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Son muchas las cosas que nos pasan por la cabeza cuando no estamos en la oficina. En especial si el lugar que escogimos para no estar dista del ambiente aclimatado, y de sus recursos que inútilmente procuran que no necesitemos nada. Se nos llenan los rincones de la azotea con luces que iluminan espacios que no conocíamos, y se abren puertas antes blindadas que, gracias al sol, se hacen batientes. Crear es buscar luz, a la sombra.