Nunca es tarde para empezar

Llevo usando LinkedIn años y tratando de entender lo mejor posible esta red. Me llegan todas las semanas una media de entre 4-5 newsletter las cuáles suelo rechazar. Siento agobio cada vez que veo una nueva y me pregunto si funcionan o tienen alcance. Así que, si te digo la verdad, quiero probar con un tema en el que quiero aportarte todo mi valor y experiencia.

Aquí no escribiré sobre cosas bonitas, más bien lo contrario. Y sí, aquí hablaremos de como las redes sociales afectan a tu salud mental y más cuando tienes tu marca personal o estás intentando lanzarte a crearla.

Quiero hablar de lo que mucha gente jamás se atreve a compartir. De los momentos oscuros. La inseguridad. La constante comparación. La envidia e incluso el odio. Estoy agotado de leer artículos del síndrome del/de la impostor/a cuando hay muchos otros elementos que nos agotan y roban la energía.

Esta newsletter será un complemento perfecto para ti tanto si decides crear tu marca como si te gusta aprender y saber de lo que publican otras personas. No te prometo que aumentes de seguidores/as por leerme ni que tu capacidad de creación se multiplique. Quiero ajustarte bien las expectativas. Esto es para enseñarte un mundo muy oscuro y del que poca gente se atreve a hablar. Quiero darte herramientas para que reflexiones y, sobre todo, para que te cuides, si decides exponerte al mundo de la creación y exposición en redes sociales.

Todo ello haciéndolo desde el enfoque también de empresa y de cómo Recursos Humanos puede ver, y analizar, la marca personal de una persona. Se ha generado un negocio increíble sobre la marca personal, invitando a que todo el mundo intente llegar a ser un influencer. Y no, ni es tan fácil ni bonito. Y, si lo consigues, tendrás un precio que pagar: perder tu salud mental.

Así que, me encantará que te subas a este barco. Que comentes y compartas dudas y experiencias. Esta no es una newsletter más. Es un refugio para todas las personas que intentamos crear y sobrevivir frente a Escila y Caribdis. Porque sí, las redes sociales sabotean nuestro bienestar y es hora de que desarrollemos armas y estrategias para sobrevivir a todo lo que nos intentan arrebatar.

Comienza una aventura y me encantará que te alistes a la tripulación de este barco, con un rumbo todavía por descubrir.