ODA A MI MAESTRO Y AMIGO
ODA A MI MAESTRO Y AMIGO
“ESTATE QUIETO, NEGRITO”
Me eduqué en la época de la palmeta, del chicote (látigo corto), las uñas largas y afiladas, el jalón de orejas y de las patillas, el callejón oscuro, el cocacho, la correa, el cuarto oscuro, ranas, la cachetada y la granputeada (te decían de todo)
Elementos “psicológicos y pedagógicos disuasivos” para mejorar el comportamiento y aprendizaje del estudiante “conflictivo”. Después de pasar todas estas pruebas “disuasivas”. Venía el consejo. jajajajajajaja
Como estudiante no fui “santito”, no pretendo serlo, hoy. A pesar que soy San Antonio de Padua (no hago milagros), pero, soy el santo del amor y de los curanderos, brujos, chamanes, etc.
También recibí mi ración de “estate quieto”, como estudiante. Hoy al recordar estos momentos, me rio a carcajadas. Tantas historias no escritas. Jajajajaja
Una frase que me acompaña y que la aprendí de mi MAESTRO de primaria (Napoleón Clavijo) Años después, cuando él estaba jubilado, fuimos grandes amigos
Cuando la vejez me llegue y la soledad me abrigue. Las manos me tiemblen y las piernas, pierdan sus fuerzas. Me quedará el orgullo de levantar la mirada y extender mis manos y decir orgulloso: ¡La tarea está cumplida!
Ayude a formar hombres de bien y me alegro de ello.
La última vez que nos vimos, él, estaba en la cama de un hospital. Solo y abatido.
Fue la última visita y conversa larga que tuvimos. Dos días después, falleció.
Le hice una promesa.
Cuando me llegué el día de la partida, le diré: ¡La tarea está cumplida! Maestro.
Autor: Antonio C. García Castro-El caminante
T/P/06/07/2022