Pasar Página

La llegada del otoño siempre ha sido un momento especial para mi, que se remonta a mis más tiernos recuerdos de la infancia.

La vuelta al cole; encontrarme de nuevo con los amigos después de las vacaciones, los libros nuevos, el uniforme, ese hormigueo en el estómago por todo lo nuevo que está por presentarse. Nuevos profesores, nuevas asignaturas, nuevas aventuras...

Esos sentimientos eran tan intensos que todavía hoy, unos cuantos años después y sin mucho esfuerzo, en estas fechas, me tele-transporto a esos momentos tan especiales de mi pasado.

El verano queda atrás, y aunque lo hemos pasado genial, sin horarios ni obligaciones, sin ninguna preocupación más que repartir el día entre piscina, playa, bici o cualquier otra diversión, llega el momento de pasar página y asomarse al nuevo curso.

Se echan de menos las responsabilidades y aunque cueste volver a madrugar y retornar a la rutina, para mi siempre había una atracción especial a este momento que todavía hoy, pero con otro contexto sigue ocurriendo.

Ahora son los presupuestos, el plan estratégico, poner todas las piezas juntas y transmitir al equipo hacia dónde tenemos que ir, para que gracias a su motivación y compromiso podamos afrontar juntos un nuevo curso con garantías de éxito.

Disfruto mucho con este paralelismo. Me da mucha energía, como si no hubiesen pasado esos más de 30 años! Espero que a alguno de los que leais estas líneas os pase al menos algo parecido.

Este 2020, annus horribilis, que todavía no ha acabado, ya nos está suplicando que lo rematemos, pasemos página y nos centremos en el 2021 con un espíritu renovado, con la seguridad en nosotros mismos para resolver todos los problemas que se nos presenten y sobretodo con la misma ilusión y energía que ese niño volvía al cole.

David de Francisco.