"Nunca desaproveches una buena crisis"
Seguramente recordaréis esta sonora frase de Hillary Clinton. Era marzo de 2009, en plena vorágine por la crisis financiera que afectó hace ya más de 10 años a Europa. La entonces Secretaria de Estado del Presidente Obama pronunció esta frase en la Eurocámara para alabar los esfuerzos que el Viejo Continente estaba haciendo por transformar esta crisis en recuperación.
La crisis del Covid-19 debe afrontarse con esta filosofía. No diría que de una crisis sale una oportunidad, sería mentir e irresponsable por mi parte. Además, es evidente que se trata ante todo de una crisis sanitaria y que la solución, el revulsivo, saldrá del mundo de la investigación y de los laboratorios. El resto de empresas, sencillamente, "sufrimos" las consecuencias del confinamiento global y de la incertidumbre. Dicho esto, considero que sí debemos aprender de ello y creo que todos debemos sacar conclusiones de estos meses que han pasado y de cómo estamos afrontando el futuro. Nadie de nosotros puede quedarse quieto ante esta situación.
Algunos durante este tiempo han aprovechado para hacer cursos, otros para adelantar proyectos de innovación, algunos han implementado tecnologías que jamás siquiera se habían planteado. Nadie se ha quedado inmóvil mirando como los eventos desfilaban ante nuestros ojos, y todos hemos asimilado nuevas formas de trabajar.
Tenemos claros ejemplos cuando salimos a la calle en estos días de Fase 1 de desconfinamiento. Era impensable ver el personal de peluquería con mascarillas hace dos meses o inimaginable adaptar negocios con mamparas para proteger el personal de caja. Piénsalo bien: en tu entorno inmediato, han cambiado muchas cosas. Circulaba un chiste por redes en el que se decía que el Covid había hecho más por la transformación tecnológica que el CEO, CTO y CIO juntos. No diría esto tampoco, pero lo cierto es que hemos hecho de la necesidad virtud y quien más quien menos ha aprendido algo de estas largas semanas.
Desde principios de marzo, personalmente con mi equipo hemos aprendido (o esta crisis nos ha enseñado):
- a gestionar el estrés y a confiar más si cabe los unos en los otros, contándonos cuando uno estaba abajo para que los demás cogieran el relevo
- a lidiar con cargas de trabajo descomunales, reorganizando y a optimizando recursos para aportar la mejor respuesta en un ti
- a conocernos mejor, a valorar nuestras virtudes y evaluar nuestras flaquezas para que conjuntamente seamos mejores en la respuesta
- a trabajar con nuevas tecnologías, a hablar nuevos lenguajes, a manejar nuevas herramientas
Esto no ha acabado y seguro que todos podemos engordar el apartado de "Conocimientos y Capacidades" del CV con numerosos ítems.
Quizás no nos venga nada en un primer momento porque no lo vemos, pero si echamos la vista hacia atrás, si nos comparamos con estos primeros días de marzo cuando empezó todo, hemos aprendido tanto.