¡Plop!
Desde hace unos meses contamos con María, una estudiante española que colabora con Tattú en el marco de su formación como traductora e intérprete en la Universidad de Valencia. Entre otras cosas, tradujo al inglés No te entiendo, uno de los artículos de nuestro blog.
Fiel al humor de la autora, el artículo inicia con una crónica histórica en clave de chiste. Para rematarlo en el mismo tono, se vale del popular “¡Plop!” de la tira Condorito, del humorista chileno Pepo, conocida en Latinoamérica desde mitad del siglo pasado. Mucho se puede decir del tipo de humor que maneja la tira y de si caducó o hasta qué punto resiste el paso del tiempo, pero tal vez lo hagamos en otra oportunidad (o no). En cualquier caso, tan populares se han hecho la historieta, sus personajes y muletillas, que consideramos que casi nadie de estas latitudes “exigiría una explicación”, valga el condoritismo. De hecho, la famosa muletilla “¡Plop!” dio nombre al célebre programa televisivo uruguayo de humor que entró a nuestros hogares durante toda la década de los 90.
Sucede que la traducción, este viaje de ida que nunca deja de sorprendernos, no solo nos lleva a través de las lenguas, sino también de toda la cultura y contexto que las atraviesan. Y sucede también que esas características culturales no son propias de toda una lengua de manera uniforme, sino del espacio-tiempo particular que habitan sus usuarios-creadores-editores, por lo que sería una utopía un tanto inocente hablar de un solo “español”. En este caso, por ejemplo, ¿podemos decir que María -mujer, española, estudiante, nacida en este siglo- y la tira Condorito -de pluma masculina, chilena y de más de 70 años- hablan el mismo idioma?
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Considerando los múltiples puentes culturales que tuvo que cruzar, el trabajo de María implicó una transcreación: primero, identificar “¡Plop!” como interjección que cierra un chiste (que los hispanoparlantes latinoamericanos de cierta edad o bagaje entendemos por contexto cultural implícito, pero sin dudas diferente a la que ella emplearía como usuaria ibérica y joven de “la misma lengua”) y luego buscar un equivalente en la lengua inglesa que tenga la misma connotación y cumpla la misma función lingüística. Para resolver este intríngulis cultural, lingüístico y humorístico, María eligió “Ba Dum Tss!” (o sus variantes ba dum tsh, ba dum cha y ba dum ching, según el Urban Dictionary: “secuencia corta de percusión, ejecutada para rematar un chiste, generalmente malo u obvio, como acompañamiento durante un show de circo o cabaret”).
Paradójicamente, a este artículo acerca de remates le falta un remate así que, sin más, para disfrute de nuestros lectores bilingües, comparto la traducción de María de “No te entiendo”, segunda entrada de nuestro Tattublog.