"Pero entonces vosotros...¿A qué os dedicais?"
Con 17 años de práctica profesional a las espaldas de #Improvement21, el otro día me hicieron esta pregunta devastadora... 💥
Te dan ganas de responder un poco como cuando estudiabas teleco y tus abuelos te preguntaban qué era eso: "Cosas de ordenadores, agüela"... 🤦
Pero luego me quedé pensando un rato y llegué a la conclusión de que lo que hago ahora no se parece tanto a lo que hacía hace, pongamos, diez o quince años (¡afortunadamente!).
La aventura comenzó, como he contado varias veces, llamándose "Proyectalis Gestión de Proyectos". No hemos recibido pocas consultas pidiendo servicios de arquitectura o reformas, la verdad 🤣 . La idea original surgió cuando me di cuenta de las muchas carencias que existían en empresas de todo tamaño a la hora de abordar la labor de gestión de proyectos, algo a lo que me había dedicado con mayor o menor éxito durante la década anterior.
Muy rápidamente, el foco de la empresa pivotó hacia algo muy concreto que en aquella épòca llamábamos "Gestión de Proyectos Ágiles". Pasé los primeros años explicando y ayudando a los equipos a implementar marcos de trabajo basados sobre todo en Scrum y Kanban y, cuando nos lo permitían, susurrando a las empresas sobre conceptos más amplios y poderosos como Lean y Agile.
Pocos años después era evidente que el principal factor limitante de estos "Equipos Ágiles" no estaba en la metodología, sino en las propias dinámicas de equipo, en la labor de los managers, en las estructuras organizativas, los procesos internos o en la propia gestión de los productos. Fueron los años de aprender y divulgar sobre Agile Coaching, Product Management o Management 3.0.
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Cuando esas ideas empezaron a calar, nos enfrentamos al siguiente cambio de foco: la transformación. Todas las dinámicas asociadas a la gestión del cambio en las organizaciones humanas. Aquí fue cuando la tarea se volvió gigante, holística y, admitámoslo, agotadora.
Poco a poco, el foco en "Agile" ha ido pasando a un segundo pero importante plano, y cada vez más el impacto se logra cuando actuamos sobre las habilidades de liderazgo, la gestión de la estrategia empresarial o el desarrollo de entonos de trabajo seguros, inspiradores y productivos.
Así que... Sí, entiendo que a veces puede ser difícil seguirnos la pista y entender qué hacemos y cómo lo hacemos. En los últimos dos años hemos diseñado e implementado un programa de formación y acompañamiento al desarrollo del liderazgo en una multinacional, hemos acompañado a otra en el desarrollo e implementación de un marco de gestión global de la estrategia basado en Hoshin Kanri y OKRs, y hemos creado una academia on-line sobre Agilidad en una tercera, pero también hemos ayudado a pequeñas y medianas empresas a definir y gestionar sus planes estratégicos, la mejora de sus procesos, la gestión del portafolio de iniciativas, la definición y optimización de sus flujos de valor o la reorganización de sus estructuras organizativas en torno a esos flujos.
No una ni dos veces, expertos a los que respetamos nos recomiendan: "centraos en una sola cosa; la gente se aturulla con tantos conceptos". Y creo que tienen razón. Estudiamos a personas y empresas que consideramos modelos de referencia y vemos que, efectivamente, han escogido un concepto, un servicio, un producto, una necesidad, y se han hecho referentes en ellas.
Pero, cuando uno es una piedra... ¿cómo deja de ser una piedra?
¿Qué opináis? ¿Generalistas o especialistas? ¿Qué buscan en vuestras empresas cuando necesitan acompañamiento?
Building Kronis ~ turn bold ideas into solid innovations
3 mesesLo primero que me ha venido a la cabeza, directo, sin filtros, en respuesta a tu pregunta final: a los generalistas les quiero dentro de la casa y a los especialistas, que son colaboradores externos, les pido la ayuda en lo que son expertos, porque mi organización en esa materia no lo es ni lo será.
Formador freelance y creador de contenidos
3 mesesLa historia de siempre: el "especialista" tiene una mejor entrada ("resuelvo este problema concreto para este tipo de clientes"), y una vez dentro el "generalista" tiene mucho mayor impacto potencial y recorrido. Creo que al final consiste, como en tantas otras cosas en la vida, en elegir el mal que quieres asumir: el "especialista" tendrá un marketing más fácil y probablemente más flujo de proyectos, pero serán repetitivos y de corto alcance. Al "generalista" le costará más que le entiendan, la venta será más difícil y frustrante... pero los proyectos serán más diversos, interesantes y de impacto