No one succeeds alone, un resumen

La interdependencia es algo intrínseco a los seres humanos. Nadie, así como se lee, NADIE puede llegar muy lejos sin estar ligado a otros. Mucho menos, podemos ser exitosos en nuestros proyectos o realizarnos plenamente si no entendemos el principio básico: dependemos unos de otros.

De eso trata No one succeeds alone de Robert Reffkin. A base de sus experiencias personales, siendo el «diferente» del grupo salió adelante y fue portada de Forbes. En ocho principios nos da las claves que nos acercan al éxito – cómo sea que este se vea para ti. Aquí un pequeño resumen de lo que más me gustó.

Soñar en grande, porque el mundo está lleno de oportunidades. No debemos limitarnos a pensar pequeño, no debemos cuestionar si algo es o no posible, sino hacerlo posible. Hay que soñar en grande e inspirar a otros para trabajar juntos en esas causas comunes. Debemos soñar en grande, porque la ambición limita el potencial, y entre más sueñas, más puedes alcanzar.

Movernos rápido y hacer realidad esas ideas lo más rápido posible; porque nuestras comunidades necesitan soluciones pronto. Si nos movemos rápido, aprendemos rápido. Aprender rápido de la vida es una de las ventajas más grandes que una persona puede tener. Movernos rápido enfocados en el cómo y no en las excusas.

Aprender de la realidad es la forma más rápida de aprender. Pero para aprender de la realidad, se requieren dosis de humildad. Ser poseedor de una inmensa capacidad de apertura para aprender de cualquier persona, sin importar su rango o su poder. Todo el mundo tiene algo que enseñarnos; y, fortaleza, porque hay que abrir los oídos a la crítica, escuchar y aprender de verdad. Valentía, porque quien quiere aprender de la realidad no puede tenerle miedo al fracaso, es mejor aprender de ellos que eliminarlos del todo. Quien no fracasa, no está aprendiendo.

Estar orientados a la solución porque si ya fallamos, ¿para qué enfocarnos en buscar culpables o razones? Es más beneficioso invertir energía y pasión en retomar el curso. Enfocarnos en la solución nos hace recursivos y encontrar las formas, y quien encuentra el cómo siempre encuentra una solución.

Obsesionarnos con las oportunidades. Pequeñas, grandes. Fáciles, difíciles. Audaces, sencillas. Todo es una oportunidad, o en todo podemos crearlas. Sólo hay que mirar con atención. Y entre más observamos con detenimiento, más oportunidades encontraremos. Los problemas son oportunidades. Se trata también de mirar las cosas incomodas e imperfectas, ineficientes o complejas… allí hay mil oportunidades.

Colaborar sin ego. Trabajar por la satisfacción de hacer las cosas bien. Ser esa persona con quien los demás quieren hacer equipo. Abierta al feedback, colaborativa, curiosa. Aprender de otros y de la realidad es más importante que proteger nuestro ego. Los mejores equipos están integrados por personas que renuncian a su ego para convertirse en una sola fuerza, una que entiende que nadie es exitoso solo.

Maximizar nuestras fortalezas, en lugar de castigarnos por nuestras debilidades. Si nos enfocamos en lo segundo, nunca seremos suficientemente buenos. Sólo las fortalezas nos acercan a nuestro máximo potencial – y no hablo de ignorar las debilidades – sino de poner más energía y acción en aquello que nos hace sobresalientes. Cuando aceptamos nuestras debilidades, estamos en capacidad de rodearnos de personas que nos complementan y juntos somos más fuertes. Tratar de «arreglar» nuestras debilidades a toda costa es desgastante, mientras que trabajar desde las fortalezas es energizante. ¡Elige!

Recuperarnos con pasión porque finalmente siempre llegan tropiezos y adversidades, esas son universales e irreversibles, y en ello probamos nuestro carácter. Allí nos medimos. No cuando estamos arriba, victoriosos, sino cuando tocamos fondo… y nos reponemos. Resiliencia, voluntad, pasión, acción. Y seguir persiguiendo el sueño.

Si podemos tener estos principios siempre a mano. Practicar uno cada semana… con el tiempo los dominaremos, fluirán con naturalidad, y quizá, en un despertar, el sueño no sea más un sueño, sino una realidad.

¡Aquí les dejo el libro por si les interesa!