Ojos del mundo amplía su impacto en Mali

La situación política en Mali siempre es crítica. Durante el último año ha habido ataques violentos, atentados y secuestros y la crisis energética también afecta a la región, ya que en varias ocasiones los hospitales han sufrido cortes de electricidad. Es una realidad que afecta a la población y que supone una amenaza para el cuidado de su vista pero también para su salud en general. Por eso, Ojos del mundo añadió una nueva actividad a las habituales campañas de consultas oftalmológicas: la asistencia alimentaria. En un país donde la desnutrición es una amenaza constante, garantizar alimentos básicos se ha vuelto esencial para el 91% de las personas.

Completar las deficiencias nutricionales de la población no solo supone una mejora de su calidad de vida, sino que también tiene efectos en la salud visual, ya que refuerza la protección frente a algunas patologías, especialmente entre los más vulnerables. 

El programa nutricional de Ojos del mundo se desarrolla en colaboración con los servicios locales de desarrollo social y economía solidaria de los distritos de Bandiagara, Bankass, Djenné, Douentza, Koro y Mopti. Y se realiza en paralelo a las habituales campañas de consultas oftalmológicas gratuitas en los campamentos de desplazados, brindando medicamentos necesarios para los tratamientos. 

Ojos del mundo ha publicado  la memoria de actividades correspondiente al año 2023, durante el cual en la región maliense de Mopti se atendió a casi 50.000 personas y se realizaron 2993 cirugías. Pero en las últimas semanas la actividad de la entidad también se ha centrado en distribuir alimentos ricos en vitamina A y sal yodada en los hogares más vulnerables de Bandiagara y Djenné, gracias a la colaboración con las autoridades locales y los líderes de las comunidades desplazadas.

La complicada situación política también hace más dificil la intervención de personal especializado y de ahí que sea más importante que nunca capacitar a los profesionales sanitarios locales, para reforzar y actualizar sus competencias. La formación se sigue desarrollando con sesiones teóricas y prácticas sobre el uso de material de consulta, la detección de las afecciones oculares más comunes y la derivación hacia unidades oftalmológicas especializadas. La tecnología también es una herramienta a favor para la calidad de los servicios de salud ocular y por eso se siguen realizando donaciones de equipos de oftalmología y óptica, además de equipos informáticos.  

Más allá de las campañas de salud, Ojos del mundo está comprometida con el empoderamiento de las mujeres en Mali, claves en el desarrollo de sus comunidades. Si se fortalece su autonomía, su acceso a la salud ocular también será más fácil. Así, se organizan cursos de alfabetización, lectura, escritura y cálculo en diversas entidades de mujeres. Pero también charlas de sensibilización sobre la equidad de género en el acceso a la atención ocular y el tratamiento de los errores de refracción, las cataratas o el tracoma.

Todo este trabajo también hace posible que mujeres vulnerables o con discapacidad visual se sientan capaces de liderar actividades económicas, que les generan beneficios y mejoran su situación personal y su salud. Gracias a la iniciativa de reparto de fondos para dar apoyo a actividades generadoras de ingresos, más de 350 mujeres ya han recibido ayudas para poner en marcha sus propios proyectos.