¡PAZ! ¡PAZ! ¡CUÁN DULCE PAZ!
Hola a todos!, hace ya mucho tiempo, he querido escribir estas lineas. Y seguramente no hablare sobre implementos de maquinaria, en esta ocasión, son solo unas reflexiones y considero que compartirlas con ustedes.
Ya son muchos años de experiencia profesional, donde he podido explorar muchas areas funcionales en las empresas donde he servido. También son muchas las personas con quien he tenido el honor de compartir y aprender, he podido visitar muchos países y ciudades, culturas y formas de pensar y ver el mundo.
En esto he encontrado algo en común siempre, algo que aunque se diga en otros idiomas o contextos, siempre sera algo que todos compartimos, pensamos y nos esforzamos en alcanzar.
He visto a muchas personas correr de un lado a otro, como si los persiguieran; en este año nuevo 2018 la velocidad es el común en nuestras organizaciones, no me malentiendan, pero alcanzar y cumplir los objetivos, llegar al presupuesto de ventas, crecer en participación de mercado, progresar intelectualmente y académicamente, subir o escalar posiciones sociales y empresariales, tener mas seguidores, contestar ese correo, preparar alguna oferta, hacer el informe para la administración, etc ... se ha vuelto en la prioridad, nuevamente no me malentiendan, la gran mayoría sabemos y mencionamos constantemente que el trabajo, el éxito o los logros no son nuestra verdadera prioridad, eso profundamente cada uno de nosotros lo sabemos.
Es como si las personas, no tuviesen paz, conozco a muchos que aunque tienen su futuro profesional, generacional, económico, social o que dicen que han logrado todo lo que se han propuesto es su vida, pero miro en sus ojos y en su corazón, y se que no es verdad.
Pero ustedes que estan leyendo esto, sabemos que nos falta algo, algo que no tenemos idea de como traerlo a nuestras vidas, es algo que esta mas alla de nuestra capacidad y control. Pues bien, en mi caso siempre viene a mi mente un bello himno antiguo y precioso, de esos que ya no escuchamos tan seguido o ya no los enseñan tan frecuentemente, fue escrito en 1889 por W. Cornell y G. Cooper, y me llama la atención su contexto, pues el señor Cornell después de un largo periodo de introspección profunda (tal vez agobiado por su constante participación en los problemas políticos y sociales de su momento en los Estados Unidos) simplemente anoto sus pensamientos y salio de su lugar de meditación (quizá a caminar), un poco mas tarde el señor Cooper ingreso a este lugar tomo los textos que alli estaban y compuso música para estos, logrando una bella pieza musical e intelectual.
Qué tesoro tengo en esta paz maravillosa, Enterrado profundamente en el corazón de mi alma; Tan seguro que ningún poder puede extraerlo, Mientras los años de la eternidad ruedan.
Pero como alguien, puede escribir tan bello estribillo y horas despues otra persona pueda agregarle música? Bueno no tengo la respuesta exacta, pero si se donde encontrarla, en los arroyos puros y transparentes donde nace la vida, en el Creador de ella.
El apóstol Pablo, en su epístola, escrita en los años 54 y 61 DC, dirigida a los cristianos de Filipos en Macedonia, mencionó:
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
Dejemos los afanes, dejemos las carreras, busquemos la Paz que sobrepasa todo entendimiento. Ustedes saben profundamente donde encontrarla.
¡PAZ! ¡PAZ! ¡CUÁN DULCE PAZ!. ¡Paz!, ¡paz!, ¡cuán dulce paz! Es aquella que el Padre me da;Yo le ruego que inunde por siempre mi ser, En sus ondas de amor celestial.
Es mi deseo para todos lo que leen estas lineas, que esa Paz llegue a sus vidas como ha llegado a la mía.
Aquí les comparto el bello himno en su version en idioma ingles y español.
Un abrazo! Jose.