Parte Final ¿Estamos preparados para adoptar SCRUM?

Como prometí la semana pasada, hoy reflexiono con ustedes en la segunda parte y final sobre algunos impedimentos o problemas que se pueden enfrentar en las empresas u organizaciones a la hora de adoptar SCRUM.

Necesidad de auto-gestionarse:

Este es un problema que suele subestimarse y que está realmente presente en las organizaciones con estructuras de control jerárquicas, donde las decisiones las toman los “de arriba”. Resulta que los equipos auto-gestionados suelen ser más productivos que los equipos dirigidos por una sola persona o “jefe”. Para conseguir esto, se necesita experiencia, y para tener experiencia en la toma de decisiones, definitivamente se han de cometer errores, pero con la práctica de SCRUM, estos deben detectarse a tiempo y tener la posibilidad de corregirlos.

Aunque parece un impedimento sencillo de resolver a simple vista, no es así. En la mayoría de las organizaciones con estructuras jerárquicas, las personas que poseen las posiciones “de arriba”, a menudo tienen miedo de perder su “poder” y privilegios. Temen verse al mismo nivel de un equipo que antes dirigían y que debía hacer lo que él orientase. Incluso temen por cambios en su remuneración.

Con el tiempo y dando a cada miembro la libertad de auto-gestionarse, el equipo terminará funcionando como un todo, una unidad, y no un departamento o un grupo de trabajo siguiendo las órdenes de una sola persona.

No se utilizan Hitos:

O al menos no en el sentido de las metodologías tradicionales. Un marco de trabajo ágil busca entregar al cliente software de valor al cliente cada cierto tiempo, y mientras más frecuente sea esta entrega, mejor. Los métodos tradicionales están enfocados en realizar un conjunto de tareas en un orden específico, no en entregar tempranamente software funcional al cliente mientras se avanza, sino documentación. Mientras los marcos de trabajo ágiles están enfocados en entregar software de valor al cliente, los tradicionales se enfocan en cumplir tareas y no es hasta el final que se entrega el producto.

Aclarada esta diferencia, no se puede confundir o tratar de aplicar el concepto de hito cuando se desarrolla siguiendo principios ágiles. Sobre todo esto se ha observado en temas contractuales, pues se pacta el pago a partir de hitos en el desarrollo. En el caso del desarrollo tradicional, un hito representa un conjunto de tareas cumplidas, por ejemplo: un listado completo y aprobado de requisitos, la definición de la arquitectura, el modelo de diseño o implementación. Hablamos de artefactos que desde el punto de vista del cliente no son más que documentos, y se pregunta continuamente: ¿dónde está mi producto? En el caso del desarrollo ágil, no tiene sentido utilizar este término. Si se dice que un proyecto ágil está al 40 % de terminación, significa que el cliente tiene en su poder el 40% de su producto, totalmente usable y funcional. En cambio, si fuese en un proyecto tradicional, significaría que se ha desarrollado el 40% de las tareas y el cliente tiene en el mejor de los casos, documentación.

La falta de formación:

Aquí hemos llegado a un punto crítico al momento de adoptar SCRUM. Es necesario que todos, y por todos se debe entender TODOS dentro de la organización, conozcan y comprendan sus funciones y responsabilidades. Esto no se conseguirá enviando algún libro o algunos artículos sobre este marco de trabajo a los miembros de la organización. Tampoco se trata de designar a una persona para que se estudie la Guía de SCRUM y comparta lo que comprendió con el resto de las personas.

Es recomendable que todas las personas reciban capacitación, de forma que se pueda estar seguro que comprenden el marco de trabajo. Es necesario además capacitar a cada persona a partir de sus funciones, cada rol debe contar con la capacitación específica relativa a sus responsabilidades. Estas capacitaciones deben realizarse en la organización por un especialista con probada experiencia y conocimientos en el marco de trabajo, de forma que pueda adaptarla a su organización. Una vez que todos están en un nivel básico de conocimientos, se debe escalar y ofrecer capacitación avanzada, para de esta forma sacar mejor provecho con la adopción de SCRUM.

Con todo lo expuesto, reafirmo que SCRUM sobre el papel, es un marco de trabajo bastante simple. Muchas personas por leerse un libro, un par de artículos, asistir a un par de talleres, puede pensar que conocen y están listos para comenzar a aplicarlo. Lamentablemente, SCRUM puede parecer simple, pero su adopción no es necesariamente fácil. Somos las personas las que representamos el mayor problema en su adopción, el temor al cambio, sentimientos individualistas, el sentido de la jerarquía… Para adoptar SCRUM y salir airosos en el proceso, se necesita el asesoramiento o compañía de un entrenador ágil en su organización.

Hasta la próxima!