Perder el terror a las tarjetas de crédito.
Ayer me encontré con este post, el cual he decidido compartir por la analogía gráfica que me pareció genial. Seguramente algunos o muchos se han sentido identificados y; por eso, hoy quisiera poner mi cuota estratégica en el manejo de una tarjeta de crédito, tanto en la vida personal como en el manejo de una empresa, donde mayor responsabilidad hay.
En la siguiente imagen podemos apreciar un desglose de los ciclos de facturación de cuatro de tarjetas de crédito, el cual pueden ayudar a ganar de 40 a 45 días de flujo de caja, sumar millas, puntos o cash back y no pagar un centavo de interés. ¿Qué cómo se logra? Simplemente aplicando estas sencillas reglas:
· Cada tarjeta debe tener un ciclo diferente de facturación (cuando las solicites, pide un ciclo de facturación distinto).
· Si utilizamos con disciplina la tarjeta que corresponde en los primeros cinco días después de la fecha de corte y todas las compras o pagos (incluso de colegios o; por qué no, los insumos para un negocio) los enviamos a una sola cuota, estaremos ganando 40 a 45 días de tiempo para cubrir ese gasto.
· Cada tarjeta tiene planes de incentivos que nunca van a ser menores al 1%, llegando incluso en algunos casos a ser del 5% mensual; es decir, no solo ganarás 40 días de flujo sin interés, sino que además podrás acceder a los sistemas de recompensa que te premiarán por solo utilizar tus tarjetas de crédito.
· Algo muy importante para tener en cuenta también son las cuotas de manejo. Para que esta estrategia sea muy eficiente se debe cumplir con la disciplina de cambiar las tarjetas en el momento adecuado, comprar todo a una sola cuota y tener tarjetas que no tengan cuota. Actualmente, casi todas las tarjetas tienen cuota cero por un monto mínimo de transacción mensual o un número mínimo de transacciones, sin importar el valor.
· Apréndete las fechas de corte y de pago de tus tarjetas, intercámbialas en las fechas que te convenga y mejora tu liquidez con esta herramienta.
Personalmente, esta herramienta me ha resultado tremendamente útil como fuente de financiación a corto plazo. Puede ser que estar pendiente o recordar tus ciclos de facturación te resulte complicado, pero si aplicas disciplina, generarás un hábito altamente beneficioso para tu economía.
Y, por último, pero no menos importante: nunca comprar nada a largo plazo con la tarjeta, a menos que sea cero intereses.