¿Para qué son las vacaciones?

En España, tradicionalmente, nos vamos de vacaciones en agosto. No hay colegios, no hay universidad, muchas fábricas cierran... en fin, el calor no ayuda a que se pueda ser productivo durante este mes. Y claro, es un mes donde al final es complicado avanzar, porque hay tanta gente fuera que quizá es un buen momento para parar y tomar un respiro. 

Todavía quedan empresarios que ven mal las vacaciones. No soy yo uno de esos... y te cuento por qué.  

Desconectar en vacaciones 

Cuando tienes una empresa, sabes que es muy difícil desconectar. Apagar el móvil, no leer el email o simplemente no atender llamadas es todo un reto. Sin embargo, en cierta medida es necesario desconectar, descansar y recuperar energía. 

Como CEO, tengo que estar al 200% todos los días, porque tirar del carro es lo que requiere. Hay días en los que esto no me supone ningún esfuerzo, otros en los que necesito yo que tiren de mí. En cualquier caso, es un desgaste brutal de energía y aunque nos cueste reconocerlo, somos humanos y necesitamos recuperar.  

Yo he trabajado con muchos deportistas y entrenadores (lo he sido yo también) y con el cuerpo está muy claro: si no cumples tus recuperaciones, te lesionas, te fatigas, no rindes, no ganas.  

¿Por qué con la cabeza no aplicamos esta regla? ¿Por qué asumimos que un gestor, un emprendedor o un autónomo no necesita dejar de pensar en su negocio por unos días? 

Conectar en vacaciones 

Conectar con lo que te gusta, contigo mismo, con las personas que te rodean, con todo aquello que no tiene nada que ver con tu trabajo. Para eso también son las vacaciones. 

Te voy a contar un secreto: cuando diriges una empresa, tu conocimiento tiene que ser transversal. No puedes especializarte en algo, para eso ya tienes un equipo. Pero sí que debes saber de todo lo que hacen tus equipos, al menos para entenderlo y para echarles una mano.  

Por eso es necesario tomar tiempo para salir de tu caja, ver más allá. Ver otros sectores, otras culturas o simplemente personas que están totalmente alejadas de tu ámbito: son las que más te harán aprender. 

Pongamos un ejemplo del sector del fitness que es muy común: un entrenador personal está todo el día leyendo sobre fitness, se relaciona con otros entrenadores personales, con sus clientes habla de objetivos, de motivación. En su mundo particular, todos queremos entrenar, llevar una vida sana, rendir más. Pero si sale de esa parcela, se dará cuenta de que hay miles de personas que no han logrado encontrar ese impulso que les haga cambiar su vida. Si habla con estas personas, si entiende sus inquietudes, su forma de pensar, sus miedos... conectará con ellas y quizás logre que alguna haga ese “clic”. 

Resumiendo: todos necesitamos vacaciones; todos necesitamos alejarnos (mentalmente) de nuestro trabajo; y todos necesitamos conectar con lo que nos gusta, con nuestras pasiones, sobre todo si no tienen nada que ver con nuestra profesión. 

¿Has tenido alguna revelación chula en vacaciones? ¿Has vuelto de la playa con una idea brutal para tu negocio? Déjalo en comentarios o mándame un mensaje, estoy deseando leerte.