que se les ponga el plato de comida en la mesa (me decía un informante que no quería casarse con una europea porque no le iba a hacer caso)
Sabemos que la violencia de género sigue, lamentablemente, en amplios casos maquillada con lindas palabras que se caen en cascada frente a los hechos. Hechos los que dejan al descubierto su raíz arcaica de la masculinidad para proceder así y, lo que incluso se atribuye a la confusión no resuelta. Esta violencia, física como simbólica, cada día más se la visibiliza, se la identifica, y se la describe para entenderse un poco mejor, no para herir, no para devolver con la misma moneda, sino para que sepan su lugar de otra manera y reconozcan a las mujeres como personas.
Muy famosa es la frase latinoamericana: “En la calle el Ché, en casa Pinochet". Frase delatora de lo que está pasando a lo ancho y lo largo del continente latinoamericano. Quienes migran también la arrastran. Se despliegan imágenes progres, máscaras tranquis, o tener un narrativa liberadora pero en la práctica se ve todo lo contrario.
Al migrar se ponen en contacto distintos rasgos de la masculinidad que la sociedad de llegada, en parte, pone en contradicción, como en tantos otros planos. No por ser mejor o peor sino porque las dificultades materiales y socioculturales ponen en juego al descubierto un sinfín de asuntos internos, como externos, de cada persona que migra. El peso de las tensiones de modelos en tránsito, las contradicciones socioculturales, las necesidades, los planes personales atados a ideas, más que a realidades, éstos al entrar en contacto con lo local en transformación también…nuevas tecnologías…y…
… las mujeres que llevan a cabo tareas de sostenimiento económico en el lugar y en su país con las remesas, el poder no está concentrado en sólo manos masculinas. Ese lugar frágil resulta la fuerza de un gran cambio. Tienen un papel cada vez más destacado en ámbitos diversos. Están mucho más organizadas. Cuentan con instituciones que les ofrecen consejos y orientaciones para salirse de situaciones insostenibles a mediano y a corto plazo, porque también han empezado a ver sus límites y derechos. Esa tarea proporciona consciencia que desarma la costilla adánica como única referencia.
Un amplísimo sector de mujeres que han cambiado el chip del enunciado "mi marido es tan bueno que me ayuda en casa", por el de "en casa cocino yo el martes y el muchos otros días" Se comparten las tareas del hogar más allá de la edad o el género son otros los referentes para la distribución de las tareas de la casa que sostienen la vida….así lo voy escuchando en entrevistas y algunos grupos en que charlamos estos temas.
Gracias a los diálogos y construcciones de significados en común incluyendo los conflictos y sin temor a que surjan porque éstos son fuente del día a día para tratar sin vivir bajo una sola voz o una idea. En la cultura de la casa de lo que esté, mal o bien, no llega a saltar como una bomba. Se producen acuerdos, aunque sean con ruido porque se habla y se escucha, se han desestampado las masculinidades regidoras. Se abre el espacio para la equivocación como la reparación. Los cambios se generan sin esperar que sean de un día para el otro porque además lo privado y lo público tiene una pared divisoria muy porosa.
No obstante, una importante cifra de hombres sigue identificando la masculinidad con la capacidad de mando y muchas mujeres lo han internalizado. Perder eso, a ambos, les significa estar en un vacío. Les desata furia al reconocerlo además. Por lo que, en lugar de usar esa energía en crearse signos masculinos nuevos, mostrar su fragilidad y emociones fuera del chaleco de hierro, esa cifra sigue cargándolo y es así que acaban en la UCI o surgen los dramas.(en otras entrevistas resumo el “mandato hacia las mujeres : (decía una entrevistada"Ay! Hay que sufrir!)
Tantas mujeres como hombres necesitan, más aún en la migración, reconocerse y dialogar los proyectos como la vida diaria edificando otras referencias más realistas. No sólo es antes y ahora, ni allá y acá, existen infinidad de entramados entre todo eso para entender a favor de las interacciones entre la gente menos violentas y más igualitarias en el cuidado y el sostenimiento del día a día de la vida. (“Cuando voy a mi país, ya me molesta ver a mis colegas sentados sin lavar los platos, que todo lo hagan las mujeres mientras miramos el futbol, ya me duele eso” me decía un informante)
En el presente se publican libros en distintos idiomas, hay debates on line, se llevan a cabo talleres coordinados por psicólogos/as, trabajadores/as sociales, programas de radio, vídeos, artículos periodísticos, etc. para grupos de hombres, y otros géneros. En los grupos de reflexión se buscan elaborar los trazos de "las nuevas masculinidades" "otras masculinidades", no hegemónicas... etc. etc.
La sociedad, además de estar cambiando, constante y rápidamente, con lo que estos ritmos y cantidades escapan, en gran medida, a nuestra capacidad de entendimiento. Para poner distancia emocional, se sienten más presiones y confusión además por todo eso. Parar, pensar y hablar, siempre es lo más aconsejable frente a un sinfín de efectos transformadores en los géneros junto a la migración.
Entre moverse de la culpa al castigo o esperar milagros fuera del pensamiento y la acción, resulta inservible. Se acaba y se puede estar quejando toda la vida sin haber tomado cartas en el asunto, en un malestar permanente plagado de confrontaciones sin salidas. Todo lo que obstaculizan los proyectos migratorios y del grupo familiar como doméstico que habita, trabaja, estudia, etc en conjunto.
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Pasos que contribuyen a la armonización siempre, para vivir las masculinidades con otros enfoques están en marcha ya. Observar y pensarse, hablar y buscar otras referencias para llevarlas a la acción es un comienzo para desmantelar narrativas que se cuelgan de “todo está bien” pero resulta que alguien está aguantando mucho.( Una informante me decía : (“No me escucha, nunca lo hace, le pido que compre algo y siempre se le olvida” )
Hasta aquí son sólo notas.
Aquí dejo enlaces en español que resultan muy esclarecedores para seguir pensando.
Radio Cadena SER participa Juan José Millás (tras unos minutos de música y una entrevista personal)
Dra. Antropología. Cecilia Montero Mórtola
Artículo de la Investigación en curso sobre La vida doméstica en London (DVO)
19/06/23