Planeación empresarial para comenzar el año
La planeación en una empresa requiere consideraciones cuidadosas y pensamiento estratégico. El comienzo de un nuevo año resulta un buen momento para hacer un balance de la situación actual del negocio y centrar la atención en el futuro. Si bien los pasos a seguir son diferentes para cada tamaño y tipo de organización, algunos son universales y representan la base de toda planificación.
Hacer un análisis del rendimiento del año anterior
El punto más común para comenzar una revisión anual es observar el desempeño financiero anterior:
Responder estas preguntas generales requiere profundizar en qué se hizo para ganar más dinero o en qué se gastó de más (o de menos). No se trata de juzgar esas decisiones, sino de mirarlas con otra perspectiva para tomar mejores este año.
Una vez realizado el análisis de números es hora de profundizar más en el aspecto cualitativo:
Poner los pies sobre la tierra
Cuando ya existen objetivos a cumplir para el año curso, es necesario determinar cuál es la posición de la compañía en relación con ellos. Las cifras de ventas son una forma de medir el desempeño, pero el éxito puede significar muchas cosas; todo se reduce a lo que representa para la empresa.
Es probable que el dinero sea un factor importante, pero también ayuda pensar en términos de cómo es la participación en la comunidad, qué tan ecológico es el negocio y qué tipo de programas hay implementados para los empleados. Medirse con la visión, misión y los valores empresariales es imprescindible.
Medir el éxito
Es necesario crear plazos específicos y con plazos determinados para cada nivel del plan.
La planeación anual es la hoja de ruta para el año. Esta necesita de hitos (plazos, métricas de éxito) que le hagan avanzar a través de una serie de objetivos más pequeños, los cuales, a su vez, conducen a uno más amplio, que es en dónde se desea que termine el negocio a fin de año.
La flexibilidad es importante; siempre hay que observar críticamente el progreso hacia los objetivos y cambiarlos según sea necesario.
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Este proceso es algo de lo que todo propietario puede beneficiarse, independientemente del tamaño de la misma. La retroalimentación de los pares debe ser bienvenida, así como los comentarios del equipo. Esto permite crear un plan informado que todos aceptarán y respaldarán.
No planear todo el año desde ahora
Planificar todo podría hacer que todo parezca más fácil, pero una de las conclusiones a las que se llega cada año es que los planes deben ser flexibles.
No es recomendable planificar cada campaña y contenido que se va a crear durante todo el año. Lo ideal es utilizar trazos amplios para la planeación. Es posible que el panorama del negocio cambie en algunos meses.
Diseñar estrategias de implementación
El plan estratégico no es más que un ejercicio intelectual hasta que se comienza a implementar. El próximo desafío es trabajar para ejecutar las ideas, realizar modificaciones y monitorear sus efectos.
Para que la implementación sea exitosa, resulta útil asignar responsabilidades, actividades, plazos y presupuestos específicos.
Delinear objetivos fundamentales
¿Cuáles son las prioridades en la empresa? Para tener éxito, todos deben entender la misión de la compañía. Comenzando desde arriba hacia abajo, hay que observar honestamente las prioridades que tiene cada persona: ¿estas se alinean con los objetivos generales?; ¿esa persona está trabajando en las prioridades de mayor impacto, dado su conjunto único de habilidades y experiencia?
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Fuentes de información: