Pensar en el Cliente
Quien recibe un regalo, y siente que lo eligieron pensando en él, no importa cúal sea su costo, le da un valor enorme.
En cambio, cuando esa sensación no aparece, la valoración tampoco. Los artículos promocionales y los regalos corporativos, no escapan a esto.
Tanto puede gratificarnos aquel regalo o artículo promocional al que le daremos uso, o nos gusta mucho, como el que nos sorprende: Nadie necesitó nunca una lata que baile, sin embargo es una de las acciones promocionales que pasaron a la historia. Aún hoy encontramos personas dispuestas a pagar por productos promocionales como esa lata.
Entonces, a quién le estoy regalando, qué cosas le gustan a esta persona, dónde y cuándo lo usará, son planteos que no siempre resulta sencillo resolver, pero que vale la pena hacerse, ya que nos acercan un poco más nuestro público objetivo.
Afortunadamente, contamos, cada vez más, con herramientas que nos permiten saber más acerca de la persona a quien vamos a llegar con la acción que estamos desarrollando.
En la tarea de conocer mejor a nuestro cliente, habrá eventos y circunstancias facilitadores (Fin de año, un Mundial de fútbol, por ejemplo), así como habrá acciones que requerirán un recorrido más complejo. Pero al momento de planificar nuestra próxima acción, es siempre más recomendable partir de preguntas acerca de nuestros destinatarios, o de aquellos que los convoca, para recién después pasar a la elección del producto promocional.
Cuando una acción está planteada de esta forma, lo vemos claramente en sus resultados.
El destinatario de nuestra acción es quien la completa, la interpreta, y termina otorgándole el sentido, entonces, no es necesariamente relevante si el producto es de costo bajo o alto, lo que a él realmente le impactará será sentir que pensamos en él. Es nuestro cliente, nos conoce bien. Y en algunas ocasiones, es él quien necesita sentirse reconocido.
Senior Vice President en Sabores fueguinos
9 añosexcelente! !! ! pienso igual