Piratería Inmobiliaria
Alguien que desea ejercer una especialidad como medicina, derecho, economía, ingeniería etc, además de enfrentarse a contianuadas evaluaciones y estar sometidos a una regular ansiedad propia de la responsabilidad y el esfuerzo, deben sumar a todo esto, la experiencia y realidad que aporta el trabajo para el que han sido preparados.
Para todos estos que tanto se han esforzado, a ellos sólo les deseo de todo corazón que cuiden su actitud, que la alimenten con una buena comunicación y entrenamiento, y se rodeen de compañeros con sus mismos objetivos, que hablen, compartan y disfruten de sus éxitos y aprendan de sus errores.
En cualquier caso, ENHORABUENA por intentar mejorar.
...Y luego están los Intrusos, no por no disponer de esta formación previa a una especialidad y si por no dedicar un sólo minuto al día en aprender.
El ejemplo está en casos como el que hoy nos ocupa, la captación haciéndose pasar por un particular que busca una propiedad... ¡Qué triste recurrir al engaño.!
El engaño se hace necesario ante la falta de recursos.
Esta pastilla, pertenece al propietario de una inmobiliaria que confía en que un particular lo llame y le ofrezca su vivienda y en ese momento, destapa su mentira e informa de quien es realmente. Su argumento... "tiene un cliente interesado de comprar en la zona".
Me gusta llamarlos MOCHILEROS, obviamente me refiero a los que emplean estas artes de captación.
Por metodos como estos, entiendo que muchos particulares, opten por intentar vender ellos mismos su propiedad, (con seguridad pensaran que si esta gente sin preparación viven de vender, ¿por que no van a poder hacerlo ellos mismos?).
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Juro por Dios que los entiendo.
Ahora bien, Al igual que cuando uno tiene una dolencia, lo correcto es ir al médico y no auto medicarse, sucede lo mismo a la hora tener la necesidad de transmitir una propiedad. Se debe recurrir a un profesional antes de hacerlo por uno mismo, ¿las razones?.
Marcando diferencias con esos intrusos, conseguimos que nuestras operaciones sean más ágiles, sencillas, cómodas, satisfactorias y por supuesto rentables para todas las partes.
Otro día hablaremos de los honorarios.