Pensando en GRANDE con Edite Amorim.
En #humanmarketing entrevistamos a Edite Amorim, fundadora y coordinadora de Thinking-Big. Edite es una persona de ojos abiertos y alma vieja. En su mirada hay un brillo especial que no deja indiferente a nadie y en sus abrazos, la esencia de miles de experiencias vividas. Cambiar el mundo proyecto a proyecto es su misión, en cualquier organización abierta a sentir, reflexionar y crear.
¿Quién es Edite Amorim?
“Una buscadora”. Así contestaría en dos palabras. Buscadora de experiencias, de mundo, de otros, de formas de sentir, de conocimiento, de sorpresa,…
Igual me defino por detalles: busco y dejo que se den encuentros significativos; leo más ensayos que romances; me encantan las esperas muy largas en aeropuertos; me seducen los olores; escribo casi toda mi vida por carta a una amiga hace años; no me cuesta decir que no entendí la película y me gusta seguir personas que hacen cosas que admiro para entender cómo lo hacen. Estas podrían ser algunas cosas que definen “Edite”.
(Aparte de eso, coordino THINKING-BIG como principal actividad laboral, y escribo e imparto clases de danza).
¿En qué consiste Thinking-Big y qué nos puede aportar a nivel personal y profesional?
THINKING-BIG es el nombre de la marca que he creado para mi forma de trabajar, en el 2011, y que junta los mundos en los que me muevo y que me hacen quien soy: La Psicología Positiva (enfocada en lo que hace con que los individuos y las sociedades lleguen a lo mejor de sí mismos), la Expresión (todo lo que tiene que ver con el Cuerpo expresivo), la Creatividad y las historias por diferentes lugares y con diferentes personas.
THINKING-BIG es un poco de todo esto y se traduce, de forma práctica, en talleres y charlas hechas a medida para empresas e instituciones relacionadas con la educación.
¿Cómo hago lo que hago?
Para explicar los conceptos (Liderazgo Positivo, alineamiento de visión, cuestionar lo obvio, gestión de equipos, técnicas y proceso creativos, entre otros) uso el storytelling, basado en experiencias vividas en primera persona. Para conectar con los participantes y permitir que vivan las sesiones, uso las dinámicas de grupo que implican música, movimiento, ambientes sencillos, distendidos y auténticos y…Post-its. Muchos post-its!
Los proyectos suelen proporcionar momentos grupales de mucha reflexión y de mucha interacción.
- La primera permite cuestionar modos de hacer (los modos de ser manager, los modos de ser equipo, los modos de crear y seguir la visión de empresa o de equipo,…).
- La segunda permite conectar (conocer mejor a cada persona del equipo, desde otro punto de vista, con otra cualidad humana).
¿Cuál es el gran aprendizaje o el beneficio de pensar en grande?
Pensar grande o pensar con perspectiva permite, sobre todo, vivir con más presencia. Vivir teniendo la noción del todo que sucede simultáneamente a nuestros días. Mantener abierta la mirada a las diferencias y poder usarlas para construir un pensamiento más rico, más amplio.
De eso hace parte aprender a cuestionar lo obvio, a estar más presentes en cada cosa y a tener claro que nuestra presencia en cada cosa, no es más que una de las muchas posibilidades. Al darnos cuenta de la cantidad increíble de “posibilidades posibles” también nuestra acción se puede expandir.
Aprendo que hay un mundo más amplio e igual me acerco a una alternativa que todavía no había explorado. La vida en sí aumenta, si me dejo explorarla sin imposibles.
¿Cómo surge o en qué te inspiraste para crear esta manera de cambiar el mundo proyecto a proyecto a través de la psicología y la expresión en las empresas?
Me inspiro en el mundo en general. Leo mucho, voy a congresos del área (de la Psicología al Design Thinking, de la Filosofía al Teatro Físico) viajo con mucha atención a lo que veo (sobre todo a la gente), busco fuentes de información en primera persona y busco experiencias que me permitan formular mi propia opinión (por ejemplo, el año pasado estuve en Israel y Palestina viajando sóla, hablando con gente, viajando entre lugares, y luego estuve en un campo de transición de refugiados en Macedonia, y en los campos de acogida en Austria y Berlin, para hablar con ellos, escuchar las historias en primera persona y conocer la realidad de la que tanto se habla, por mis propios medios).
Así se unen la teoría y la práctica, la investigación con el mundo real.
¿Podrías contarnos algunas anécdotas en tu día a día y cómo es el antes y el después de tus intervenciones en las personas, en los equipos?
Mi vida al nivel de ritmos, es bastante peculiar ya que varia mucho entre la tranquilidad del tiempo a solas, leyendo, escribiendo, debatiendo y caminando, y el tiempo de exposición delante de muchos grupos, compartiendo, exponiendo temas, proporcionando experiencias con muchas personas.
Me pasa a veces que la gente que me conoce en una gran conferencia me imagina siempre de un lado a otro, con la maleta detrás y sin parar, y no se atreve a contactar para un café porque cree que nunca estaré (pero estoy!). Y lo contrario también, de gente acostumbrada a verme tranquila, caminando de tejanos y siempre con tiempo para una buena charla o un té, y que luego se sorprende cuando no estoy disponible por estar viajando entre proyecto y proyecto por dos meses.
Es una vida entre la terraza de mi casa en Porto, los sofás de Couchsurfing de mis viajes personales y las habitaciones de hotel 5 estrellas; entre el silencio y mucha gente.
Sobre los resultados de las intervenciones los feedback vienen sobretodo en el sentido de “me has provocado reflexión”. Y a partir de ahí, todo un mar de cosas. Gente que se replantea el trabajo, o su propio negocio (o a veces incluso la relación que tiene, su forma de viajar hasta ahí o su cuidado con el cuerpo…. Depende adonde le lleva la reflexión cada persona que escucha).
Por último diría, que las mejores anécdotas se dan en la forma como conozco a mis clientes y en las relaciones que se desarrollan muy a menudo pasando de “cliente” a amigo. Hay mil casos de estos, pero una historia concreta pasó el día en el que la ex-directora de RRHH de MRW, después de escuchar la tercera charla mía sobre viajes, me invitó a quedar en su casa cuando volviera por Barcelona. Pocos meses después, pasé allí una semana entera, entre arroces de bacalau y vino de Porto en su cocina! A día de hoy somos como familia, incluso su pareja, y nos visitamos muy a menudo.
Con una cliente de Lituania, por ejemplo, que me conoció a través de internet, terminamos un proyecto bastante grande compartiendo temas personales y cuestiones existenciales en la terraza del súper hotel donde se realizaba el evento. A día de hoy, todavía nos escribimos contando los días meaningful (con sentido) que buscamos que sean siempre más.
Y esto sucede, de otras formas, pero siempre de forma muy especial con la mayoría de mis clientes.
Vemos que viajas mucho por tu trabajo, ¿Hay alguna diferencia entre países a la hora de aplicar tus dinámicas y metodología multidisciplinar?
Algo que me agrada mucho, es que hasta ahora, las dinámicas y la metodología siempre se adaptan mucho a las personas, sin importar mucho su nacionalidad o formación. A veces iba un poco más nerviosa, dudando de si iba a saber adaptar lo que hago a las diferentes personas del grupo, sobre todo cuando son proyectos con grupos internacionales, de culturas muy distintas mezcladas. Pero hasta ahora, el estilo profesional pero informal, la cercanía que busco con los grupos y la espontaneidad con la que comunico, han funcionado bien con todos los colectivos. En contextos tan distintos como un congreso internacional de Psicología Positiva en Amsterdam; un grupo de Service Designers y artistas de todo el mundo en un congreso en Estocolmo, o un grupo de directores de RRHH de toda Europa del área de la moda, las dinámicas que incluyen movimiento, contacto, interacción o improvisación, dependen más de las características personales que culturales.
(Aunque, todo sea dicho, con la mayor parte de grupos en España, la diversión se suele medir más en el tono de voz y el volumen de carcajadas que en los demás).
Igual una de las diferencias que más noto, estaría en la rapidez con que la gente se ríe de las bromas y el estilo de bromas que produce risa en las diferentes personas. En Irlanda, por ejemplo, al contrario de España, la picardía o la provocación no funcionan, mientras los juegos de palabras sutiles funcionan mejor que aquí…
Pero sigo creyendo más en la necesidad de estar atenta a cada persona, individualmente, que al colectivo al que pertenece, porque creo que ahí es donde están las principales diferencias que necesitan escucha y adaptación.
¿Cómo sigue creciendo Edite Amorim? ¿Hay algún país o cultura que te llame la atención para desarrollar tus proyectos?
Creo que lo que me siga retando y apasionando me seguirá haciendo crecer. Puedo volver mil veces a Barcelona o a Galway, donde más trabajo, y seguiré sintiendo que estoy creciendo, si lo que haga ahí siguen siendo proyectos con empresas o instituciones abiertas y con frescura.
Por otro lado, me interesa cada vez más desarrollar un tipo de trabajo que colabore para la construcción social más cohesionada yconsciente, responsablemente creativa y capaz de reflexionar. Así que me interesa crecer para donde sienta que pueda estar colaborando con el mundo en el que me interesa vivir y con el cual me interesa colaborar activamente, dando mi mejor energía.
Si dejo mi imaginación volar por cosas que me gustaría hacer, diría:
- Ser profesora de Cuerpo y Emoción durante un año en una gran escuela de danza internacional.
- Pasarme tres meses en Islandia haciendo una residencia de escritura, con tiempo para caminatas y para conocer a muchas personas.
- Impartir talleres para empresas en Buenos Aires durante un mes, y luego tener tiempo para explorar Sud America de mochila y ojos abiertos.
- Pasar un mes en Japón conociendo la cultura y luego impartir talleres sobre Creatividad Aplicada en Escuelas.
- Hacer parte de un equipo internacional de pensadores-hacedores que podamos contribuir activamente para un mundo más “vivible”, más abierto y más enfocado en lo Humano.
Igual, la próxima vez que conteste a una entrevista vuestra, ya lo haya hecho y existan otras cosas más alocadas, ¿quién sabe?
¿De qué nos damos cuenta cuando paramos y conectamos con nuestra esencia a través de nuestra expresión y nuestro cuerpo?
El cuerpo… El cuerpo expresivo es un tema sobre el que tengo un fortísimo interés, ya que desde siempre he visto su efecto y su poder muy visibles.
Nos podemos dar cuenta de cosas muy diferentes al respecto, según el momento y el contexto donde lo estamos trabajando. Por ejemplo, con músicos y bailarines, el trabajo de cuerpo expresivo que desarrollo tiene menos que ver con el movimiento en concreto (que ya tienen más incorporado) y más en la emoción que de allí se desarrolla. Así que para esa población es un darse cuenta del Sentir. De cuanto el sentir condiciona, mueve, coordina nuestros movimientos. Les hace darse cuenta del lugar donde sus movimientos nacen y cómo puede ese material interferir en sus performances. Hay también la parte de escuchar al otro, de aprender a verlo e incorporarlo en su propio movimiento.
Luego hay otro tipo de darse cuenta. El darse cuenta de que el cuerpo no es sólo lo que está debajo de la cabeza (eso pasa mucho cuando lo trabajo con personas de áreas meramente intelectuales, poco acostumbradas al movimiento y el contacto). Ahí se abren otras puertas hacia la percepción más completa de sí mismo, hacia la cantidad de información que se hace accesible, hacia todas las posibilidades que el contacto con el otro abren.
Es común, por ejemplo, escuchar a personas que, por primera vez se dan cuenta de sensaciones emocionales (de protección/desprotección, de capacidad/incapacidad de escucha, de fluidez/rigidez de respuesta, de control/pasividad en las decisiones) a las que nunca habían puesto atención.
Todo esto está muy explicado en la investigación, desde la influencia del cuerpo para el aprendizaje (con el embodiment, en la que los niños aprenden moviéndose y tocando al mundo), hasta la relación de las respuestas corporales y los estados emocionales (hablando de un ejemplo en España, el equipo del profesor Carmelo Vázquez ha empezado investigación sobre este tema, en la Complutense de Madrid).
(Esta pregunta es un poco peligrosa, ya que podría estar hablando – o escribiendo – sobre ello largo rato. Hace muchos años que a través del Trabajo Corporal Integrativo con varios maestros, y ahora con las sesiones de Contacto Improvisación que coordino, que me voy dando cuenta de cosas extraordinarias que suceden cuando el cuerpo y su expresión entran en juego. Espero dejar la puerta abierta para la curiosidad sobre el tema.)
Una película favorita, una canción y un libro.
- La canción que suena mientras contesto a esta parte de la entrevista: Ryuichi Sakamoto – “Merry Christmas Mr. Lawrence”
- El libro que estoy leyendo (y me está gustando mucho) ahora mismo: “El cuaderno gris”, de Josep Plà
- Una película: “Primavera, verano, otoño, inverno… Y primavera de nuevo”, de Kim Ki-duk. Porque la belleza es lo que nos salva, como decía Dostoievski.
Gracias Edite! Que la vida nos pille bailando, sintiendo y creando, porque la clave está en las personas que sueñan en un mundo bello.
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8 añosFantástica entrevista! Se queda uno con ganas de tomar un café con la entrevistada! Una Gran Sonrisa